La redondez de Luque sobre una corrida de mucho interés en Sanlúcar de Barrameda

Cuatro orejas cortó el sevillano, por una de Pepe Moral y un par de ovaciones para Manuel Escribano en la magallánica de Miura

22 de agosto de 2020/Texto: Marco A. Hierro / Foto: Eva Morales

Manuel Escribano, Pepe Moral y Daniel Luque componían el cartel de la corrida Magallánica este sábado en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda. El hierro de Miura, que inauguró este coso de El Pino, volvía a lidiar 120 años después.

El primero de los cárdenos de Zahariche fue un toro grandón que no tuvo entrega en toda la faena de un Manuel Escribano curtido en veintemil tracas. Toro de entrar y salir, de provocar mucho para extraer arrancadas en línea recta, con una pausa casi imperceptible entre muletazos para homogeneizar los pases para que pareciesen una serie. Buena la dimensión del de Gerena, que le dejó una estocada tendida con habilidad antes de escuchar una ovación.

Las verónicas del saludo de Daniel Luque al pavo segundo fueron simplemente extraordinarias. Con los brazos por delante primero, encelando al colorao, que humillaba en los embroques en los que iba estirándose más el sevillano. La media de abrochar fue magnífica. Y se arrancó el toro con alegría y con buen son al caballo, mejor en la carrera que en el comportamiento en el peto, constantemente cabeceando en un excelente tercio de varas de Juan de Dios Quinta. Con la faena fue todo construir. Un par de tandas le costó al de Gerena tener en la muleta al de Miura, que acometía sin entregarse, que enseñaba casta sin perder peleas, que venía mejor que se iba a la muleta de un torero tan seguro que fue capaz de buscar una tanda al natural tras basar la faena en la diestra. Aguantar, exponer y confiar en el trapo, que volaba largo por la gran amplitud entre pitones del serio animal. Un estoconazo de premio rubricó una obra que dejaba claro el momento de Daniel. Dos orejas.

También fue brillante el saludo de Pepe Moral al tercero, más vareado y más acorde con la categoría de la plaza, al que le dejó una media a pies juntos de gran aplomo y una más de fuerte respuesta en el tendido. Y también este tuvo arrancada alegre en el caballo y ofreció espectáculo en varas, pero le faltó desliz y entraga en la muleta cuando las necesitó Pepe. Sí fue capaz, sin embargo, de dejar una serie de naturales de tremendo sabor, pero la nobleza del Miura mermó la importancia de la faena. Enorme con la espada, paseó una oreja.

Salió con brío y con pies el cuarto, al que le fue ganando terreno a la verónica Manuel Escribano hasta la media que remató el saludo. Y tremendos fueron los dos puyazos de Juan Francisco Peña en otro emocionante tercio de varas. Con solvencia cumplió el sevillano en banderilla, en un tercio de cuatro pares. Pero no tuvo un mínimo de opción para hacer el toreo, y la faena fue toda un ejercicio de lidia para que pasase el cárdeno en la media distancia sin decir gran cosa. Firme el sevillano, eso sí, con mucha inteligencia para buscarle las vueltas y mucho sentido de la lidia. Se le puso complicado para entrar a matar, pero consiguió la estocada con seguridad.

Brillante por su tremenda seguridad estuvo Luque con el capote en el quinto, con el que saludó en banderillas Raúl Caricol. Mucha fue la sabiduría de Daniel para ir armando el trasteo, para ir cincelando su toreo a base de colocación, primero, ligazón después y reunión siempre. A más en la exposición, porque fue protestando más el toro a medida que le iba exigiendo más Luque, con el cuello como uin acordeón para el intento de atrapar al espada. Llegó tanto al tendido el buen hacer y la seguridad lidiadora del sevillano que terminó con la plaza en pie, ovacionando su labor antes incluso de entrar a matar. Un pinchazo y una estocada corta no impidieron el doble trofeo.

Mejor hechura tenía el sexto, que se empleó con empeño en el solvente capote de Pepe Moral para firmar un gran saludo. Y no fue este sexto el toro para hacer el toreo del sevillano, que se encontró con el molesto gazapeo, el arreón constante, el recorrido casi nulo, a pesar de la obediencia para asistir al cite. Prácticamente sin opciones anduvo Pepe, que lo despachó sin más.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Corrida del 120 aniversario del coso, de carácter magallánico. No hay billetes del aforo permitido.

Toros de Miura, grandones y en tipo. Sin entrega ni clase el correoso primero; áspero pero obediente el serio y emotivo segundo, de vuelta al ruedo; noble y embestidor el tercero; pasador e insulso el vulgar cuarto; exigente y a menos el quinto; gazapón y desclasado el sexto.

Manuel Escribano, ovación y ovación.

Daniel Luque, dos orejas y dos orejas.

Pepe Moral, oreja y silencio.

Top