Destacan la clase y el temple de Álvaro Lorenzo y el valor desmedido de Montero en el festival benéfico de Villaseca de la Sagra

García Pulido y Álvaro Seseña cortaron una oreja en una tarde en la que los novillos de La Buitrera y Conde de Mayalde fueron premiados con la vuelta al ruedo

7 de diciembre de 2024/Texto y fotos: Patricia Prudencio

Villaseca de la Sagra celebró un festival benéfico para los afectados por la DANA.  Los toreros Esaú Fernández, Cristián Escribano, Álvaro Lorenzo, Francisco Montero, García Pulido, Sergio Rodríguez, Jorge Molina y Álvaro Seseña se midieron a los novillos de La Olivilla, San Román, La Buitrera, Mariano de León, San Isidro, José Cruz, Juan Carlos García Rivera y Conde de Mayalde. Esaú Fernández buscó las teclas al de La Olivilla, un novillo muy justo de fuerza y de limitadas opciones. Cristián Escribano dejó pinceladas en su faena con el de San Román, aunque sin terminar de redondearla. Álvaro Lorenzo derrochó temple y clase con un gran novillo de la Buitrera que fue premiado con la vuelta al ruedo y al que le cortó las dos orejas. Francisco Montero derrochó verdad y un valor seco y desmedido, arriesgando en exceso con el de Mariano de León. García Pulido cortó una oreja al de San Isidro tras una faena que permitió la expresión y el lucimiento, con una embestida clara que se entregó. Sergio Rodríguez se midió al de José Cruz, un novillo de muchas teclas y de embestida bronca. Jorge Molina desarrolló una faena excesivamente larga ante el de Juan Carlos García Rivera. Álvaro Seseña cortó una oreja en una faena en la que midió muy bien los tiempos ante el de Conde de Mayalde, un novillo de vuelta al ruedo que derrochó fijeza y celo, mostrando una embestida infinita.

Esaú Fernández saluda una ovación 

Esaú Fernández se fue a portagayola para recibir de rodillas con una larga cambiada a «Bubosa» de la ganadería de La Olivilla. Después siguió a la verónica, pero al animal no le sobraban las fuerzas. Se cambió de tercio, pero antes de iniciar la faena, brindó a sus compañeros. Montó la muleta, le citó a media distancia y por el derecho lo fue pasando con despaciosidad. El animal acudía y seguía el engaño,  pero no le sobraban las fuerzas, por lo que se convirtió en un tira y afloja por intentar encontrar el acople. Cambió al natural y a media altura, perdiéndole pasos lo fue llevando. El animal se echó, pero Esaú no paraba de buscarle las vueltas al primero de la tarde. Volvió al pitón derecho y, de uno a uno, lo fue pasando con temple y mucha suavidad. Sin embargo, el animal quería más que podía, así que el diestro volvió a cambiar al pitón izquierdo y perdiéndole pasos siguió pasandole en la franela. El abreplaza perdía las manos constantemente y ya no quería pelea, pero el matador insistió por el pitón izquierdo antes de ir a por la espada. Lo cuadró y mató con acierto.

Escribano, pinceladas en el tira y afloja con el segundo 

Cristián Escribano se fue a la puerta de toriles para recibir a «Cortaviento» de la ganadería de San Román con una larga cambiada de rodillas. Después siguió con el saludo capotero en el tercio con otra larga cambiada de rodillas. Se pudo lucir y estirar con la seda hasta que lo sorprendió al meterse por dentro y se lo llevó por delante. Brindó al respetable y por el pitón derecho, genuflexo, comenzó su faena. Cambió al natural y dándole el pecho tiró de el llevándole a media altura. De uno en uno fue pasando en su muleta a un animal que seguía el engaño, aunque se metía por dentro y sacaba la cara alta desluciendo. Le dio tiempo y sitio para ordenar la faena y las embestidas de aquel novillo. Volvió a citarle por el izquierdo, pero tampoco le sobraban las fuerzas. Tuvo que seguir de uno en uno intentando poner el lucimiento que le faltaba al animal. Encontró la expresión a cuentagotas. Montó la muleta, le intentó bajar la mano y tirar de el, pero se le venía recto y ya no permitía el lucimiento. Lo mató al segundo intento tras un aviso.

Álvaro Lorenzo cuaja una gran faena al de La Buitrera y corta las dos oreja

Álvaro Lorenzo recibió con un lucido ramillete de verónicas a «Nicotina» de la ganadería La Buitrera. El diestro cautivó desde el principio, derrochando clase y temple. Montero realizó un completo quite al que respondió, no con menos lucimiento, Álvaro. En los medios con un pase cambiado por la espada comenzó su faena, para después seguir por el pitón derecho. Le dio sitio a un animal que acudía con fijeza y seguía con celo y transmisión el engaño,  lo que permitió que ligara una tanda aplaudida en el tendido. Cambió al natural y de uno en uno,  girándole la muñeca le llevaba hasta el final con temple y suavidad, llevándoselo a la cadera. Le fue bajando la mano, dejando naturales con sabor y mucha clase, cuajando a un extraordinario tercero que pedía tela. Retomó el pitón derecho y se lució con recursos de su tauromaquia antes de volver al natural y seguir dejando bonitos y profundos naturales. Montó la muleta y de rodillas le toreó en redondo, pasándolo por ambos pitones sin moverse ni un ápice hasta cerrar con un desplante de rodillas que no dejó indiferente al tendido. Fue a por la espada y culminó con un estocadón.

