Modificar el reglamento es una tarea nada fácil de realizar

Cuando algunos profesionales de la Fiesta están inseguros del futuro, otros ya piensan en modificaciones

16 de junio de 2020/Adiel Armando Bolio

Dicho de manera metafórica, que ganas de tener una mágica bola de cristal para saber cuál va a ser el destino de la humanidad una vez que se supere esto de la pandemia, pero nosotros que estamos más involucrados en la Fiesta Brava, si tenemos la imperiosa necesidad de saber cuándo es que volveremos a las plazas de toros, por un lado, los aficionados para disfrutar de su espectáculo favorito y, por el otro, quienes nos dedicamos al periodismo para dar fe de las hazañas de los toreros al enfrentarse a los astados en una bella conjunción de arte y bravura.

Sin embargo, como no podemos hacernos de esa bola que adivine el futuro, tenemos que conformarnos en tomar, otra vez de forma metafórica, al toro por los cuernos, para ir enfrentando y salvando los escoyos que nos ha puesto en el camino este maligno Covid-19 que, de nuevo metafóricamente, ha salido de toriles con mucho sentido, sin saber cuándo va a pegar la cornada.

Por ello, cuando algunos de los profesionales de la Fiesta de los Toros nacional están inseguros sobre su futuro, otros piensan que esta coyuntura es ideal para pensar en modificaciones reglamentarias, basándose en que este viril espectáculo evolucione, que no se estanque, pero siempre cuidando que una actividad como esta no pierda su alma, su esencia.

Al hablar de cambios en el reglamento, obviamente se piensa en el que rige a la Fiesta Brava en la Ciudad de México, pues de ahí se derivan los correspondientes a los demás estados del país.

Lo cierto es que sí necesita una inmediata revisión pues el actual data de mayo de 1997, aunque cuenta con un par de reacondicionamientos en febrero y octubre de 2004, pero de que es imprescindible volverlo a poner en mesas de trabajo para replantearlo, es una realidad.

Ello no será fácil, pues no es proponer y ya, todo este tipo de procesos tienen su sistema, es tener la capacidad para conciliar los intereses de las empresas, los ganaderos, los matadores y los subalternos, además de las autoridades, que es a quienes va dirigida esta intención de analizar y modificar el reglamento taurino. Esperemos entonces a ver como se dan los acontecimientos.

Imagen. El reglamento taurino se reformaría aprovechando la pandemia / ADARBO

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