Detalles toreros que no evitan la frialdad de Zalduendo

Tarde fría la vivida en el cierre de la feria. Manzanares toca pelo mientras que Morante y Aguado dejan unas trabajadas faenas ante toros que no fueron oponentes: encierro flojísimo de Zalduendo.

8 de marzo de 2020/Martín Rodríguez

Con una corrida en la que hacían el paseíllo Morante de la Puebla, José María Manzanares y Pablo Aguado terminaba en la tarde de este domingo la Feria de Olivenza. Se lidiaba un encierro de Zalduendo ante otro llenazo en el tendido.

El primer toro de Zalduendo fue devuelto tras salir del caballo. Morante no lo vio claro en ningún momento. Tras un breve trasteo, vio que el toro carecía de fuerza y entrega, perdió las manos varias veces, lo que hizo que el presidente sacara el pañuelo verde. Salió el primero bis, el primer sobrero reseñado para la corrida. Tres verónicas y una media pegó Morante que fueron más jaleadas que acertadas. El toro no iba sobrado de fuerza, perdió las manos alguna vez, y tampoco mostraba fineza ninguna. Morante no lo vio claro y no tardó en abreviar. Dos pinchazos y media estocada terminaron con la vida del toro. Silencio.

Flojísimo y descastado fue el segundo de la tarde. A la verónica se explayó Manzanares con él. Tras salir del caballo, en banderillas el personal sacó a saludar a la cuadrilla del alicantino. El toro había perdido las manos un par de veces ya, dando señales fuerza no sobraba. Manzanares supo entenderlo dándole a su adversario el tiempo que necesitaba. El toro pasaba sin más, y Manzanares intentaba torearlo de la mejor forma posible. Llegó a pegar series muy bonitas pero carentes de emoción. Ante un toro que no quiere saber nada es imposible. Mató de una efectiva estocada tras dos intentos fallidos, que hace que se le escape el premio. Ovación con saludos y pitos al toro.

No fue muy distinto a sus hermanos el tercero de la tarde, aunque por lo menos este se movía. Se inspiró Aguado a la verónica a la hora de recibir al astado. Muleta en mano, el sevillano empezó a construir una faena a base de toreo muy suave y templado, dispone de unas muñecas prodigiosas. Varias fueron las tandas, por ambos pitones que fue capaz de sacarle el matados a su rival. No se puede hacer más con menos, ya que el toro no puso nada de colaboración. Se le atragantó la espada al torero, fallando dos veces, fallos que provocaron que la posibilidad de premio se esfumase. Ovación con saludos.

El cuarto toro de Zalduendo siguió la línea del encierro. Totalmente suelto y sin fijeza ninguna, aunque tampoco se hizo mucho por fijarlo. El toro se limitaba a dar vueltas por la plaza. Dos puyazos se llevó como premio, uno en el caballo que guardaba la puerta y otro en el caballo al que le correspondía. TMorante vio algo en el toro que le animó a intentarlo. Empezó por el derecho llegando a conseguir varias tandas cortas, pero muy limpias y toreando muy despacio. Uno a uno fueron los naturales que ejecutó el de la Puebla, poco a poco iban saliendo las cosas. El toro se movía lo que podía y Morante fue capaz de fijarlo y torearlo muy despacito al final, con desplantes torerísimos. La plaza estaba con el torero. Exprimió al máximo a un toro que nadie daba un duro por él. Estocada tendida. Ovación con saludos tras petición de oreja, oreja que no hubiese estado de más según el criterio seguido por el presidente en toda la feria.

No se pudo lucir Manzanares a la capa con el quinto de la tarde. Daniel Rodríguez Duarte fue obligado a saludar tras banderillear al aninal. Con la derecha, muy ligado y por abajo fue el inicio de faena, parecía que el toro podía durar, pero no fue así. Tanda a tanda este iba perdiendo recorrido en la embestida y la protesta en los cites iba a más. A base de concerderle los tiempos necesarios y saber colocarse, Manzanares consiguió sacarle al toro todo lo que llevaba dentro. La espada esta vez entró a la primera, algo trasera. Oreja tras aviso.

Muy a gusto toreó Aguado al ultimo toro de la feria a la verónica. El toro se desentendió por completo de la muleta de Aguado. El sevillano intentl fijarlo y tirar de él, pero terminó abreviando ante la imposibilidad. Se volvió a atragantar Aguado con la espada, matando a la tercera y con una estocada casi entera. Silencio.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Olivenza, Badajoz. Última de feria. Corrida de toros. Lleno.

Toros de Zalduendo. 

Morante de la Puebla, silencio y ovación. 

José María Manzanares, ovación y oreja tras aviso. 

Pablo Aguado, ovación y silencio. 

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