El espada venezolano hecho en México a lo largo de tres meses ha estado metido de lleno en el campo bravo nacional y con mucha ilusión
23 de junio de 2020/Adiel Armando Bolio
Nuestro colega en Venezuela, el doctor Rubén Darío Villafraz, nos envió el audio de un mensaje que el matador de toros caraqueño Leonardo Benítez envió desde México a la ciudad andina de Mérida, en donde se genera el programa dominical “Entre el Hombre y el Toro” por medio de la estación Radio Activa, en el 103.5 de FM. Esta es entonces la parte medular de sus palabras a la afición emeritense, revelando su intención por volver a vestir el terno de luces luego de un retiro de poco más de cuatro años:
“Quiero agradecer esta oportunidad que me brindan para enviar un saludo muy afectuoso a la afición de Mérida, esa afición que por más de 20 años tuve la fortuna de disfrutar y, por qué no, de que ella sintiera lo mismo con mi tauromaquia. Los extraño. Son maravillosas todas las memorias que llevo en mi corazón, pensando en la Feria del Sol, en su gente. Como no acordarme de tantos y tantos triunfos junto a las máximas figuras del toreo, desde la época del maestro Cesar Rincón, del maestro Enrique Ponce y del maestro ‘Jesulín de Ubrique’, hasta hace cuatro años y medio en que decidí apartarme de los ruedos”, señaló Benítez con voz conmovida.
La verdad es que pasaron 20 años -continuó Leonardo- “siendo la de Mérida una de mis plazas predilectas. Para mi hablar de Mérida, de su afición, es hablar creo, sin temor a equivocarme, de la plaza de mis sueños.
Por otra parte, en esta cuarentena debido a esta pandemia que tiene asolado al mundo entero, ha resultado curioso lo que ha pasado en mi vida, ya que, hasta hace tres meses, luego de cuatro años y medio, me encontraba en mi mente y mi corazón apartado de los ruedos y gracias a mi amigo, el matador de toros Alejandro Martínez Vértiz, ganadero también de la divisa guanajuatense de La Estancia junto con su padre del mismo nombre y ambos dirigentes de la empresa ‘Promotoreando’, he pensado que cuando venga la nueva normalidad, ésta llegue a un punto en que se vuelvan a dar festejos taurinos, pues ahí deseo aprovechar para incursionar nuevamente en los ruedos. No sé si será una corrida o diez, o ninguna, y es ahí donde mi colega Alejandro Martínez Vértiz me alienta y me dice: ‘¡o cien!’. Entonces, la verdad es que ahora me encuentro una vez más mayormente motivado y con mi afición intacta para vestirme de torero”, comentó emocionado el “León de Caracas”.
Sobre su alistamiento en el campo bravo mexicano dijo, además de la de La Estancia: “He podido disfrutar en estos tres meses de ese encaste mexicano que nos llena tanto a los toreros y en el que estoy formado, recordando que soy orgullosamente venezolano, pero orgullosamente hecho torero en México. Así que conozco bien el encaste de San Mateo, por lo tanto he estado también en la ganadería de Julián Hamdan, la semana pasada estuve en la de Torrecilla y haré lo mismo en estos días nuevamente en esta dehesa zacatecana, además de aprovechar para llevar a los tentaderos a tres chavales que estoy adiestrando por las tardes en esto del toreo.
Así que sigo con la ilusión a flor de piel, soñando, por qué no, estar en esa gran feria de Mérida, sueño con ‘pelearle’ las palmas a quien esté a mi vera cuando parta plaza. No sé si vaya a hacerse realidad, pero ilusionado estoy con regresar a Venezuela, ya sea en Tovar, San Cristóbal o donde sea, pero hay que esperar a que pase esto de la pandemia, por lo pronto lo que estamos haciendo es tratar de cuidarnos, hacer caso a nuestras autoridades y quedándonos en casa el mayor tiempo posible. Por fortuna, esta pandemia no ha llegado al campo y por ello es que lo he disfrutado muchísimo, pues en la naturaleza me siento más que vivo”, señaló finalmente.
Leonardo Javier Benítez Flores, mejor conocido como Leonardo Benítez, “El Torero de la Vega”, nació en Caracas, Venezuela, el 18 de febrero de 1969. En su carrera profesional llegó a sumar un centenar de novilladas y como diestro doctorado lleva toreadas más de 430 corridas, siendo más de 265 en cosos mexicanos, tocando seis de ellas en la Monumental Plaza México, 99 en ruedos venezolanos, 49 en los de España, 12 en los de Francia, una en Portugal y dos en Ecuador.
Tomó la alternativa en el coso Monumental “Lorenzo Garza” de Monterrey, Nuevo León, el 18 de diciembre de 1992, de manos de Eloy Cavazos y ante la presencia de Miguel Espinosa “Armillita Chico”, con el toro “Cominito”, al que le cortó una oreja y dio vuelta al ruedo en su segundo “Antequerano”, ambos del hierro de De Santiago.
Confirmó en la Monumental Plaza México el 18 de diciembre de 1994, durante la séptima corrida de la temporada, llevando como padrino a Mariano Ramos y de testigo a Mauricio Portillo, siendo el toro de la ceremonia “Diamante” de San Marcos, mismo en el que salió al tercio.
Se presentó en Europa el 15 de agosto de 1997, concretamente en el coso francés de Béziers, alternando con el sevillano Curro Romero y el valenciano Enrique Ponce, tarde en la que con ganado de Jaime Camuñas logró cortar tres orejas, las dos de su segundo llamado “Mimoso” y saliendo en hombros.
El 14 de diciembre de 1997, en el gran coso de Insurgentes, precisamente en la octava corrida del serial mayor, le cortó las orejas y el rabo al toro de regalo “Altruista”, de Xajay, con la particularidad de que nunca escuchó que el juez de plaza, Pepe Luis Vázquez, ya había indultado al astado. Por fortuna, le metió la espada y obtuvo los máximos trofeos yendo en el cartel con Miguel Espinosa “Amillita Chico” y el albaceteño Manuel Caballero, así como el rejoneador Gerardo Trueba.
Confirmó su alternativa en el coso Monumental de Las Ventas de Madrid el 9 de mayo de 1999, siendo apadrinado por el madrileño José Luis Bote y atestiguado por el albaceteño José Antonio Iniesta, con el toro “Comadrito” de Sánchez Ybargüen y en el que saludó desde el tercio.
Ese es el “León de Caracas”, Leonardo Benítez, quien volverá por sus fueros ahora que empiece nuevamente la actividad a las plazas de toros de la geografía taurina del país. ¡Suerte matador!
DATO
Leonardo Benítez apunta que, por fortuna, esta pandemia no ha llegado al campo y por ello es que lo está disfrutado, pues en la naturaleza se siento vivo