La entrega herida de Molina y la magia sin acero de Plaza en Santander

El albaceteño salió a hombros tras una tarde de entrega y la espada se lo impidió al madrileño, que no remató con el acero su toreo de gusto; ovacionado Antonio Grande 

22 de julio de 2019/Texto y Fotos: Emilio Méndez

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Antonio Grande, José Fernando Molina y Fernando Plaza componían, en la tarde de este lunes 21 de julio, el cartel de la tradicional novillada picada de la Feria de Santiago de Santander. Se lidiaba un encierro con el hierro de Zacarías Moreno.

El primero de la tarde fue un novillo bueno y exigente. El salmantino Antonio Grande lo recibió con verónicas de rodillas entrelazadas con chicuelinas. Tras un buen tercio de varas, también realizó su inicio de faena de rodillas. Más voluntad que pulcritud en su faena, costándole trabajo matar al animal. Antes, finalizó labor por manoletinas. Ovación.

También transmisión tuvo el segundo de la tarde, un animal con el que Fernando Plaza dejó una enorme dimensión. Tafalleras muy ajustadas dejó el madrileño, brindando posteriormente al respetable para iniciar su labor muleteril por estatuarios. La primera de las series fue por el lado izquierdo, con la mano muy baja y mostrando una gran entrega. Dos series más a la derecha de trazo bajo llegaron arriba, siguiendo de nuevo por la izquierda. Escalofriantes fueron las manoletinas de rodillas de cierre, metiendo la espada defectuosa, por lo que tuvo que recurrir al descabello, yéndose por esa razón el triunfo. Palmas para el novillero.

Enrazado y exigente fue el tercero, al que saludó José Fernando Molina por verónicas, chicuelinas y una revolera. Disposición y firmeza del albaceteño en el inicio de faena, por donde dejó muletazos buenos y a base de entrega cuajó series de buen trazo. El animal le dio un tremendo volteretón, prendiéndolo de nuevo a la hora de la suerte suprema en la zona del escroto. Oreja para el joven y palmas al novillo en el arrastre.

El cuarto fue otro novillo exigente al que saludó con templadas verónicas Antonio Grande, rematando con una media de rodillas. Acudió fuerte al caballo el animal, quitando por chicuelinas el salmantino. Se dobló con torería el charro en el inicio de la faena, dejando algunos muletazos aislados a gusto, no terminando por romper su faena. Alargó el trasteo con luquecinas, fallando con la espada hasta el tercer intento, recibiendo finalmente palmas.

Con verónicas y chicuelinas saludó Fernando Plaza al quinto, al que también le dejó un quite por gaoneras. Brindó su labor a Emilio de Justo, comenzando su labor de rodillas en el tercio. Labor seria, quedándose muy quieto y dando una dimensión de torero incluso con retazos de magia. Se lo pasó muy cerca, con profundidad y con mucha personalidad. Todo lo bien hecho se esfumó por la espada, escuchando silencio tras aviso.

Enrazado también fue el sexto novillo, con el que mostró entrega y disposición, además de muletazos de calidad. Estocada y nueva oreja para Molina.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Cuatro Caminos, Santander. Segunda de la feria de Santiago. Novillada picada. Casi tres cuartos de entrada.

Novillos de Zacarías Moreno. 

Antonio Grande, ovación y ovación. 

Fernando Plaza, palmas y silencio tras aviso. 

José Fernando Molina, oreja y oreja. 

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