
18 de mayo de 2025/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos Emilio Méndez
Las Ventas ha celebrado una corrida de toros, en la que además de colgar el cartel de «No hay billetes» se conmemoraron los 120 años de historia de la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia. Los diestros Uceda Leal, Daniel Luque y Emilio de Justo se midieron a los ejemplares de la ganadería de La Quinta. Los animales no fueron rotundos en la tela, con muchos matices, pero sin facilitar el triunfo a los diestros, que tuvieron que desarrollar faenas breves. Uceda Leal mostró y llevó a un toro con el que poco pudo hacer, por lo que abrevió. Con el cuarto desarrolló una faena corta y milimetrada en la que hubo grandes naturales, dotados de sabor y torería. Luque y el segundo de la tarde protagonizaron un tira y afloja en el que hubo momentos de imposición y gobierno del sevillano ante un ejemplar de muchas teclas. Luque le buscó las teclas al quinto, toro con el que dejó alguna que otra pincelada, pero que no redondeó. La faena de Emilio con el tercero se fue enfriando poco a poco, sin poder redondear una tanda ligada con su adversario. Dejó pinceladas con el sexto, en una faena en la que poco a poco se fue apagando el animal.
Uceda Leal, sin opciones abrevia con el primero de la tarde
Uceda Leal saludó al primero de la tarde sin poder lucirse con el. Inició la faena genuflexo, sacándolo del tercio. Sin un inicio demasiado definido, siguió pasando, midiendo aquella embestida con la que no encontraba acople. Cambió al natural, tratando de echársela abajo, pero sin poder ligar una tanda completa. Con mucha voz y sin poder ponerse quiso mostrarlo, pasándolo a su alrededor sin que la faena tomara forma. Mató con acierto.
Pinceladas de Luque en su tira y afloja con el segundo de la tarde
Luque bregó al primero de su lote, ganándole terreno. Resultó lucido y muy ceñido el quite de Emilio de Justo. Se llevó una merecida ovación Arruga tras su actuación en banderillas. Se hizo el cambio de tercio y Luque inició entre mucho cuidado y mucho temple la faena. Quiso seguir sobre el derecho, pero antes tuvo que medir bien las distancias y la altura al que llevarlo. Hizo una tanda breve, pero con ritmo y continuidad. El viento molestaba, pero Luque se entregó, bajándole la mano con poder y mando. Cambió al natural, tocándolo con firmeza para pasarlo y darle salida, pero se le volvía y quedaba muy encima. Recuperó el pitón derecho, envolviéndoselo a la cintura, transmitiendo y llegando con fuerza a los tendidos. Mató de una única estocada.
Emilio de Justo, faena de más a menos con el primero de su lote
Se lució Emilio de Justo, que se estiró por verónicas en el saludo capotero ante el tercero. Uceda quiso lucirse por delantales en el quite. Inició la faena con un tanteo por abajo, con firmeza y mucha determinación. Continuó por el pitón derecho, tocando y corriendo la mano en pases cortos y tandas medidas y algo más breve. Se paró la faena, reestructurando para empezar a pasarlo muy despacio sobre el derecho. Desarrolló la tanda basándose en el uno a uno, manteniéndose muy asentado, pero sin encontrar la continuidad en el de La Quinta. Cambió al natural y se lo llevó abajo a la cadera, dejándosela puesta para darle ritmo. Decidió continuar con el izquierdo, con muchas pausas, enfriando a los tendidos. Falló con los aceros.
Uceda corta una oreja al cuarto de la tarde
Uceda frenó y bregó al cuarto en un saludo breve y llevado. Brindó al público e inició su faena junto a las tablas, a pies juntos, con torería. Tiró del animal y se lo llevó más allá del tercio para hacer una tanda al compás de los «olé» del respetable. Siguió sobre el derecho, con pases de cierto sabor y profundidad con los que estaba calando. Cambió al natural, cuajando en su tanda más de un pase. Exprimió aquel pitón izquierdo, pero con tandas que no tuvieron la misma repercusión. Culminó con una buena estocada.
Se estiró Luque en su saludo capotero al quinto. Brindó desde los medios y en aquellos terrenos se quedó para citarlo, aprovechando la inercia de aquel primer pase con el que quedó metido en la tela. Se dispuso sobre el izquierdo, adelantándole la mano para asentarse con un toro al que le costaba el primer natural y a partir del cuarto. Cambió al pitón derecho para bajarle la mano y darle continuidad a una tanda breve. El toro aunque buscaba tela y metía la cara abajo, empezaba a mirar y a quedarse corto, con salidas en las que buscaba. Luque lo intentó y buscó las teclas sin demasiadas opciones con un ejemplar soso y desclasado. Mató con acierto.
Pinceladas de Emilio de Justo con el sexto
Emilio de Justo saludó al sexto en su capote, mimando a un animal que perdía las manos con facilidad. El presidente otorgó la devolución del animal a corrales y en su lugar salió el primer sobrero, también de La Quinta. El animal salió suelto, dificultando la labor del saludo capotero de Emilio de Justo. Se alcanzó la faena de muleta, pero antes el diestro decidió salir a los medios para brindar al público. Fue a su encuentro para ponerse de rodillas y, sin probaturas, empezar a pasarlo. Tuvo que levantarse, pero aquel inicio caló en los tendidos. Continuó sobre el derecho, en paso largo, para después dejársela puesta y aprovechar el ritmo que le prestó el de La Quinta. Después de cada tanda, le dio tiempo y sitio, para después volver a tratar de someterlo. Quiso llevarlo en largo al natural, uno a uno, ordenando y dando forma. De nuevo se empezaba a enfriar su faena. Recuperó el pitón derecho, pero no tardó en volver al natural para volver dejar pinceladas sobre el izquierdo. Falló con el acero.
Ficha del festejo:
Madrid. Toros de La Quinta. Los animales no fueron rotundos en la tela, con muchos matices, pero sin facilitar el triunfo a los diestros, que tuvieron que desarrollar faenas breves. Uceda Leal, silencio y oreja; Daniel Luque, silencio y silencio; Emilio de Justo, silencio tras aviso y silencio tras aviso.