
8 de marzo de 2025/Patricia Prudencio Muñoz
Mary Ángeles Castro, periodista y responsable de comunicación del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, protagoniza el Día de la Mujer de Guarismo del ocho. Un ejemplo de superación y dedicación a su profesión, que no ha tenido un camino fácil. Siempre ha trabajado demostrando su valía, tocando muchas puertas para buscar esa oportunidad que le permitiera, como a los toreros, mostrar todo lo que tiene dentro. Aunque las puertas no se abrieron en su momento, llegó una oportunidad que fue la recompensa a todo lo que había experimentado años atrás y al apoyo de un padre que no le dejó alejarse nunca de la comunicación, de su pasión, confiando en que un día llegaría. Sabe que ser mujer en un sector como el toro no es una labor sencilla, pero es fiel a sus valores y a su forma de ser, manteniendo siempre los pies en el suelo, lo que le ha permitido llegar al cargo que ostenta con mucho temple y experiencia. Sabe que el toro no mejorará para la mujer, sin embargo, hay lugar a la esperanza en cuanto a la Fiesta, ya que no deja de crecer, más aún en la Comunidad de Madrid y su apuesta en firme a los toros.
¿Cómo son tus inicios? ¿Quién te aficionó a los toros?
A mí me cuentan que la primera vez que me trajeron a Las Ventas, a una andanada, fue cuando tenía dos años. Es cierto, que mi padre siempre ha sido del sector, incluso fue novillero, así que, en cierto modo, me lo ha inculcado desde antes de que tuviera uso de razón, siempre le he visto en casa con el esportón, las zapatillas, las medias… es algo que me ha llamado la atención desde siempre. El impulsor y el que me mete de lleno en este mundo es mi padre. Además, él estudió periodismo y yo decidí seguir sus pasos.
¿Nunca pensaste en tomar los trastos y empezar esa andadura como torero?
Si los he cogido, sobre todo, en mi época adolescente y alguna vez me he puesto delante, pero rápidamente me di cuenta que con el miedo que pasaba no iba a ser posible. Entendí que lo mío era el micrófono, aunque ahora no lo ejerzo como tal al 100%. De hecho mi objetivo era valorar, de la forma más correcta posible, a los que se ponían delante y se jugaban la vida.
Encontraste este término medio, ese punto de encuentro entre dos de tus pasiones, el periodismo y el mundo del toro
Cuánto no me llamará la atención, que antes de empezar la carrera, la primera entrevista la hago en la Venta del Batán, en una época en la que estaba José Luis Bote en activo y había 2 alumnas. Recuerdo que tenía unos 16 años y entrevisté a Patricia Navarro, ahora compañera en La Razón; y a Ana Infante, que en aquel momento era de las primeras alumnas que había en la Escuela.
¿Cómo fueron tus inicios como profesional del periodismo taurino? ¿Cómo te introduces en el? ¿Fue muy complicado?
En aquella época, tuve la suerte de que mi padre dirigía un programa en un medio local, por lo que él me abrió la primera puerta para poder probar y ver cómo me sentía delante de una cámara, un micrófono o incluso delante de las figuras, entrevistando a todas las del momento como el Litri, Jesulín de Ubrique, Ponce o El Juli. Sin embargo, no me quería quedar ahí y es cuando empiezan las dificultades y las problemáticas del mundo del toro para una mujer que se quiere dedicar a la comunicación y que no lo hace del todo mal porque empieza a molestar.
¿Cómo fue esa relación con el resto de compañeros y medios, sin olvidar que siempre se dice que es un mundo de hombres?
Sigue siendo un mundo de hombres y lo seguirá siendo. Hace 25 años, la imagen de una chica tan jovencita en un callejón no era habitual y salía a relucir el machismo del mundo del toro, dentro de los propios profesionales del sector. Por este motivo, hay que marcar esa línea en la que quede claro que estás ahí para trabajar.
Cuando termino mi carrera, me especializo en un máster en comunicación, presentación de radio y televisión y el máster de periodismo taurino que se hacía en la Complutense. Entonces llega el momento de tocar las puertas, pero esas puertas nunca se abrieron. Cada Temporada contactaba con todos los grandes pidiendo una oportunidad, incluso llegué a ofrecerme para trabajar sin cobrar, porque quería que me probaran. Pedía una oportunidad en un callejón, con un micro de un medio, ya no te digo nacional, lo que se pudiera. Nadie me dio nunca la oportunidad de poder demostrar que valía, que me había preparado para eso.
De repente, en el 2006, Antena 3 decide volver a retransmitir Corridas de Toros. Entonces, me informan que van a hacer un equipo con Ortega Cano en la narración, Victorino Martín y Javier Gallego y necesitaban una persona para callejón. Por lo que me pongo en contacto con alguien muy vinculado al mundo del toro, una gran persona que ya desgraciadamente no está, al que estaré eternamente agradecida. Él era Julio Pacheco, que fuera alcalde de Humanes, al que le dije que necesitaba que me ayudara y pude hacer una entrevista, consiguiendo ser, durante esa Temporada, la persona de callejón en Antena 3. Aquello fue todo un escaparate, una gran experiencia que me sirvió mucho a nivel moral. La gente me pudo ver a nivel nacional. Muchos se preguntaban de dónde había salido esa chica que sabía tanto de toros.
