
11 de septiembre de 2025/Patricia Prudencio/Fotos: Emilio Méndez
Valdilecha ha celebrado una novillada clasificatoria del Certamen del Sureste, en la que David Gutiérrez, Manuel Domínguez y Rubén Vara se midieron a los erales de la ganadería de Gabriel Rojas. Los animales tuvieron un comportamiento aprovechando, siguiendo el engaño con ritmo, dando emoción en las faenas. Fueron los más complejos el quinto y el sexto. David Gutiérrez desarrolló su labor al natural, con acople y entendimiento, aunque desluciendo con el acero. Ante el cuarto desarrolló una faena de menos a más en la que lo llevó totalmente metido. Manuel Domínguez llevó con armonía al segundo, pasándolo en largo e incluso envolviéndoselo a la cadera. Más exigente y complejo fue el quinto, ante el que desarrolló una meritoria labor que deslució con el acero. Rubén Vara derrochó firmeza y seguridad ante el tercero, un toro con el que hubo teclas y exigencia pero también muletazos de sabor y gusto. Firmeza decisión derrochó ante el sexto, un novillo complejo y algo más reservón.
David Gutiérrez saludó al primero de su lote llevándolo con suavidad, estirandose y dejando algunos matices. Inició su labor doblándose con el, sacándolo de tablas genuflexo. Se decidió por el pitón derecho, en largo, bajándole la mano poco a poco en una primera tanda de acople y entendimiento. No tardó en mostrarlo al natural, uno a uno, rectificando en los primeros pases, para que después encontrar el ritmo y la altura al que llevarlo, envolviéndoselo. Se encajó con el y se lo pasó con cierto sabor, calando en los tendidos. Culminó por manoletinas y el fallo con el acero.
Manuel Domínguez saludó rodilla en tierra al segundo de la tarde para después estirarse con el al tiempo que le ganaba terreno. Se lució también Vara con el capote a la espalda en el quite. Lo recibió a pies juntos, pasándolo por ayudados para después darle sitio y tiempo y seguir sobre el pitón derecho, llevándoselo a la cadera. Se asentó con el y se lo pasó alrededor con cadencia, temple y despaciosidad, toreando con mucha naturalidad y verdad. Lo llevó en largo, dejándosela puesta para aprovechar la inercia y ligar las tandas. Recuperó el pitón derecho para desarrollar una serie más y dar paso a las manoletinas. Mató tras varios intentos
Rubén Vara se fue con decisión para recibir a portagayola con una larga cambiada de rodillas al primero de su lote. Se estiró y lució a la verónica hasta culminar con un remate muy torero. El tercio de banderillas fue protagonizado por el joven novillero ante un eral pronto que se arrancó con viveza y le exigió, aunque se lució dejándo los palos con acierto. Dejó el último llamándolo de rodillas. Se alcanzó la faena de muleta, pero antes de comenzar brindó al maestro Fernando Robleño. Inició su labor de rodillas en los mismos medios, dejándosela muy puesta, llevándolo toreado. Sin apenas darle tiempo siguió sobre el derecho, con ritmo, aprovechando la embestida de un eral protestón, pero que seguía el engaño. Más teclas tuvo al natural. Pitón por el que lo sorprendió y prendió bruscamente, aunque sin aparentes consecuencias. Cambió al derecho, encajándose y pasándolo con gusto, dando paso a una nueva tanda al natural en la que se cruzó y en el uno a uno se lo envolvió, tocándolo con firmeza y mucha voz. Culminó con jnas manoletinas, incluso alguna de rodillas para después deslucir con el acero y escuchar un aviso.
Salió el cuarto, un novillo ajeno a la tela que se llevó por delante a David Gutiérrez cuando trataba de recibirlo. Se cambió el tercio y brindó a Fernando Robleño para después comenzar su labor desde los medios en un inicio ligado y de calado en los tendidos. Siguió sobre el pitón derecho, en la media distancia para después aprovechar la inercia, dejándosela puesta y darle ligazón a la serie. Hubo profundidad y largura en sus muletazos sobre el derecho. Cambió al izquierdo, marcando el trazo con la ayuda para pasarlo en la tela, encontrando poco a poco el acople, bajándole la mano, luciéndose con el toreo a pies juntos y algún que otro circular invertido. Retomó el pitón derecho, con pierna atrás, dejándosela puesta y ligando. Mató con acierto.
Se estiró por verónicas Manuel Domínguez ante el segundo de su lote, llevándolo con gusto hacia los medios. Inició su labor con la muleta por abajo, pasándolo por ambos pitones para después seguir por el derecho en una tanda sin demasiado acople. Lo movió y a vueltas con las distancias trató de pasar a un eral algo más reservón y con más teclas que los anteriores. Le tomó las distancias y altura al quinto, a pesar de los parones a mitad del muletazo. Alternó pitones, pasándolo a media altura, ya que no humillaba, pero sin lograr redondear una labor meritoria. Deslució con el acero.
Se emplazó el sexto, teniendo que salir Rubén Vara a saludarlo en su capote, bregándolo con firmeza, tratando de meterlo. Se cambió a banderillas, siendo el novillero quien las pusiera, haciendo un gran esfuerzo ante un eral parado. Inició su faena de muleta con decisión, llevándoselo a los medios para pasárselo sobre el pitón derecho, sin dejarlo parar, robándole cada embestida a base de raza. Lo mostró también al natural, pero tras una tanda cambió al pitón derecho, llevándolo en el uno a uno, cruzándose, recomponiendo en cada muletazos.
Ficha del festejo:
Valdilecha. Novillos de Gabriel Rojas para David Gutiérrez, ovación y dos orejas; Manuel Domínguez, saludos tras petición y oreja; Rubén Vara, oreja tras aviso y vuelta al ruedo.