Montero y su valor seco corta dos orejas 

Francisco Montero se fue a portagayola para recibir a «Trigoso» de Mariano de León con una chaquetilla y una bandera de Valencia, pero el animal se lo llevó por delante. Tardó pero se recompuso y volvió a la cara del novillo, pasándolo ahora por su capote con una larga cambiada, a la que siguió por verónicas. Se lució el matador protagonizando el tercio de banderillas con pares reunidos. Brindó al cielo y genuflexo lo fue probando para comenzar su faena por el pitón derecho, llevándolo a media altura. Le dio tiempo y distancia a un animal que acudió con prontitud. Lo pudo llevar metido,  permitiendo una ligazón intermitente en una tanda que cerró con el de pecho. Cambió al natural y con el paso atrás lo toreó en redondo. Le dio tiempo nuevamente y citó de lejos sobre el pitón izquierdo de un animal que seguía acudiendo. Francisco Montero exprimió en una faena muy torera a un ejemplar al que solo le faltó algo de fuerza, pero con condiciones. Dejó su sello, con pases mirando al tendido, desplantes, arrojo y una valentía temerosa en la que no escatimó. Escuchó un aviso, pero siguió toreando. Se puso la muleta plegada a la espalda y lo citó para después cerrar con manoletinas de rodillas. Lo cuadró y se tiró a matar sin muleta, llevándose una fea voltereta.

Pulido, matices ante el de San Isidro, con el corta una oreja

García Pulido paró genuflexo en su capote a «Formidable» de la ganadería de San Isidro, para después estirarse a la verónica con él. De rodillas en el tercio comenzó Guillermo se faena, pasándolo por ambos pitones. Montó la muleta y con el paso atrás fue ligando los muletazos ante un novillo presto y que atendía al cite del matador con celo y fijeza. Le dio sitio y el animal se arrancaba de lejos, por lo que Pulido aprovechaba la inercia para ligar los pases, encontrando expresión, ritmo y comtinuidad. Cambió al natural, queriendo lucir su embestida, citándolo de lejos también por ese pitón. Le llevó largo, girándole la muñeca con naturales de cierto peso y calado. Siguió por ese pitón, logrando una tanda reconocida en el tendido. Le bajó la mano y siguió. Se lució con pases en redondo y recursos de su tauromaquia, aprovechando la fijeza del animal. Cerró con unos naturales y fue a por el estoque, pero pinchó.

Sergio Rodríguez y un tira y afloja con el sexto

Sergio Rodríguez recibió con un lucido saludo capotero a «Virrey» de la ganadería de José Cruz. De rodillas por el pitón derecho comenzó su faena en el tercio y siguió en pie hasta que lo prendió sin consecuencias. Volvió a la cara por el  izquierdo y de uno en uno lo fue intentando meter en su muleta, pero el animal tenía muchas teclas que tocar en aquella embestida bronca. Le dio sitio y tiempo, para volver a tirar del animal al natural, trantando de templar y suavizar aquellas asperezas. Lo llevó a media altura, metiéndole poco a poco en la muleta, dejando una tanda aplaudida en el tendido. El animal seguía el engaño pero sacaba la cara alta, aun así Sergio insistió por el izquierdo dejando algún natural con sabor. Fue a por la espada, cerró con unos naturales, lo cuadró y falló con el acero.

Molina, faena excesivamente larga ante el de Juan Carlos García Rivera

Jorge Molina paró a «Fortuno» de Juan Carlos García Rivera con una chicuelina para después bregarlo. Le probó por ambos pitones, sacándolo para comenzar su faena por el pitón derecho, ligando los primeros pases hasta que el animal perdió las manos. El viento comenzó a molestar, pero con el paso atrás fue ligando los pases, cerrando con el de pecho y logrando una tanda reconocida por el respetable. Siguió al natural, pero tenía menos recorrido por ese pitón y era más bronco. Por lo que decidió retomar el pitón derecho, pero volvió a caerse, desluciendo la faena. Le dio el pecho, tiraba de el y de uno en uno el animal pasaba. Siguió alternando pitones sin terminar de redondear su faena ante un ejemplar de embestida deslucida. Alargó en exceso y llegó a escuchar el aviso antes de entrar a matar, de hecho siguió toreando. Falló con el acero, teniendo que descabellar.

Álvaro Seseña corta una oreja en una faena medida ante un gran novillo de Conde de Mayalde 

Álvaro Seseña recibió a «Entrador» de Conde de Mayalde en su capote con unas verónicas de rodillas. Tras brindar en los medios, lo pasó por ambos pitones, obligándole para seguir por el pitón derecho, toreando en redondo  a un animal que transmitía y seguía el engaño con celo y fijeza. Siguió en los medios ligando los pases, bajándole la mano y  enroscándose con el. Cambió al natural con un animal que seguía la tela y poseía transmisión y contenido en su embestida, también por ese pitón. Álvaro ligaba sus tandas en una lucida faena que tomaba vuelo. Con un pase de las flores retomó el pitón derecho, dejando el paso atrás y girando sobre sí mismo, bailando con el de Conde de Mayalde. No quiso alargar y fue a por la espada, hizo su epílogo por bernardinas, lo colocó en suerte y falló con el acero.

Villaseca de la Sagra. Novillos de La Olivilla, San Román, La Buitrera, Mariano de León, San Isidro, José Cruz, Juan Carlos García Rivera y Conde de Mayalde para Esaú Fernández, saludos; Cristián Escribano, saludos tras aviso; Álvaro Lorenzo, dos orejas; Francisco Montero, dos orejas tras aviso; García Pulido, oreja; Sergio Rodríguez, saludos; Jorge Molina, saludos tras aviso; Álvaro Seseña, oreja.

Incidencias:

Antes del comienzo del festejo el alcalde de la localidad, Jesús Hijosa, agradeció el esfuerzo de todos los participantes para la celebración del mismo así como a los asistentes. En el paseíllo sonó el Himno de Valencia.

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