El espada mexiqueño hizo albergar grandes esperanzas en sus dos primeras apariciones en el ruedo del gran coso de Insurgentes
29 de junio de 2020/Adiel Armando Bolio
Este lunes 29 de junio de 2020 se cumplen 45 años de que el matador de toros Alfredo Gómez “El Brillante” hiciera su debut como novillero en la Monumental Plaza México y que entonces lo hiciera como “El Brillantito” pues apenas tenía 16 años de edad cumplidos y con una gran expectativa al presentarse de manera triunfal y esperanzadora.
Aquel domingo 29 de junio de 1975, en lo que fue la décima novillada de la Temporada de Verano en la Monumental Plaza México, debutó con el astado “Buena Suerte” de la divisa de Jesús Cabrera y fue a su segundo que Alfredo le cortó las orejas. Esa tarde alternó con Carlos Serrano “El Voluntario” y David Silveti.
Este triunfo lo hizo repetir en la décima primera novillada, el siguiente domingo 6 de julio, y logró repetir el éxito al “tumbarle” las orejas al quinto astado de la ganadería se De Santiago. Todo ello le valió que esa temporada terminara al frente con una decena de novilladas toreadas, quedando por encima de Javier Tapia “El Cala” y Ricardo Balderas, quienes sumaron ocho paseíllos cada uno.
Alfredo Gómez Velázquez nació en la Ciudad de México el 4 de abril de 1959. Debutó de luces en el coso Monumental “Caletilla” de Acapulco, Guerrero, el 5 de noviembre de 1972.
Su alternativa tuvo lugar en la plaza de toros Monumental “Vicente Segura” de Pachuca, Hidalgo, el 31 de marzo de 1979, siendo su padrino Manolo Martínez y el testigo Cruz Flores, con el toro llamado “Orfebre” de De Santiago.
Y se presentó lamentablemente en la primera de las dos corridas en las que no hubo confirmaciones de doctorado en la Monumental Plaza México, vigésima primera de la Temporada Grande montada por el Patronato Taurino del Distrito Federal, el 28 de abril de 1990, alternando con Javier Tapia “El Cala”, Jorge Carreño, José Lorenzo Garza, Manuel Lima, Roberto Ramírez “El Oriental” y Mele Barbosa. El toro que lidió fue el segundo del festejo, se llamó “Mal Querido” de la dehesa de San Marcos y fue ovacionado en el tercio.
Luego se dedicó a hacer tentaderos y torear en festivales, además de representar a toreros y a trasmitir su conocimiento taurino a chavales con la ilusión de querer ser.
Foto: Alfredo Gómez “El Brillantito” antes de partir plaza en la México hace 45 años / ADARBO