El destacado varilarguero Francisco “Curro” Campos dijo adiós a la profesión durante la reciente novena corrida sanmarqueña

12 de mayo de 2025/Adiel Armando Bolio/Foto: Emilio Méndez

Fue el pasado viernes 9 de mayo, dentro de la novena corrida de la CXCVII Feria Internacional de San Marcos 2025, en el cincuentón coso Monumental de Aguascalientes, donde el sobresaliente picador de toros mexiqueño Francisco “Curro” Campos dijo adiós a la profesión, tras casi 35 años como socio activo de la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros y, casi 37 desde que se hizo aspirante a tan honorable desempeño.

Fue precisamente, en tal ocasión de la afamada verbena sanmarqueña, cuando “Curro” dio su puyazo postrero al toro llamado “Surrealismo Geométrico”, marcado con el número 360 y con 500 kilos, de la dehesa regional de San Isidro y que le tocara como segundo en su lote al matador de toros local Arturo Saldívar, al que le cortó las orejas.

Así que, pasada la faena de Saldívar, de recibir los dos trofeos auriculares y de dar la vuelta al ruedo, dio paso para que “Curro” Campos, tercera generación de esta dinastía y último de ella que se despide de los ruedos, se fuera a los medios para agradecer la sonora ovación al tiempo que su padre, don Delfino Campos, picador retirado, ante el testimonio de su primo Gustavo, banderillero también en el retiro y, sus hijos, Emiliano y Romina, le quitó simbólicamente la espuela de la bota izquierda y, entonces. inició en un marco pleno de sensibilidad una emotiva vuelta al ruedo acompañado por sus compañeros subalternos, previos abrazos y buenos deseos de los matadores en turno, el ibérico Fernando Robleño, Arturo Saldívar y Fermín Espinosa “Armillita IV”, además de los integrantes del servicio de plaza.

Terminó el recorrido a la periferia del ruedo y, de nuevo en el centro del mismo, agradeció todas las muestras de cariño por parte del público que no se cansaba de aclamarlo.

 

TORERO DE DINASTÍA

Francisco Campos Escalante forma parte de la dinastía torera que inició su abuelo don Leonardo Campos Robles, quien en los años 30 fue novillero, luego, en los 50, se hizo picador de toros y, por una lesión en la columna, se retiró al iniciar la década de los 70.

Don Leonardo tuvo dos hijos toreros, uno banderillero y el otro picador, Leonardo y Delfino Campos Alba, ambos retirados.

Leonardo tuvo a sus hijos los picadores Héctor y Hugo y, a Gustavo Campos Rubio, banderillero, todos retirados. Y, Delfino, sólo tuvo, como torero de a caballo, a Francisco Campos Escalante.

CASI 37 AÑOS DE TRAYECTORIA

“Curro” Campos inició su etapa de aspirante a picador de toros el 28 de marzo de 1989, a los 14 años de vida, actuando en “El Palacio del Arte” de Morelia, Michoacán, estando como tal un año y medio.

Vino su examen, avalado por la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, el 25 de diciembre de 1990, en el coso de Apizaco, Tlaxcala, yendo en el cartel Rodolfo Rodríguez “El Pana”, Aurelio Mora “El Yeyo” y Rafael Ortega, con toros de Atlanga, siendo el toro del examen el lidiado en tercer lugar y que le tocó en suerte al malogrado Rafael Ortega.

Durante casi 35 años de actividad profesional, “Curro” militó en las cuadrillas de varios diestros nacionales de relevancia como Eulalio López “Zotoluco”, Jorge de Jesús “El Glison”, Leopoldo Casasola, Joselito Adame, José Mauricio, Arturo Saldívar y Luis David Adame, entre otros.

Y en las de extranjeros como los españoles Manuel Caballero, Juan José Padilla, José Tomás y Julián López “El Juli”, así como el francés Sebastián Castella.

Durante su andar como hombre del castoreño, Francisco sufrió dos fracturas de nariz, una lesión en la encía, dos puntazos, uno en una pierna y otro en un tobillo, además, de sufrir ya secuelas por golpes en la zona lumbar.

Así es como un ser humano todo entrega y dedicación a la noble tarea de ser picador de toros profesional le dice adiós a ella sin deberle nada a nadie, al contrario, está más que agradecido a toda la gente que siempre lo apoyó en su carrera. ¡Enhorabuena “Curro” y hasta siempre!

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