Antonio Ferrera indulta un toro de Garcigrande en tarde de oreja para Ponce y ovación para Juli

7 de marzo de 2020/Martín Rodríguez

Primera corrida de toros de la Feria de Olivenza y cartel potente de figuras. Enrique Ponce, Antonio Ferrera y El Juli despachaban un encierro de Garcigrande.

Abría plaza un toro con el hierro de Domingo Hernandez. Toro, que tras un breve saludo de capa por parte de Ponce, pegó  dos volteretas tras pinchar con los pitones en el suelo ambas veces. El toro perdió las manos en banderillas, cosa que desató las protestas desde el tendido. En la faena de muleta, Ponce toreó  por ambos pitones, midiendo mucho los tiempos y las distancias para que su adversario no se cayera más. Faena muy técnica en la que el de Chiva tuvo que poner todo lo que le faltaba al astado. Puso fin a la faena con sus célebres poncinas, que despertaron al personal. Una estocada algo caída hizo que el toro tardara en caer. Ovación con saludos tras escuchar un aviso.

Algo protestado fue el segundo toro de la tarde, Atajante, de Garcigrande. De mucho sabor fue el ramillete de innumerables verónicas que Ferrera le ejecutó de salida, muy jaleadas en el tendido. Llevó al toro al caballo ejecutando un galleo por chicuelinas mientras miraba al tendido. Tras una sola vara en la que el toro no se empleó, realizó el matador otro vistoso quite para sacar el toro del jaco. Brindó al público la muerte del toro. Faena en la que se hartó a torear el extremeño por ambos pitones. El toro, rebrincón  y algo cabeceados en los inicios, se entregó a la muleta de Ferrera. Tuvo una fijeza y en recorrido extraordinario, sacando mucho fondo. El toro era una máquina de embestir, no se cansaba.  El público comenzó a pedir el indulto cuando Ferrera echo mano al acero, indulto que el presidente acabó concediendo a Atajante. Dos orejas y rabo simbólicos paseó Ferrera.

Devuelto acabó el tercer toro de la tarde tras lastimarse una mano. En su lugar salió el primer sobrero, de nombre Alcalde. Toro que desde su salida mostró síntomas de manso. Poco a poco fue consiguiendo Julián que se fijase en la muleta, aunque protestaba mucho los cites y cabeceaba mucho en la embestida, también iba falto de fuerza. Poco a poco El Juli fue construyendo una faena en la que tuvo que poner él todo, sin rival es muy difícil. Estocada trasera pero muy efectiva fue la que culminó la tarea. Silencio.

Varias fueron las veces que perdió las manos el cuarto de la tarde. Ponce volvió a actuar de enfermero, ante un toro que a la mínima se caía. Toreo suave sin bajarle la mano fue el ejecutado, sabiendo medir muy bien las distancias. Faena larga, sin emoción ninguna debido a las condiciones del animal. Insistió todo lo que pudo, hasta realizar nuevos doblones citados por la espalda. Una estocada fulminante puso fin a la faena. Oreja.

Muy suelto salió el que hizo quinto. Ferrera volvió a demostrar que dispone de una gran variedad capotera. En banderillas el tendido obligó a saludar a la cuadrilla del extremeño. Ferrera probó al animal por ambos pitones, siendo este cada vez más reservón. Poco a poco fue cuajando una faena, a base de oficio y técnica. Extraña fue la estocada, citando desde muy lejos, al paso y recibiendo, que llegó a los tendidos. Una oreja.

Avanto y suelto fue el cierraplaza en los primeros tercios, aunque se empleó en el caballo. Tras pocos minutos de faena el toro se rajó y se fue a tablas. Juli, consciente de que ya no había nada más que hacer, entró a matar. Ovación con saludos.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Olivenza, Badajoz. Segundo festejo de abono. No hay billetes.

Toros de Garciagrande, correctos de presencia.

Enrique Ponce: ovación tras aviso y

Antonio Ferrera: dos orejas y rabo simbólicos por indulto y oreja.

El Juli: silencio y ovación.