
21 de septiembre de 2025/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos Emilio Méndez
Logroño ha celebrado la primera corrida de toros de su Feria Taurina, en la que los diestros Diego San Román, Bruno Gimeno y Aarón Palacio se midieron a los ejemplares de la ganadería de Fuente Ymbro. Los animales fueron variados en comportamiento y entrega, con una durabilidad medidas y comedida, saliendo algo ajenos al capote y con los muletazos contados en la faena. Destacó el cuarto por encima del resto y el tercero, aunque se fue viniendo a menos. También el sexto brindó opciones. Diego San Román apostó por el primero, un toro limitado ante el que se puso en una meritoria faena y con el que fue reconocido por el respetable que le pidió la oreja. El mexicano cuajó al cuarto, un toro de buena condición al que mostró por ambos pitones, exprimiendo el derecho, toreando con gusto y torería, incluso apurando las distancias. Culminó con un estoconazo una faena que era digna de dos orejas. Sin embargo, el presidente hizo gala de autoritario, robándole la segunda y, con ello, la Puerta Grande. Fabio Jiménez lo intentó con el segundo, un toro de escasas opciones que no terminaba de pasar, sin chispa ni emoción en sus embestidas. Meritoria fue su labor ante el quinto, un toro que se fue a tablas desde el principio, pero con el que a base de empeño le robó alguna que otra tanda en una faena repleta de matices. Aarón Palacio toreó con determinación y seguridad a un toro que de inicio dio movilidad y emoción, pero que poco a poco se iba quedando. Caló con fuerza ante el sexto, desarrollando una faena de acople y torería en la que le bajó la mano, desarrollando pases de mucho gusto y profundidad.
Diego San Román corta la primera oreja de la tarde
Salió el primero de la tarde para Diego San Román, que lo saludó con un farol de rodillas al hilo de las tablas para después seguir toreándolo en aquellos terrenos. Poco a poco le fue ganando terreno, llevándoselo más allá del tercio para echarse el capote a la espalda. Después de que pasara por el caballo, San Román volvió a echarse el capote a la espalda desde los medios para desarrollar un ovacionado quite. Se alcanzó la faena de muleta y el diestro la comenzó después de brindar al público desde los medios. Lo recibió en el engaño con un pase cambiado por la espalda y de rodillas, pasándoselo muy cerca. Le costó que el animal atendiera al cite y de hecho después de que lo pasara se le fue suelto. Lo movió tirando de el y le cambió los terrenos, iniciando una tanda sobre el pitón derecho, asentándose con el para envolvérselo, llevándolo totalmente metido, corriéndole la mano con gusto y temple. Continuó sobre el derecho, bajándole la mano, incluso encajándose con el, pasándolo a cámara lenta. Sin embargo, decidió dosificar, dándole tiempo y sitio para retomar y llevar de uno en uno a un toro cada vez más parado. Cambió al natural, aprovechando los vuelos, tratando de darle algo más de recorrido a una embestida cada vez más corta. No tardó en volver a buscar el pitón derecho, ahora en las distancias cortas, apurando embestidas muy cerca de tablas. Mató con acierto.
Fabio Jiménez busca las opciones en un toro que no se las brindó
Fabio Jiménez saludó al segundo de la tarde, al que pasó en su capote para que después de que se emplazara pudiera bregarlo y llevarlo. Tras un largo y tedioso tercio de banderillas se alcanzó la faena de muleta en la que la inició con un tanteo por ambos pitones, llevándoselo a los medios. Encontró un toro reservón y parado con el que no encontró ritmo. Se decidió sobre el pitón derecho, sin lograr que completara el muletazo, quedándose a medio viaje. La faena la llevó de uno en uno, sin emoción, teniendo que poner todo lo que le faltaba a su oponente. Cambió al natural, cruzándose y buscando unas opciones que fueron más que escasas, teniendo que tocarlo con firmeza y brusquedad para adentrarlo en los vuelos. Cada vez se le quedaba más encima. Falló con el acero.
