24 de noviembre de 2024/Adiel Armando Bolio
La tarde del reciente sábado 23 de noviembre de 2024, previo a la corrida del L aniversario del coso Monumental de Aguascalientes, en el patio principal del edificio del gobierno del estado, la primera mandataria de la entidad, Teresa Jiménez Esquivel, ofreció una comida a todos los ganaderos de reses bravas que tomaron parte en el XI Congreso Mundial de Criadores de Toros de Lidia y clausuró los interesantes trabajos de la misma que velarán por la defensa, promoción y estabilidad de la Fiesta de los Toros.
Así pues, envuelto todo en un ambiente de camaradería y buenos deseos, el siguiente, fue el mensaje final de la gobernadora acalitense Tere Jiménez:
“Saludo con mucho gusto a todos los presentes, quienes han venido de varios países y estados de la República para celebrar aquí, en la Tierra de la Gente Buena, el Congreso Mundial de Ganaderos de Toros de Lidia.
Sean todos bienvenidos a ésta, que es su casa, el ‘Gigante de México’ y el corazón vibrante de la tauromaquia en América Latina: Aguascalientes.
Amigas y amigos: Desde hace casi cinco siglos, Aguascalientes ha sido una tierra profundamente ligada a la tauromaquia.
La crianza del toro de lidia ha marcado nuestra identidad, desde su fundación, con los primeros asentamientos en nuestro territorio.
Desde la dehesa de Garabato, hace 154 años, con el registro de la primera ganadería aquicalidense, en 1870, en nuestras tierras han pastado 32 ganaderías de reses bravas que forman parte de la rica dehesa de nuestra región.
Esta actividad ha contribuido al equilibrio ecológico y a la generación de miles de empleos, directos e indirectos para las familias de Aguascalientes.
La tauromaquia, por sí sola, aporta poco más de 2.5 puntos del Producto Interno Bruto estatal, lo que la convierte en un pilar económico de gran relevancia.
Para nuestro estado, la Fiesta de los Toros, más allá de filias, fobias o aficiones es un asunto de interés general, no es la Fiesta de los Toros, es la Fiesta de Todos.
Sin toros no se entiende la Feria de Ferias. Y, sin la Feria, no se entiende la pujanza, la grandeza, la bonanza y el dinamismo de nuestra economía, pues, nuestra Feria es el cuarto ingreso económico anual más importante para la entidad.
Aguascalientes y la tauromaquia, por tanto, están íntimamente ligados desde su fundación. Forma parte de nuestro ADN, forma parte de nuestro carácter y de nuestra identidad.
Por eso somos la ciudad en el mundo con más toreros alternativados. Hace unos días reconocimos a 78 toreros aguascalentenses y, también, reconocimos a 32 casas ganaderas que, hoy, tienen un muro afuera de nuestra Plaza Monumental, la que por cierto cumple 50 años. Porque aquí, sí nos sentimos orgullosos de nuestros toreros y de nuestras ganaderías.
En cada torero, en cada ganadería y en cada festejo se escribe una historia que enaltece a nuestro estado, que nos engrandece y que nos impulsa a preservar este invaluable legado.
La Fiesta Brava es una tradición ininterrumpida que nos llena de orgullo, que nos da arraigo y fortalece nuestra identidad, en pocas palabras: es la esencia misma de esta tierra y de este pueblo.
Amigas y amigos: Al clausurar este Congreso Mundial de Ganaderos de Toros de Lidia, reitero nuestro compromiso para que la tauromaquia siga aportando a este país y a esta tierra: progreso, tolerancia, libertad y raíces.
Este es el México y el Aguascalientes donde nací, este es el país y el estado que nos gusta a todos.
Por eso hoy, más allá del debate de ‘toros sí o toros no’, una manzana envenenada de la que nadie sale vivo, países como España, Francia, Portugal, Colombia, Perú, Venezuela, Ecuador y, por supuesto, México, debemos proteger aquello que nos identifica, nos arraiga y nos distingue.