En muchos momentos yo fui desplazada. Parece mentira, pero es la realidad, ya en aquella época no podías saber más de toros que un hombre, a pesar de que haya mujeres perfectamente capacitadas para narrar una corrida de toros igual o mejor que un hombre.
Hoy lo tengo clarísimo, con el paso del tiempo y llevando tres años en el Centro de Asuntos Taurinos, a mí no se me dio la oportunidad por miedo a la competencia. En aquel momento no lo veía.
En el 2000, me ofrecieron ir a Colombia a retransmitir y aquello fue todo un reto, hice la Feria de Cali, Medellín, Cartagena de Indias, Bogotá… En Sudamérica se retransmite y se vive la fiesta de una manera muy distinta, los toros se retransmiten como si fuera fútbol. Hay mucho dinamismo, la gente va en los coches escuchando el previo, luego la corrida, el remate, etc. Así que me di cuenta de que el periodismo que hacíamos en España no tenía nada que ver con el periodismo que se hacía allí. Además, tuve problemas por hacer un periodismo claro y transparente, con alguna que otra amenaza. Sin embargo, aprendí mucho, fue una experiencia que yo conseguí sola. Todo surgió porque, durante un San Isidro, entrevisté a un periodista colombiano y me dijo que me quería con él en Colombia. No tuve miedo, pero sí nostalgia, fue duro y me sirvió mucho.
¿Qué cosas has tenido que sacrificar para poder mantenerte en el toro, para poder seguir viviendo de esta profesión?
Sacrifiqué mucha parte de mi juventud, porque los fines de semana los dedicaba a ir a todos los pueblos del mundo, habidos y por haber. Yo tenía que estar ahí, tenían que verme. Hice de todo, saqué revistas, saqué web… todo lo que había en aquella época. Inventaba todo, llegando a crear una revista gratuita, que se repartía en las plazas, como por ejemplo en la reaparición de José Tomás en Barcelona. Trataba de reinventarme cada temporada.
Sacrifiqué el ser madre tardía, porque estás en otras cosas y nunca era el momento, pero no sacrifiqué mucho más. No me arrepiento de nada, pero te hablo desde la posición que estoy ahora mismo, es decir, siendo una mujer realizada laboralmente y familiarmente. No me arrepiento de haber iniciado este camino, a veces tan ingrato.
¿No cambiarías nada?
Pequé de buena en muchos momentos y a veces el ser bueno o demasiado bueno en este mundo no te abre puertas, no te sirve para nada. Hay que tener más gatos en la barriga como dicen ellos. Cada uno tiene su forma de ser y yo era así con 20 años y soy así ahora. No cambiaría nada, porque creo que esto es una cuestión de valores y de lo que te inculcan en casa desde que eres pequeña. Por eso, lo importante es siempre tener humildad y los pies en la tierra, porque nunca se sabe.
¿Qué dijo tu padre cuando le dijiste que querías dedicarte a este mundo?
Me apoyó siempre, él ha sido el que me ha empujado y por él es por el que yo no he tirado nunca la toalla. He trabajado en múltiples sectores, pero siempre, cada temporada, trataba de hacer algo de toros, hacía un blog, inicié un libro que nunca lo publiqué pero que tengo ahí en un cajón… Él ha sido mi motor, por eso, el día que a mí me nombran para este cargo y vi su llanto, supe que había merecido la pena tanto esfuerzo. Él siempre ha confiado en que el momento llegaría, animándome para que no me rindiera, a pesar de que yo le dijera en alguna ocasión que la oportunidad no llegaba. Pero confiaba en que llegaría y no llegó ni tarde ni temprano, lo hizo cuando tenía que ser. Quizá, si hubiera sido antes, lo hubiera disfrutado de otra manera, soy madre y tengo que compatibilizar todo, pero ha llegado en el momento justo, en un momento de madurez perfecto para mí, porque como he vivido tanto y me he curtido tanto en los años anteriores, me llega teniendo mucho temple. Si esto te pasa con 22 o 23 años, a lo mejor te vuelves loca.
¿Siendo mujer es más compleja la conciliación? ¿Quizá un hombre tendría menos dificultades?
Cuando me quedé embarazada, una amiga me preguntó si estaba segura, porque siempre me decía que los niños son para las madres, y tenía toda la razón. Es verdad, que es complejo, además yo por circunstancias estoy sola con mi hijo y es muy difícil. Es verdad que crece y hay momentos que no lo puedo ver todo lo que quisiera, pero siempre le he explicado que la vida es así y que tengo que trabajar porque es el momento y el trabajo no espera, si te bajas del tren, se subirá otra persona. Un hombre, aunque se dedique a su casa y demás, no lo vive como una mujer y esto no es feminismo, es la realidad.
