5 de agosto de 2019/ Luis Ramón Carazo

En días pasados, Diego Silveti presentó un muy bien realizado video con el afán de lanzar su temporada de final de 2019 e inicio de 2020, hecho que nos permite recordar lo bien que el renglón publicitario se manejan los toreros en su familia y me regreso al primer tercio del siglo veinte cuando su bisabuelo Juan, toreó con una muleta en la que se lee “Viva Calles” En referencia al candidato a  presidente y revolucionario mexicano, sonorense.

Su papá David, cuando reapareció en 1989 en La México, empezó a gestar la gran historia del Rey David del toreo y dentro de su equipo se valió de una brillante ejecutiva que había ocupado un puesto en mercadotecnia de una empresa transnacional y lo bien que lo hizo en los ruedos fue respaldado por la difusión profesional de su imagen.

Su tío Alejandro, además de un matador de toros importante y arquitecto, es desde hace años una fiera en el campo de la mercadotecnia y publicidad, por lo cual se pudiera afirmar de Diego: De casta le viene al galgo.

Su abuelo Juan, de apellido materno Reynoso en ese renglón era más discreto que su hijos o ahora su descendencia, con su académica interpretación del toreo, en los cincuenta del siglo pasado dejó una gran impresión en Madrid como bien lo relata Don Pablo Lozano, la Muleta de Castilla quién alternó muchas veces con el apodado Tigrillo, Juan acumuló siete trofeos en Las Ventas y dos salidas en hombros. Su bonhomía era reconocida por quienes tuvimos la fortuna de estrechar su cálida mano.

La fotografía que ilustra estas letras, se tomó antes de una corrida en el estado de Morelos y en la que mano a mano torearon Cañitas y Juan Silveti a principios de los cincuenta del siglo pasado, junto a ellos José Luis Carazo mi padre de sobresaliente, en una fotografía que me es entrañable por el significado que posee.

Jugaban frontenis, ellos Juan y José Luis con varios más entre otros mi estimado y recordado matador Pepe Luis Vázquez, para mí de niño fue un honor ser su recoge pelotas y testigo de las jugadas de conquián en las que Juan era el campeón.

Hace poco se hizo el anuncio de la mancuerna de Federico Pizarro con Alejandro Silveti, para encauzar el futuro taurino de un torero que ha podido con la purpura del apellido e incluye festejos en nuestro país y el 6 de  septiembre, en Tovar lugar cercano a Caracas, Venezuela, en dónde va a presentarse con Curro Ramírez y Jesús Enrique Colombo, con toros de Rancho Grande.

El video se puede ver en las redes sociales en los que en unos segundos, se palpa lo que significa ser torero y parte de una longeva dinastía que sobrepasa un siglo en los ruedos por cuatro generaciones.

Vale la pena mirarlo y desde luego pendiente estaremos de sus logros en los ruedos, esperamos a futuro que sean abundantes por bien de él, su ascendencia y desde luego por el toreo de México, la imagen está circulando y nos da alegría compartir la buena nueva.

Sin olvidar que ya inicio Diego junto con su esposa Mari Cruz en abril su descendencia y ya veremos si con los años se convierte en la quinta de los Silveti con su hijo José David de apellido materno González.

Mientras tanto en Arroyo, el 3 de agosto de 2019 con los novillos de Jorge Farías sé de buena fuente, que el encierro fue proclive a embestir con codicia con notas positivas y negativas, con lo que implica ese matiz de bravura. Las actuaciones de José María Mendoza, El Tuco, Luis Octavio López y Curro Recoba demostraron deseos por trascender en la dura profesión en la que inician, el mejor laureado fue el tlaxcalteca Recoba que al final recorrió el anillo en son de triunfo, los cuatro tienen que mejorar en la suerte suprema. Se destacó el  varilarguero César Morales en el primer tercio.

Así las cosas, deseamos  suerte a Diego y que las novilladas de Arroyo vayan viento en popa, ambos hechos, la merecen.