La tauromaquia en estos países ha sido esencial para el progreso y la convivencia entre hombres y mujeres.
Y lo ha sido, entre otras razones, porque el toreo ha aportado raíces, puntos de partida y un puerto seguro a donde regresar, cuando los tiempos llegan turbios o complejos.
El toreo siempre ha sido lugar y refugio humano, con el que los pueblos han podido encontrar su rumbo.
Tener raíces, significa tener bien claro de dónde venimos, para saber en dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos.
Aquí en Aguascalientes lo decimos con claridad y sin ambigüedades: ¡Aquí estamos, aquí estamos bien y aquí estamos de pie!
Orgullosos de lo que somos y de lo que hemos logrado, esperanzados en que un futuro mejor nos espera a todos.
Porque sabemos con claridad quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.
Por eso, fortalecer y defender nuestro arraigo, defender nuestra identidad, nuestras tradiciones, que son parte de nuestro patrimonio cultural, nos permite tener un estado vivo, con memoria y, por tanto, con capacidad para seguir avanzando como el estado más próspero, seguro, en paz y con desarrollo humano de México.
La Constitución de México, emana de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, aprobados en la República francesa de 1789, esta declaración otorga al ser humano, como ciudadano: derechos irrenunciables a su cultura, sus tradiciones y sus hábitos como colectivo.
Hace unos días, el senado de la República Francesa debatió entre el derecho de los niños para poder asistir o no a las corridas de toros. El resultado, más allá de formidable, fue muy sencillo: nadie tiene derecho a arrebatarle la identidad a un pueblo o a una sociedad y, mucho menos, a decidir por otras personas.
El 77 % de los integrantes del senado francés reconocieron que los infantes y sus padres tienen absoluto derecho para acudir a este tipo de manifestaciones culturales que los arraigan y los identifican.
Aquí en Aguascalientes, hoy celebramos 50 años de una gran historia, 50 años de gloria, de sacrificio, de lágrimas, de sudor, de esfuerzo y de muchos triunfos conquistados.
Mañana (domingo 24), los niños toreros de nuestra Academia Municipal partirán plaza en nuestra plaza Monumental, vestidos de luces para comenzar a escribir la nueva historia de esta fiesta que, aquí, sí tiene futuro.
Mientras en otras partes se habla de prohibición: en Aguascalientes hablamos de renovación.
Cultura, tradición, costumbres son sinónimo de progreso y desarrollo humano. Sin estas palabras no se entiende con fuerza la palabra libertad y la libertad, queridos amigos, no es negociable.
Cuenten con mi apoyo. Pero también les digo: que cada uno de nosotros, más allá de sus propios egos, vanidades o aficiones, debemos de luchar unidos. Y nuestra lucha no es solamente por los toros: es la lucha de TODOS y para TODOS.
Les pido que seamos generosos. Que miremos hacia el futuro con optimismo, porque la libertad, al igual que la tauromaquia, debemos de cuidarlas todos los días, para que no se pierdan y así podérselas heredar a las siguientes generaciones, que nos las han prestado.
Ese es el mejor homenaje que podemos hacerle a los de ayer y, ese, también, es el mejor servicio que podemos brindarle a los de mañana.
Ese es el país y el estado en el que yo nací, el que me heredaron mis padres y mis abuelos, el que cuido todos los días, no solo porque es el que me gusta, sino porque es el México y el Aguascalientes de todos.
Ese es el país y el estado en los que yo creo, porque aman su origen, porque se enorgullecen de sus tradiciones, porque tienen identidad propia y, por lo tanto, carácter. El México y el Aguascalientes que, con sus mujeres y hombres, se afianzan en su cultura para proyectarse con fuerza y entusiasmo hacia las más grandes alturas.
¡Que viva la grandeza de la Fiesta Brava!
¡Que viva la libertad!
¡Que vivan los países y, sobre todo, las personas que la defienden!
¡Que viva Aguascalientes!
¡Que viva México!”.