Recordando tarde histórica del rotundo triunfo de Paco Ureña en Bilbao hace un año

Si siempre hay una tarde que quede en el recuerdo de la afición a final de año, Bilbao siempre es una de las elegidas. Hace un año la tarde llevaba el sino de Ureña y Jandilla. Qué sinergia la de ambos…en un festejo en el que estuvo presente Suertematador.com

23 de agosto de 2020/Javier Fernández-Caballero / Foto: Emilio Méndez

Si siempre hay una tarde que quede en el recuerdo de la afición a final de año, Bilbao siempre es una de las elegidas. La tarde del 23 de agosto de 2019 llevaba los nombres de Ureña y Jandilla. Qué sinergia la de ambos… Si en la faena a su primero el arrebato fue la tónica para desorejarlo, en la de su segundo fue la parsimonia, la estética, la plenitud del toreo templado, el Ureña roto y los soberbios muletazos por abajo.

Y llegó el tercero para que llegase una de las obras de la Feria. Lo desorejó Ureña, después de una faena de pleno gusto y ligazón, rematada por una soberana estocada de la que fue prendido. Personalísimas y garbosas fueron las chicuelinas de Diego Urdiales, que entró en el quite. Fue cogido Azuquita en el tercio de banderillas, siendo arrollado por el animal. Extraordinario fue el inicio de faena de Paco Ureña, comenzando por estatuarios y prosiguiendo por rotos naturales y pases del desprecio. Momentazo. Muy redonda y ligada fue la última de las series, dentro de una faena que tuvo momentos aislados pero asentados y firmísimos. Muy bien Ureña. Por doblones por abajo finalizó labor el murciano. Espeluznante fue la cogida que sufrió en el final de faena, prendiéndolo el toro y alzándolo en angustiosos segundos de los pitones como un trapo. Ureña ni se miró el traje y esperó a que el de Jandilla cayese, cayendo también el doble premio.

Otras dos orejas paseó del sexto, un toro con el que dejó otro tipo de estructura de faena: más relajado en el toreo, más templado en su conjunto y con mucha parsimonia en los gestos. Enorme los trazos por ambos lados, siempre despaciosos, antes de enterrar el acero hasta la bola y tirar de estoconazo al astado sin puntilla. Dos orejas del tirón.

En duelo de quites entraron en el tercero Paco Ureña y Cayetano, el murciano por gaoneras y el madrileño por tafalleras, estando a punto de ser cogido en la última. La primera de las series por el pitón derecho fue limpia por parte de Cayetano ante un animal noble, que embistió con calidad y  ritmo a cada uno de los cites de Rivera. Por el mismo palo prosiguió labor, pero ya el toro no era el mismo, por lo que acortó faena. Mató de estocada. Nuevo pique de quites hubo en el quinto entre Ureña, a la verónica y Cayetano, por gaoneras utilizando sólo medio capote para pegarlas. Lástima que, tras el brindis al público de Rivera, se viniese muy pronto abajo el animal.

“Protestón” se llamaba el primero de la tarde, con el hierro de Jandilla, marcado con el número 83 y nacido en diciembre de 2014. Áspero, mirón, sin fijeza y con complicaciones fue el animal, con el que toreramente acortó faena Urdiales. Mató de pinchazo hondo y media estocada. Duro fue el cuarto, toro complicado y que no le permitió el lucuimiento al riojano. Una prenda en toda regla. Fue ovacionado al esfuerzo.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Vista Alegre, Bilbao. Séptima de Feria. Corrida de toros. Casi tres cuartos de entrada.

Toros de Jandilla.

Diego Urdiales, silencio y ovación. 

Cayetano, ovación y ovación con división. 

Paco Ureña, dos orejas y dos orejas. 

 

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