La torería y contundencia de Manzanares dejan su huella en Nimes y alcanza su primera Puerta de los Cónsules (Fotos)

7 de junio de 2025/Texto y Fotos: Emilio Méndez

Nimes celebró una gran corrida de toros en la que se colgó el cartel de «No hay billetes». Los diestros Sebastián Castella, José María Manzanares y Lalo de María se midieron a los ejemplares de la ganadería de García Jiménez. Los animales fueron variados en comportamiento pero con matices de calidad y condiciones en algunos casos, en los que la terna exprimió. Destacó muy por encima la clase del segundo que fue ovacionado en el arrastre. Aún así, tuvieron sus matices y sus teclas, siendo incluso complejos. Castella desarrolló una faena basada en el poder ante el primero de su lote, un toro que se vino a menos y que ya sólo le ofrecía medias arrancadas. Hizo una gran faena ante el quinto, a base de oficio, entrega y distancias muy cortas, siendo volteado. Manzanares cuajó al segundo de la tarde a base de arte, en una faena con sello propio que remató con un estoconazo a recibir. Culminó una gran faena y tarde a base de oficio y mucho poder con un sobrero al que le faltó un tanto de casta. Lalo de María dejó una faena de gusto con un trazo profundo en el que le corrió la mano al tercero, sin embargo, su labor se vio empañada por el mal uso de los aceros. Derrochó firmeza y entrega ante el sexto, buscando el triunfo en todo momento.

Firmeza de Castella ante el primero de la tarde

Salió el primero de la tarde para Sebastián Castella, que lo saludó con algunas verónicas bien realizadas hasta retomar con una media lucida. El toro apenas cumplió en el caballo, aun así, el francés no desaprovechó el quite, por chicuelinas muy ceñidas, dotadas de mucha torería. Se alcanzó la faena de muleta, pero antes  brindó al respetable para después iniciar una actuación basada en el poder. Se mantuvo muy quieto, pudiendo cuajar muletazos de mucho mérito, ya que su oponente no era nada fácil e incluso se  fue a menos. Ya solo ofrecía un peligro sordo de medias arrancadas. El poder fue la clave en su faena, sin embargo, deslució con el acero.

Manzanares corta las dos orejas tras cuajar una gran faena al primero de su lote

Manzanares saludó al primero de su lote y segundo de la tarde, un toro con clase y mucha calidad desde su salida. Lo cuajó por verónicas llenas de temple que remató doblándose con el animal. Llegó la faena de muleta, la cual inició por abajo, con torería, cuajándola a base de arte, con el sello personal de Manzanares. El diestro lo toreó por ambos pitones, emocionando, llegando a los tendidos nimeños. Culminó con unos detalles muy artísticos para matar con un estocadón a recibir.

Lalo de María empaña con el acero una actuación de gusto y entrega 

Salió el tercero de la tarde, al que saludó Lalo de María estirándose a la verónica, culminando su recibo capotero con una media. El de García Jiménez mostró un buen juego en sus inicios, pues tenía calidad. Después de que fuera picado y pasara por banderillas, el diestro francés decidió iniciar la faena doblándose con el animal. Se entregó, toreando con profundidad, poniéndole el engaño y corriéndole la mano, dejándola con gusto. Aquella actuación fue muy del gusto de los aficionados, que conectó con ellos. Sin embargo, toda su labor y lucimiento se esfumó tras fallar varias veces con el acero.

Castella corta una oreja al cuarto

Sebastián Castella saludó al cuarto de la tarde y segundo de su lote con unas verónicas bien realizadas que remató con una media. Se le realizó un buen tercio de varas a cargo de Manuel José Bernal. También destacaron en banderillas Alberto Zayas y José Chacón, que saludaron una ovación. Se alcanzó la faena de muleta, pero antes brindó. El francés desarrolló una faena llena de poder y mucha raza, imponiendo su jerarquía y, sobre todo, su oficio, pudiendo cuajar la faena a un toro con el que lo puso todo. No fue sencillo, pero Castella insistió y apuró las distancias con un toreo de cercanías, jugándosela. Pisó terrenos peligrosos y se llevó una voltereta en la que le prendió. Sin embargo, con vergüenza torera volvió a la cara del animal, levantándose sin mirarse. Culminó con una buena estocada al segundo intento.

Manzanares corta una oreja al sobrero a base de oficio y poder 

Salió el quinto de la ganadería de García Jiménez, sin embargo, después de pasar por el tercio de varas se partió el pitón, lo que hizo que el presidente sacara el pañuelo verde y este fuera devuelto a corrales. En su lugar salió el primer sobrero, al que Manzanares saludó estirándose por verónicas, dejando alguna chicuelina e incluso rematado su recibo con una revolera. El diestro trató de cuidar mucho las embestidas de su adversario, al que le faltó un tanto de casta. Fue a base de oficio y poder cómo consiguió hacer una faena importante que logró culminar con un nuevo estocadón a recibir.

Entrega de Lalo de María ante el sexto

Lalo de María saludó al sexto de la tarde en su capote, tratando de lucirse con algunas verónicas. En la franela se dispuso con voluntad, buscando ese ansiado triunfo. Por ello, no faltó entrega en aquella faena, en la que hubo muletazos muy buenos por ambos pitones, conectando con los tendidos nimeños. Sin embargo, en la suerte suprema el animal hizo por él, volteándolo. Se levantó con vergüenza torera y le dio muerte a su oponente.

Ficha del festejo:

Nimes. Lleno de «No hay billetes». Toros de García Jiménez. Los animales fueron variados en comportamiento pero con matices de calidad y condiciones en algunos casos, en los que la terna exprimió. Destacó muy por encima la clase del segundo que fue ovacionado en el arrastre. Aún así, tuvieron sus matices y sus teclas, siendo incluso complejos. Sebastián Castella, palmas y oreja; José María Manzanares, dos orejas y oreja; Lalo de María, silencio tras dos avisos y palmas tras dos avisos.

Incidencias:

Al finalizar el paseíllo le dieron un reconocimiento a Sebastián Castella por parte del ayuntamiento de Nimes por su XXV Aniversario de alternativa.

 

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