Lo hizo con una fuerte novillada que promedió 430 kilos de peso y sólo el espada neoleonés Edson Galindo logró cortar la única oreja del festejo
9 de junio de 2020/Adiel Armando Bolio
Este martes 9 de junio de 2020 se cumplen ya 29 años de que la ganadería queretana de Lebrija, propiedad de los señores Álvaro Lebrija Saavedra y Raúl Lebrija Bailleres, se presentara en la Monumental Plaza México con una novillada que promedió 430 kilos, destacando de ese encierro tres ejemplares, sobre todo el sexto, llamado “Mesonero”, al que se le dio arrastre lento tras cortarle una oreja el espigado espada neoleonés Edson Galindo. También fueron ovacionados en el arrastre el segundo y el tercero.
Fue exactamente en la séptima novillada de la Temporada Chica de Verano 1991, el domingo 9 de junio, en el gran coso de Insurgentes cuando se suscitó el debut de esta casa ganadera, estando en el cartel el zacatecano Jesús Enríquez, el recientemente fallecido mexiqueño Raúl Bacelis y el norteño Edson Galindo. El orden se salida de este hato lebrijeño fue el siguiente:
El astado del debut estaba marcado con el número 4, de nombre “Cenizo”, con 432 kilos y con el que Enríquez salió al tercio tras un aviso.
El 21, “Andaluz”, con 426, con el que Bacelis estuvo cerca de triunfar y sólo dio la vuelta al ruedo.
El 2, “Picotero”, con 430 y en el que Galindo recibió un recado de la autoridad qué, ese día, estaba representada por el ingeniero Eduardo Ramírez Favela.
El 3, “Pochito”, con 404, con el que fue avisado Enríquez en una ocasión.
El 20, “Líder”, con 452, el más pesado del encierro, con el que Bacelis fue aplaudido.
Y el burel herrado con el número 1, llamado “Mesonero”, con 438 kilos, al que Galindo le “tumbó” la única oreja del festejo, dándosele arrastre lento a los restos del buen ejemplar.
De acuerdo con datos de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, la ganadería de Lebrija fue fundada en 1985 por sus actuales poseedores, con 60 vacas y dos sementales de la dehesa de De Santiago.
En 1991 se agregaron 50 vacas y dos sementales de la ganadería de Garfias para entonces enviar su primera corrida de toros al coso “Carmelo Pérez” de San Miguel el Alto, Jalisco, el 28 de septiembre de ese año, para los diestros César Pastor, quien le cortó las orejas al que burel que abrió plaza, Mauricio Portillo y Enrique Garza.
Se apunta que a la Monumental Plaza México mandó su primera corrida de toros el 1 de diciembre de 1996, quinta corrida de la temporada, con seis ejemplares, además de otro para rejones de Santa Fe del Campo para el rejoneador Enrique Fraga. A pie, lo hicieron Eulalio López “Zotoluco”, el madrileño José Luis Bote, quien resultó herido por su primero, “Gambusino” y, Alejandro Silveti, quien cortó una oreja del quinto de la lidia a pie, segundo que le correspondía a Bote, llamado “Mascareto”. Antes, Silveti, en su primero, “Gitano”, ya había recorrido el anillo.
Sin embargo, para efectos históricos y estadísticos, dicho dato es impreciso ya que Lebrija envió antes su primera corrida al gran coso de Insurgentes, justamente al séptimo Jueves Taurino del serial nocturno, el 21 de octubre de 1993. El encierro promedió 599 kilos, el más pesado en la historia de la Monumental Plaza México, desplazando así al de La Punta, del 6 de abril de 1969, que promedió 577 kilos y que lidiaron el madrileño Luis Segura, Jaime Rangel y Gabino Aguilar.
Además, Lebrija en tal ocasión lidió el toro más pesado en el devenir histórico del enorme embudo capitalino, “Perlito”, con 663 kilos y que de pasaportarlo se encargó el neoleonés Hernán Ondarza, quien en esa fecha alternó con el lagunero Aurelio Mora “El Yeyo” y el jalisciense Alfredo Lomelí. Ese “Perlito” quitó del máximo puesto, como toro más pesado, a “Bilbaíno”, de Garfias, con 642 kilos, que lidió el moreliano Mauricio Portillo, quien esa tarde del 24 de noviembre de 1991 actuó al lado de Alejandro Silveti y Enrique Garza.
Aun así, como se sabe, el toro más pesado que se ha lidiado en la Ciudad de México y en el país, teniendo como escenario El Toreo de la Condesa el 27 de enero de 1935, fue “Judío” de La Punta, con 803 kilos y lo pasaportó el toledano Domingo Ortega.
Regresando al tema lebrijeño, se cuenta que el 12 de febrero de 1997, en el coso “La Paloma” de Puerto Vallarta, Jalisco, lidió la dehesa una novillada en que cada uno de los actuantes, Alfredo Gutiérrez, el segoviano Alfredo Gómez, Judas Tadeo y Leopoldo Casasola se llevaron una oreja en la espuerta.
Sin duda, los señores Lebrija dentro de su permanente y concienzuda búsqueda de la bravura, se han dado a criar un toro que fundamente con solidez esta característica y con la constante de conservar la cualidad de ir siempre a más y llegar con fuerza al final de la faena, además, claro, de evidenciar un estupendo equilibrio en el peso y la corpulencia del animal, los que le produce un impecable trapío, pleno de belleza en su lámina.
La ganadería de Lebrija está ubicada en el rancho La Laborcilla, en el municipio de El Marqués, Querétaro. Su denominación es El Mesón y como divisa tiene los colores naranja y verde olivo.
DATO
Lebrija busca criar un toro que fundamente con solidez su bravura y conservar la cualidad de ir siempre a más y llegar con fuerza al final de la faena