¿Sientes mayor presión en la profesión por ser mujer?
Siempre tienes que estar en continua evolución y en continua demostración, más aún en un sector como este. Un sector como muchos otros en el que posiblemente están deseando que patines en algo para decir, yo lo sabía. En mi cargo actual se juntan dos mundos muy complicados, que es el mundo del toro y el mundo de la política y eso es como una bomba explosiva y no puedes fallar.
Soy muy de energías e intento que nada me afecte, es como si fuera metida en mi propia burbuja de luz, siempre optimista y positiva, aunque tenga un día malo. Yo llego aquí y estoy trabajando en el lugar que siempre soñé y eso es un privilegio, así que cualquier problema que pueda venir lo resuelvo con una sonrisa. Porque uno de los peores defectos que pueda tener el ser humano es la envidia, algo que no entra dentro de mi forma de vida ni de mi forma de ser, al contrario, siempre intento echar una mano ya sea mujer sea hombre. Si al final, la vida son cuatro días, para qué vas a estar en esas cosas si puedes ayudar. Llevo en este puesto tres años, muy intensos, en los que no he querido ni quiero competir con nadie, soy así y podré gustar más o menos, pero mi trabajo se ha reconocido en el lugar donde tiene que ser reconocido, así que lo demás…
¿Qué ha sido lo que más te ha marcado en tu trayectoria?
Me han marcado situaciones, sobre todo trabajando, cuando ha habido toreros heridos ,que son amigos y los he visto al borde de situaciones muy complicadas. En esos momentos, he sufrido mucho. A nivel personal me han marcado los desprecios, el aislamiento y el machismo en algunos momentos. Sin embargo, creo que con el trabajo y con la mentalidad de superarlo, lo he pasado. He pasado esos obstáculos. Pero quizá te marcan circunstancias como el hecho de tener que ir a la Fraternidad a entrevistar a un tío que le ha partido toro por la mitad. Marca porque creas un vínculo de amistad, porque los has entrevistado muchas veces y a muchos los conoces desde niños. Recuerdo hacer una entrevista a la madre de El Juli en Feligrés, con motivo del Día de la Madre, contándome todo, viendo el sufrimiento en su mirada. En este tipo de entrevistas empatizas hasta tal punto que piensas que si el día de mañana un hijo me dijera que quiere ser torero, tratas de desviarlo rápidamente para evitar sufrimientos.
De los momentos bonitos, de todos los que he contado, debo añadir el reconocimiento de la gente de a pie, así como el reconocimiento que tengo de mis jefes, es de las cosas que más satisfacción me pueden dar a nivel profesional.
¿Tú crees que mejorará la situación para la mujer en el mundo del toro?
No para la mujer, sí para la Tauromaquia, porque cada vez hay más jóvenes. La Fiesta se encuentra en un gran momento, al alza. El sector se mueve y avanza sin frenos, no lo va a parar nada ni nadie. Sin embargo, a nivel periodístico y profesional seguirá habiendo problemas, envidias, celos… Ahora mismo está Olga Casado, uno de los nombres más interesantes del panorama taurino actual, que debuta con caballos este fin de semana en Olivenza… la conozco desde hace años y sé que no la ha resultado fácil, porque sigue siendo un mundo de hombres, a pesar de que los medios vuelquen mucho el foco sobre ella, por estar despuntando como mujer, más aún a raíz del festival de Vistalegre, sigue haciendo dificultades.
Si reflexionamos sobre cuántas mujeres hay ahora mismo en retransmisiones taurinas, son muy pocas. No hay mujeres en el callejón y mucho menos narrando, tal y como podrían estar haciéndolo perfectamente. No sé porqué no se les da la oportunidad de que lo hagamos. No veo que haya un relevo generacional, porque cada vez se dan más oportunidades a los hombres. Pienso que a las mujeres se les da muy poca cancha y creo que va a seguir siendo así, a menos que no vengas con un apellido o alguien detrás que te respalde. En los deportes, en el fútbol ya vemos las mujeres comentando los partidos, no solo en el campo, sino también frente a la cámara.
Un mensaje a la mujer del mundo del toro ¿cuál sería?
Quiero transmitir un mensaje de total energía positiva y optimismo, dentro del ámbito de cada una, ya sea dentro del mundo del periodismo taurino, a la que sea madre, hermana, mujer de un torero, a la que se sienta en un tendido, a la que haga un desfile con marcas taurinas. No pueden rendirse, deben continuar apoyando el mundo del toro, cada una desde el ámbito que le corresponda, pero siempre en positivo. Creo que también depende de cómo veamos la vida y con un pensamiento positivo se atraen muchas cosas positivas. También es fundamental el sacrificio, la constancia y el no rendirse nunca. Por ello, quiero desear una feliz Temporada para todos y un feliz Día de la Mujer.