El toro fue de la dehesa de Aleas y sucedió en el coso madrileño de Fuente del Berro, conocida también como la de Goya o de la carretera de Aragón
5 de junio de 2020/Adiel Armando Bolio
De las 837 corridas que toreó en su trayectoria, según los especialistas en estadísticas, hubo una en el rico historial del llamado “Maestro de Maestros”, el “Sabio” saltillense Fermín Espinosa Saucedo “Armillita Chico” que, quienes han relatado su apasionante biografía, afirman que ha sido la mejor en su vida y de ella precisamente se cumplen este viernes 5 de junio 88 años, nos referimos a la que realizó en 1932 al toro llamado “Centello” de la ganadería colmenareña de Aleas, con divisa en encarnada y caña.
Ello ocurrió en la antigua plaza de Madrid, la de Fuente del Berro, conocida también como la de Goya o de la carretera de Aragón, un año después de que se inaugurara el coso Monumental de Las Ventas del Espíritu Santo, en el barrio de La Guindalera, misma que se puso en marcha el miércoles 17 de junio de 1931 con un festejo organizado por el Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid a beneficio del fondo para remediar la crisis motivada por un paro obrero, en el que igualmente tomó parte “Armillita Chico” alternando con los hispanos Diego Mazquiarán “Fortuna”, Nicanor Villalta, Luis Fuentes Bejarano, Marcial Lalanda, Fausto Barajas, Vicente Barrera y Manuel Mejías “Bienvenida”, con ocho toros de las dehesas, la jerezana de don Juan Pedro Domecq (antes Duque de Veragua), la colmenareña de don Julián Fernández Martínez, la también colmenareña de don Manuel García (antes Aleas), la sevillana de doña Concepción de Concha y Sierra, la salmantina de don Graciliano Pérez Tabernero, de la igualmente salmantina de los hijos de don Andrés Sánchez (Coquilla), la extremeña de Agustín Mendoza y de la cordobesa de don Indalecio García Mateo (antes Rincón).
Bien pues en esa anterior plaza de Madrid, que se empezó a demoler en 1934, sucedió la hazaña del célebre Fermín Espinosa en sociedad artística con el burel “Centello” de la divisa de Aleas, el hierro, se dice, más antiguo de España y tuvo su asentamiento en la localidad madrileña de Colmenar Viejo.
Acerca de este acontecimiento, el escritor don Agustín Linares García apunta en su obra sesentera “Los Toros en España y México” así lo consigna:
“En la temporada 1932-1933 torea 15 corridas en la República Mexicana, finalizando el 33 con 55 festejos en España. Los subsiguientes años continúa triunfando en los dos países, siendo el de 1934 en el que toreó más en cosos de España, llegando a sumar la cifra de 64, la que igualó en 1935, con grandes éxitos.
De sus grandes tardes españolas destaca la del 5 de junio de 1932, que en la plaza madrileña y alternando con el vizcaíno Diego Mazquiarán ‘Fortuna” y el madrileño Luis Fuentes Bejarano, alcanzó con el sexto toro de la corrida de nombre ‘Centello’ y de la ganadería de Aleas, uno de los éxitos más apoteósicos que en esa gloriosa y desaparecida plaza de Madrid alcanzaran los grandes toreros.
Yo vi a Fermín aquella tarde. La lidia de los cinco primeros toros transcurrió en el mayor tedio. Cuando salió el sexto, nadie pudo pensar que realizara una de las faenas izquierdistas más grandes de su vida de torero. Los famosos críticos de la época, como don Gregorio Corrochano, Federico M. Alcázar ‘Majavacas’ y César Jalón ‘Clarito’, de los respectivos diarios madrileños ABC, La Voz y El Liberal, elogiaron en forma brillante la consagración de este torero, al que en España se le llamó el ‘Joselito Mexicano’.
A este respecto y al hacer la comparación, la diferencia con el torero de Gelves era que a ‘Armillita’ le faltaba esa salsa y alegría que tenía el gran ‘Joselito’, posiblemente, predominio del candente sol de Andalucía”.
Sin embargo, quienes hablan del maestro Fermín, porque lo vivieron y lo disfrutaron, advierten el poder, talento y la sabiduría que desarrollaba en el ruedo y alternando con quien fuera de la torería en España, desde Juan Belmonte hasta Luis Miguel “Dominguín”, pasando por Ignacio Sánchez Mejías, Marcial Lalanda, Francisco Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana” o “Curro Puya”, Rafael Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana”, Vicente Barrera, Manuel Mejías “Bienvenida”, Domingo Ortega, Manuel Rodríguez “Manolete” y otros más.
En el libro “Maestro de Maestros”, obra del gran cronista taurino don Paco Malgesto, el propio Fermín Espinosa “Armillita Chico” califica la faena a “Centello” como una de las mejores faenas de su vida y, desde luego, afirmaba que la que oyó esa tarde ha sido la ovación más fuerte, más impresionante y más larga que escuchó en su carrera, pues además de que acabó con el toro de siete pinchazos y un metisaca, esa ovación no cesaba y le otorgaron las dos orejas, los máximos trofeos que se concedían en esa plaza madrileña, pues no se otorgaban rabos.
Por cierto, esta efeméride de Fermín Espinosa “Armillita Chico” y el toro “Centello” de Aleas, el 5 de junio de 1932 en Madrid, se combina con la del nacimiento de su hermano mayor, Zenaido, un 5 de junio, pero de 1900.
Así que con motivo del CXX aniversario de su natalicio, también saltillense, se dice que fue miembro, junto con su otro hermano Juan, quien fue matador de toros, de la cuadrilla de Fermín y quienes lo vieron en acción argumentaban que era uno de los mejores subalternos de a pie que ha tenido la torería nacional.
Al retirarse el maestro Fermín Espinosa, Zenaido todavía actuó en otras cuadrillas y falleció en Acapulco, Guerrero, el 1 de diciembre de 1984.
DATO
La faena de ese 5 de junio de 1932, considera el propio Fermín Espinosa “Armillita Chico”, fue una de las mejores de su vida
“Armillita Chico” flanqueado por sus hermanos Zenaido y Juan en el coso galo de Mont de Marsan / ADARBO