Recordando la tarde en la que Espada corto una Oreja y el regreso de Sergio Flores a Las Ventas de Madrid

Valor y entrega de Sergio Flores que fue ovacionado, oreja para Francisco José Espada y emotiva despedida de Alberto Aguilar con un lote de Baltasar Ibán con pocas opciones.

13 de mayo de 2020/Texto, Fotos y video: Emilio Méndez

El 13 de mayo de 2018 hicieron el paseíllo en Las Ventas de Madrid los diestros Alberto Aguilar en la tarde de su despedida en este coso. Sergio Flores que regresaba a Madrid después de cinco años y el joven Francisco José Espada quién apenas había confirmado su alternativa en el 2017. Los toros de Baltasar Ibán fueron la materia prima ganadera en esta tarde en la que estuvo presente suertematador.com

El diestro madrileño Alberto Aguilar fue ovacionado después del paseíllo en su última tarde en San Isidro. Poca suerte tuvo con el primero de la tarde que no le permitió ni un pase y por el izquierdo se le colaba con peligro. Ante el cuarto hubo momentos de transmisión en los primeros compases de muleta con el de Baltasar Ibán metiendo bien la cara con brío y Aguilar ligando por la derecha. Cuando lo probó con la zurda se descompuso todo y a menos. No acertó con los aceros y fue de nuevo silenciado.

El diestro tlaxcalteca Sergio Flores volvía a Madrid después de su importante campaña mexicana y tras ser el triunfador de la Temporada Grande en la Monumental Plaza México, volvió a hacer el paseíllo en Las Ventas desde octubre de 2013. Dosificó bien los tiempos y se acopló a la embestida del noble segundo que tenía sus teclas. Firme, con valor y con recursos estuvo el mexicano con el toro que fue a menos. Mató de entera trasera para saludar una ovación. Con el quinto tuvo menor lucimiento ya que la embestida sin clase del astado que soltaba la cara ensució cada muletazo.

El joven Francisco José Espada volvía tras su confirmación el pasado año. El tercero respondió y embistió con calidad lo que aprovechó para ligar por el derecho. Un redondo y al natural. El final de faena fue de valor, arrimón y quietud con las manoletinas de cierre La casi entera en su sitio fue fulminante y cortó la primera oreja de toreo a pie de este San Isidro. El que cerró plaza fue un brusco parado ante el que se pegó el arrimón.

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