23 de noviembre de 2024/Adiel Armando Bolio/Foto: Francisco Vargas
Es importante que, en la Fiesta de los Toros, antes de defenderla, exista una sólida unión entre sus protagonistas, es decir, ganaderos, toreros y empresarios, para entonces poder promoverla, así se dijo en la primera mesa de trabajo del XI Congreso Mundial de Ganaderos de Toros de Lidia, bajo el tema “El Toro como Bandera de la defensa de la Tauromaquia”, que tuvo lugar este viernes 22 de noviembre de 2024, por la mañana, en el teatro “Morelos” de la ciudad de Aguascalientes.
Ante una nutrida asistencia de criadores de toros, sobre todo, nacionales, el colega y amigo Guillermo Leal presentó a quienes encabezaron la reunión de inicio, don Juan Pedro Domecq, representando a la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia de España, que preside don Antonio Bañuelos; Ramiro Alatorre, actual presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia; el ganadero colombiano Miguel Gutiérrez; Juan Pablo Franco Díaz, presidente de la Unión Ganadera Regional de Aguascalientes y la secretaria de turismo del estado, Gloria Romo.
De entrada, la funcionaria turística, Gloria Romo, además, de inaugurar el congreso, dio la bienvenida a los asistentes a nombre de la gobernadora del estado, Teresa Jiménez Esquivel, además de augurar buenos resultados en los temas que se vayan a tratar dentro del congreso.
Por su parte, Alatorre, como presidente de la agrupación ganadera de bravo del país, agradeció públicamente a la gobernadora por apoyar la realización de este congreso y solicitó a sus colegas nacionales y extranjeros que se fortalezcan los lazos, compartiendo sus experiencias en beneficio y defensa de la Fiesta Brava y que de esta reunión surja un documento que establezca estrategias conjuntas para apoyar a la tauromaquia.
LA MESA DE TRABAJO
Acto seguido, se hizo la presentación de la primera mesa de trabajo que encabezaron los ganaderos Juan Pedro Domecq por España, Miguel Gutiérrez por Colombia y Antonio de Haro por México, siendo el moderador el colega y amigo Juan Antonio de Labra.
Don Juan Pedro empezó argumentando que los ganaderos deben mandar un mensaje de respeto, en el que vaya implícita la tolerancia y la libertad, además, de sugerir la creación de una Federación Internacional de Tauromaquia bien fundamentada y, sobre todo, patrocinada, con recursos que la ayuden a funcionar como debe ser.
En tanto, don Miguel recomendó que se sigan haciendo congresos internacionales como se vienen organizando desde hace 31 años, siendo México parte fundamental de ellos, además, de estar de acuerdo con la instauración de una federación. Y sobre la actual situación taurina en Colombia señaló que su país está siendo víctima de un gobierno de izquierda pues tras estar unidos los taurinos, el autoritarismo terminó por desmembrarlos. Ahora mismo están a la espera de aprovechar los tres años que tienen de gracia, a partir de fin de año, para montar festejos, pero, que habrá que esperar a ver que viene después pues lo único que se está provocando con estas prohibiciones es caos y desesperación. “Estamos en manos de la corte constitucional”, dijo el ganadero Gutiérrez.
En su turno, De Haro apuntó que, primero, hay que ver cual es el ataque para luego defender, pues, de entrada, con todo lo que sucede a diario, el campo se defiende solo ya que los ganaderos son porque lo que hacen lo disfrutan y viven para ello, “es apasionante e ilusionante”, afirma. Todo lo que sucede de la puerta de la casa para adentro no tiene ningún problema, pero, la vulnerabilidad se presenta cuando del rancho sale el camión con los toros a la plaza, ahí es donde empieza todo con los antitaurinos y, sobre todo, con los políticos, quienes nunca toman en cuenta a la gente, a los que mantienen el espectáculo, esos que cada semana compran su o sus boletos para acudir a la plaza. Ellos son los verdaderos afectados y nadie les pregunta nada.
De nuevo, don Juan Pedro, reiteró que las instituciones financien la creación de la federación, además, de pugnar por la unión ganadera.
En tanto, don Miguel recordó que, en su país, en el gobierno, la gente del toro no tiene representación y, que, así, la situación se torna más complicada.
Y en cuanto a la reducción de la sangre en el ruedo, tanto Gutiérrez como De Haro coincidieron en que, entre otras, una solución es que se regule la lidia a partir del segundo pinchazo o bien que las banderillas, en lugar de arpón tengan un punzón, reducir el tamaño de la puya, tomando en cuenta que, ya en su momento, dentro de la modernización, se impuso el peto a los caballos y funcionó, además, de coincidir todos que, lo de la federación, es el paso siguiente para contrarrestar los ataques, al tiempo en que estuvieron de acuerdo en que los matadores deberían involucrarse más en la problemática que se vive actualmente.