
15 de junio de 2025/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos Emilio Méndez
La plaza de toros de Las Ventas ha celebrado la corrida de toros In Memoriam, en la que los diestros Paco Ureña, Emilio de Justo y Borja Jiménez se midieron a los ejemplares de la ganadería de Victorino Martín. Los ejemplares fueron variados, con muchos matices a pesar se las dificultades presentadas. Los hubo con mucha calidad, como el quinto, pero sobre todo el sexto, que derrochó una gran calidad y fue premiado con una aclamada vuelta al ruedo. Paco Ureña no terminó de redondear una faena de altibajos con el primero de la tarde, un toro que se dejó llevar y con el que hubo matices, prestando buenas embestidas, sobre todo por el izquierdo. Ureña encontró a un cuarto sin emoción ni chispa, con el que desarrolló su labor al natural. Emilio de Justo derrochó ganas y entrega, pero sin terminar de acoplarse con un segundo complejo y de embestidas bruscas. Su faena fue larga, tratando de buscar las teclas y opciones a aquel toro de Victorino Martín. Emilio de Justo encontró acople y expresión en un toro con celo y chispa en su embestida, estando este entregado, pero sin permitir errores. Caótica y desordenada fue la faena de Borja ante el tercero, un toro muy exigente y encastado que no dijo demasiado con su embestida. Cautivó con su faena al sexto, medida y llevada en tandas cortas. El animal se entregó, mostrando una gran condición ante las demandas de Borja que tras dejar una buena estocada cortó las dos orejas.
Ureña, ovacionado ante el primero tras una faena que no termina de redondear
Paco Ureña no pudo estirarse con aquel reservón y brusco Victorino, que le midió en el saludo capotero. Lo tanteó Ureña en el inicio de faena con unos cuantos pases por abajo, cambiando rápidamente los terrenos. Más allá del tercio, uno a uno, ordenando, fue pasando aquella embestida, encontrando profundidad en un trazo largo en el que lo llevó toreado. Se la puso en la cara y tiró del de Victorino. Quiso mostrarlo al natural, envolviéndoselo a cámara lenta, ayudándolo en las salidas. El animal metía bien la cara en el inicio, pero después le iba costando algo más. Cambió al pitón derecho, pero ya no pasaba, siendo Ureña quien hiciera todo, cruzándose e insistiendo. Por el izquierdo le robó las últimas tandas y mató de una estocada defectuosa pero muy efectiva.
Emilio de Justo, entrega sin acople ante otro exigente toro de Victorino
Emilio de Justo conectó con los tendidos en su saludo capotero al primero de su lote y segundo de la tarde. Se alcanzó la faena de muleta y el extremeño lo tanteó por abajo, encontrando brusquedad en aquel toro. Se decidió por el pitón derecho, cambiando los terrenos, pasándolo, dándole salida, sin poder evitar que le tocara la tela. El de Victorino soltaba la cara, desluciendo los muletazos. Emilio de Justo optó por el izquierdo, pero la embestida era muy similar, a pesar de llevarlo metido, marcarlo con la ayuda y pasarlo de uno en uno, no lograba darle forma. Era brusco, arremetiendo contra la tela de De Justo, que quiso alargar, ahora por el derecho. Fue entonces cuando a base de voz y rabia logró robarle los pases. Era complejo, pero no dejó de intentarlo y encontró el reconocimiento del respetable. Mató con acierto.
Se estiró Borja con el tercero de la tarde, desarrollando un lucido saludo capotero con el que le fue ganando terreno. El sevillano también inició la faena por abajo, para después darle tiempo y sitio para seguir sobre el pitón derecho de un toro incierto y poco definido. No se acoplaba con el y decidió cambiar al toreo al natural, parando y reestructurando para tratar de dar forma a las series. Le llevó a media altura, echándole los vuelos a la cara para enganchar la embestida y llevarla metida. Desarrolló, mayoritariamente, su faena por el izquierdo, sin haber entendimiento entre ambos, siendo una de esas faenas que quitan el aire. El acero quedó muy deslucido.
Ureña ante un cuarto sin emoción
Paco Ureña saludó al cuarto, un toro que simplemente pasó por el capote, sin decir demasiado. Lo pasó por ambos pitones en el inicio de faena, sacándolo rápidamente fuera del tercio. Eligió el pitón derecho, buscando el sitio y las distancias, pasándolo a media altura. Después de aquella serie, el murciano le dio mayor largura al trazo, sin conseguir expresión en la embestida del segundo de su lote. Le faltó chispa al de Victorino Martín. Cambió al natural, logrando completar una tanda de esfuerzo y arrojo ante un toro que atendía y seguía el engaño como cualquier cosa. Siguió por el izquierdo, quedándose cada vez más corto, algo que pareció no importarle a Ureña, que decidió alargar. Montó la muleta en la mano derecha, se cruzó, le tocó en la cara y lo llevó.
Faena de emoción y entrega de Emilio de Justo en el quinto, que corta una oreja
Bregó por abajo Emilio de Justo al quinto, ganándole terreno y llevándoselo hasta los medios. Se dispuso con la muleta bajo los terrenos del tendido siete, despacio y con suavidad, tratando de tirar del animal y sacarlo del tercio. Siguió sobre el derecho y aunque empezó la tanda a media altura, le fue bajando la mano, sometiéndolo, encontrando el acople y la expresión. Embestía, se movía y seguía el engaño con ritmo, con esa chispa con la que encender la plaza. Cambió al natural, encontrando una embestida dotada de celo, fijeza y entrega con la que sí hacer faena. El extremeño dosificó y midió muy bien los tiempos para seguir con un toreo al natural de calado y repercusión, pasándolo en largo, también a base de mucho mando y sin errores, dado que no los permitía. Mató con acierto.
Borja Jiménez corta las dos orejas al sexto, un toro de vuelta al ruedo
Borja logró encelar en su capote al sexto, al que primero bregó y después se llevó a los medios. Se cambió el tercio y Borja brindó al respetable desde los medios para después iniciar la faena junto a las tablas de los terrenos del tendido 7. Sin probaturas se puso a torear, levantando a la plaza. Continuó al natural, con un toro pronto y con viveza en su embestida, sólo tuvo que dejársela puesta y tirar, pues el de Victorino seguía el engaño. Borja se encajó y aprovechó la fijeza del animal para llevarlo totalmente embebido en la tela con tandas cortas y bien llevadas. Desarrolló la faena en el tercio, llevándolo por ambos pitones y encontrando la misma entrega y trascendencia. Sin embargo, los mejores momentos los desarrolló con un toreo al natural que verdaderamente cautivó a los tendidos. Culminó con unos pases por abajo, ya en tablas, y una estocada certera y en bien sitio.
Ficha del festejo:
Madrid. Toros de Victorino Martín. Los ejemplares fueron variados, con muchos matices a pesar se las dificultades presentadas. Los hubo con mucha calidad, como el quinto, pero sobre todo el sexto, que derrochó una gran calidad y fue premiado con una aclamada vuelta al ruedo. Paco Ureña, ovación y silencio; Emilio de Justo, silencio y oreja tras aviso; Borja Jiménez, silencio y dos orejas.
Incidencias:
Culminando el paseíllo, se guardó un minuto de silencio en recuerdo a Don Victorino Martín Andrés, por quien dedicada esta corrida de toros In Memoriam.