
6 de junio de 2025/Texto y fotos: Emilio Méndez
Nimes ha iniciado su Feria de Pentecostés por todo lo alto, con una matinal y una corrida de toros en la que los diestros Morante de la Puebla, Alejandro Talavante y Marco Pérez, que tomaba la alternativa, se midieron a los ejemplares de la ganadería de Garcigrande. Los toros dieron un gran juego en la tarde, a excepción del primero que se vino a menos y del segundo que no brindó opciones. A pesar de que el tercero y cuarto fueron buenos, destacó muy por encima el sexto de la tarde, un gran toro de Garcigrande. La faena de Morante de la Puebla ante el primero de su lote estuvo repleta de matices y detalles muy toreros. Sin embargo, el animal no le brindó opciones, las cuales trató de buscar el diestro por ambos pitones. Destapó el frasco de las esencias en su segundo, con una faena que desbordaba arte, con un toreo lento y encajado que hizo las delicias del respetable. Sin embargo, aquella obra de arte fue empañada por los aceros. Talavante estuvo creando desarrollando una gran faena que fue a más, que cuajó mientras calaba con fuerza en los tendidos y que culminaba con una buena estocada, cortando así la primera oreja de la tarde. Talavante volvió a marcar la faena con un estilo propio ante un quinto al que llevó por ambos lado, luciéndose con variedad y transmisión. Marco Pérez se mostró firme y muy dispuesto con su primer toro, el toro de su alternativa, que fue viniendo a menos y con el que dejó dos lucidas tandas sobre el derecho. Cuajó al gran sexto de Garcigrande, en una faena que fue a más en emoción e intensidad, calando con fuerza en los tendidos nimeños.
Ovación para Marco, firme ante el toro de su alternativa
Marco Pérez saludaba al primero de la tarde por verónicas bien realizadas, luciéndose con el animal en su saludo capotero, el cual remató con una media. El toro fue bien picado en el caballo, pero el noblón se Garcigrande se fue viniendo a menos. Aún así, Marco desarrolló un lucido quite por chicuelinas, al que le siguió el tercio de banderillas y su ceremonia de alternativa, a manos de Morante de la Puebla y Alejandro Talavante como padrino y testigo, respectivamente. El joven torero brindó a su apoderado Juan Bautista y se fue a los medios para comenzar la faena con un pase cambiado por la espalda. Aquel inicio vino continuado por un par de tandas buenas sobre el pitón derecho. Sin embargo, tal como había anunciado, se fue viniendo a menos El primero de su lote, sacando la cara alta en cada muletazo. A pesar de ello, Marco estuvo firme y mostró disposición, queriendo llevarlo también sobre el pitón izquierdo. Culminó por manoletinas y una estocada al segundo intento que no fue suficiente, obligándolo a descabellar, pues el toro se resistía a doblar.
Morante de la Puebla, ovación en una faena repleta de pinceladas
Al segundo de la tarde lo saludó Morante de la Puebla con algunas verónicas de rodillas y otra en pie con las que gustó y se gustó. Sin embargo, el toro no se entregó a fondo a la obra de Morante. Se alcanzó la faena de muleta, con un inicio por estatuarios que el diestro desarrolló pegado a tablas, pasándolo hasta en cuatro o cinco ocasiones. Siguió con algunos detalles muy toreros, desarrollando una faena repleta de pinceladas ante un toro que no le permitió redondear su actuación. Morante le buscó por ambos por ambos pitones la escasas opciones que le brindaba. Dejó una estocada en buen sitio.
Talavante corta la primera oreja de la tarde
Talavante saludó al tercero de la tarde con dos faroles, dejando su sello en aquel recibo capotero al que siguió por verónicas y que remató con una media. El de Garcigrande cumplió en caballo, a lo que le siguió un quite de Talavante por saltilleras y gaoneras, además del quite de Marco también por tafalleras, bien realizadas. Se cambió el tercio, pero antes de iniciar su faena, brindó al respetable. Lo recibió en la franela creando una faena de mucho contenido, dotada de la creatividad de un inspirado Talavante. Llevó al primero de su lote por ambos pitones, cuajando una faena que fue a más, en la que incluso deleitó con alguna arrucina que caló fuerte en los tendidos. El extremeño también se la jugó, acortando distancias y exponiendo los muslos, metiéndose entre pitones, pero cuajando muletazos de mucho calado. Culminó por manoletinas muy ceñidas y una estocada quedó en buen sitio.
Morante de la Puebla desluce una obra de arte con el acero
Morante de la Puebla saludó al quinto con dos lances de rodillas que tuvieron un sabor muy añejo y puro. Siguió con algunas chicuelinas para dar paso al tercio de varas. El de La Puebla brindó al empresario Simon Casas, para después continuar con un inicio sentado en tablas, cuajando aquellos primeros muletazos que llegaron y emocionaron al respetable. Morante parecía haber destapado el frasco de las esencias, desarrollando un faena repleta de arte, en la que toreó muy despacio, estando muy encajado, pasándolo a pies juntos. Hubo momentos de gran intensidad y calidad. Sin embargo, aquella obra de arte se vio deslucida por los aceros.
Talavante corta una oreja al quinto de la tarde
Salió el quinto al que saludó Alejandro Talavante con algunas verónicas y chicuelinas, rematando aquel recibo con mucha torería. Brindó al público e inició su faena con algunos muletazos de calidad y muy buenos en el tercio. Volvió a dejar su sello en la faena, toreándolo por ambos lados y buscando el lucimiento con variedad, volviendo a ejecutar una arrucina. Culminó por manoletinas y una estocada en buen sitio escuchando un aviso.
Marco Pérez corta dos orejas a un gran sexto
Marco Pérez saludó al sexto con variedad, saliendo a por todas, sin dejarse nada en el tintero. Lo recibió con dos faroles de rodillas, para después estirarse con algunas verónicas y rematar con una media de rodillas y alguna que otra revolera para completar su saludo capotero. En el tercio de varas, el de Garcigrande cumplió ante la gran labor de Alberto Sandoval, que fue ovacionado por los tendidos. A aquello le siguió un quite extraordinario de Marco Pérez por chicuelinas por tafalleras muy ceñido, emocionando. Tomó la muleta, pero antes de iniciar la faena, brindó a su madre y a su hermana, para después irse a los medios y recibirlo en la franela con un pase cambiado por la espalda que cautivó. Aquella faena fue a más en emoción e intensidad a base de un toreo de mano baja con el que dejó muletazos profundos. Marcó los cuajó, abandonándose en aquella faena sin límites. Emocionó al público nimeño, toreando por ambos lados, con momentos muy buenos y de mucha calidad. Culminó con unos detalles muy toreros y un estocadón.
Ficha del festejo:
Nimes. Toros de Garcigrande. Los toros dieron un gran juego en la tarde, a excepción del primero que se vino a menos y del segundo que no brindó opciones. A pesar de que el tercero y cuarto fueron buenos, destacó muy por encima el sexto de la tarde, un gran toro de Garcigrande. Morante de la Puebla, ovación y ovación; Alejandro Talavante, oreja y oreja con aviso; Marco Pérez, ovación y dos orejas.