La firmeza y determinación de Aarón Palacio cortan una oreja al tercero
Aarón Palacio saludó al primero de su lote, llevándolo hasta los medios a base de verónicas bien realizadas. Tras dos buenos tercio de varas y banderillas, el recién doctorado salió a los medios para brindar al público. Comenzó su labor doblándose con su oponente para sacarlo con ritmo y trasmisión. Se lo llevó a los medios y sobre el pitón derecho elaboró una primera tanda ligada en redondo en la que se la dejó puesta y tiró de la embestida. Le dio tiempo y sitio para después continuar sobre el mismo pitón, citándolo en la larga distancia para después aprovechar la inercia y volverlo a ligar. Había ritmo y calado a base de un buen toreo y muchos recursos, aunque también aguantando cuando se le quedaba. Cambió al natural, tocándolo adelantando el engaño, aprovechando los vuelos y cruzándose. Sin embargo, no tenía la misma largura sobre el izquierdo, por lo que decidió recuperar la mano derecha, retomando unas series de menor intensidad, pero con la misma repercusión. Culminó por manoletinas, muy firme y seguro sin rectificar ni un solo centímetro. Metió la mano con aseo y acierto.
Diego San Román cuaja una gran faena al cuarto y corta una oreja de mucho peso
Diego San Román saludó al cuarto de la tarde, un ejemplar al que lanceó y fue ganando terreno. El de Fuente Ymbro salió suelto, pero el mexicano ya le esperaba en los medios, pasándolo con variedad en su capote mientras lo bregaba. Brindó al público e inició su labor de muleta atalonado al firme, pasándolo a pies juntos con un pase cambiado por la espalda. Se puso a torear sobre el pitón derecho al compás de los «olé» de unos tendidos totalmente entregados a una labor templada, repleta de torería, clase y despaciosidad. Continuó sobre el mismo pitón, bajándole la mano, pasándolo en largo con uniformidad y armonía en tandas cortas. Cambió al toreo al natural, pasándolo también en largo, aprovechando la longitud de los vuelos para darle salida. Sin embargo, tuvo que sujetarlo para evitar que se le fuera y lo llevó metido. Supo dosificar muy bien el mexicano, sabiendo los terrenos que pisaba, volviendo a los medios con unos invertidos en redondo, aprovechando la buena condición del de Fuente Ymbro. Se abandonó desarrollando tandas de arte y rotundidad en las que hubo poso y mucha torería, cuajándolo. El animal seguía embistiendo y atendiendo a las demandas del diestro. Culminó por manoletinas de rodillas y todo un estoconazo.
Fabio Jiménez empaña su meritoria labor con el acero
Fabio Jiménez recibió al quinto, un toro suelto y ajeno al que lanceó. Inició la faena de muleta después de brindar al respetable. Comenzó junto a las tablas, doblándose con un ejemplar suelto, teniendo que ir tras el y continuar, prácticamente, en los medios. Trató de meterlo y fijarlo, por lo que las probaturas se redujeron y empezó a torear sobre el pitón derecho, perpendicular a tablas. Tuvo que tirar y moverlo, cambiando de nuevo los terrenos, evitando que se metiera en tablas. Continuó sobre el pitón derecho, uno a uno, dejándosela puesta sin lograr la repetición ni la ligazón. Fue un tira y afloja constante por mantenerlo en la tela. Cada vez más metido en el tercio, en cuanto veía las tablas, salía ajeno a toda demanda. Mostró disposición y ganas Fabio Jiménez, a pesar de las escasas opciones que le brindó el de Fuente Ymbro, logrando alguna que otra tanda completa muy meritoria. Fue su empeño el que le hizo sacar faena, apurándose en las distancias cortas. Alargó sacando de donde no había, sin embargo, empañó su labor con el acero.
Aarón Palacio corta las dos orejas al sexto
Aarón Palacio saludó con algunos faroles de rodillas al sexto, para después estirarse a la verónica con el. Brindó desde los medios y comenzó su faena de muleta de rodillas, recibiendo a un ejemplar que mostró por ambos pitones. Después de aquel explosivo inicio, volvió a tirar del animal para llevárselo a los medios. Continuó con unas series de gran calado y repercusión, llevando también al natural a un ejemplar al que le bajó la mano y desarrolló pases de mucho peso. Aprovechó aquella corta embestida para envolvérselo, atándolo en corto y llevándolo con gusto. Se lo pasó como quiso y por donde quiso con unos invertidos en redondo que dieron paso a unos naturales llenos de verdad y verticalidad. En la suerte suprema dejó una estocada tendida y caída y aun así el palco le dio dos benévolas orejas que le permitieron salir a hombros.
Ficha del festejo:
Logroño. Toros de Fuente Ymbro. Los animales fueron variados en comportamiento y entrega, con una durabilidad medidas y comedida, saliendo algo ajenos al capote y con los muletazos contados en la faena. Destacó el cuarto por encima del resto y el tercero, aunque se fue viniendo a menos. También el sexto brindó opciones. Diego San Román, oreja y oreja; Fabio Jiménez, silencio y silencio tras aviso; Aarón Palacio, oreja tras aviso y dos orejas.