Fermín Rivera y su doble responsabilidad como torero y ganadero

Tanto en una como en la otra actividad, advierte con notable preocupación la situación que actualmente se vive en la Fiesta Brava por la pandemia

8 de julio de 2020/Adiel Armando Bolio

Resulta más que evidente la ansiedad, incertidumbre y preocupación que está padeciendo los toreros con motivo de los estragos que ha provocado la pandemia por el Covida-19 al haber mermado la economía y en consecuencia arrastrar de mala forma a la Fiesta de los Toros, pero más aún la resienten aquellos espadas quienes además tienen la responsabilidad de conducir una ganadería de reses bravas al ver como se les van quedando en el campo toros puestos para lidiarse y no hay ninguna plaza para ello.

Ese es el caso del estupendo matador de toros potosino Fermín Rivera, quien además de estar tratando de estar a tono como torero para no perder el sitio, está viendo por la dehesa que fundó su abuelo, el diestro del mismo nombre, Fermín Rivera, ubicada en el rancho La Alianza, casa de la divisa en azul, verde y blanco, enclavada en el municipio de Ojuelos, Jalisco, ya que en ambas actividades la situación no es nada favorable.

Primeramente, como torero ¿cómo has ido sorteando la pandemia?

“Pues la verdad, entre salvando la situación y, más que nada, sobreviviendo. Estamos aguantando de verdad. Esta muy duro esto”.

Al principio -siguió Fermín- “lo de la pandemia nos agarró en el rancho, luego de haber toreado mi más reciente corrida, el domingo 8 de marzo en Mérida, Yucatán, pues lo de Querétaro, en ‘El Salitre”, una semana después ya no pudo ser por el brote del coronavirus”.

Entonces ¿cómo has mantenido tu forma física y taurina en estos más de 110 días de cuarentena?

“Como se ha podido. Con mucho esfuerzo y dedicación. He logrado lidiar y matar a puerta cerrada cuatro toros en ganaderías como Los Cues y Espíritu Santo, siendo en esta última donde volveré a tentar en estos días, además también de haber probado ganado en las dehesas de Jorge Hernández Andrés y José Garfias, haciendo eso sí, todo guardando las normas sanitarias dictadas por las autoridades. En tanto, hay que seguir esperando a ver cuándo se reactivan los festejos taurinos. No se sabe nada al respecto”.

TAMBIÉN SUFRE COMO GANADERO

En su carácter como ganadero, Fermín Rivera nos confesó: “Imagínate lo que se está padeciendo en el campo bravo cuando muchos ganaderos están tratando de ver que sus toros no se vayan así nada más porque sí al rastro, cuando menos los están echando en sus respectivas plazas de tienta, pero tampoco es la forma ya que hay toda una inversión atrás. Hay toros con mínimo 500 kilos y ante la incertidumbre no se sabe qué hacer. Por desgracia así están las cosas”.

En lo que se refiere a la ganadería que maneja, Fermín señala: “Ahora mismo tenemos siete toros, pero ante la actual situación hemos tenido que administrar su alimentación, su crianza. Sin embargo, pasan los días e insisto, al no saberse nada con certeza, uno lo que quiere es lidiar los astados ya que, de no ser así, está la otra opción, la de echarlos a puerta cerrada, pero ese no es el modo. Se está sufriendo de verdad”.

Sobre otras actividades camperas, el torero ganadero, nos dijo que apenas ha tentado un par de vacas, pero si está más que pendiente de las nacencias en el rancho, mismas que se le dan de marzo a octubre. Y una buena noticia dentro de esta difícil situación es que ya llovió en el rancho, que ese era otro problema, que no le había caído agua. ¡Suerte matador!

DATO

Fermín Rivera ha logrado lidiar y matar a puerta cerrada cuatro toros en dehesas como la queretana de Los Cues y la potosina de Espíritu Santo. Ahora mismo en el rancho ojuelense de La Alianza tiene Fermín Rivera siete toros, pero ante la actual situación ha tenido que administrar su alimentación

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