Recordando la tarde de Puerta Grande de Ponce ante la presencia del Rey en Bilbao hace tres años

25 de agosto de 2020/Texto y Fotos: Emilio Méndez

Llegaba día grande de la semana el 25 de agosto de 2017 a la plaza de toros de Vista Alegre de Bilbao, una emocionante corrida, con pasiones taurinas y patriótica, en la que Enrique Ponce logró una faena cumbre, premiada con las orejas para salir a hombros. Ginés Marín corta un trofeo y Cayetano fue ovacionado, ante la presencia de Don Juan Carlos, con la Infanta Elena, siendo ovacionado mayoritariamente: los tres espadas le brindan su primer toro. Cayetano se presentó dignamente y culmina el gesto (que Ferrera dejó a medias, el domingo) de dar a sus banderilleros los palos, con la bandera nacional: levanta un clamor, aunque unos pocos no se lo perdonan. En cuando a los toros de Victoriano del Río mostraron más casta que fuerza: en general, manejables; parado, el primero; complicados, los dos últimos.

Brindó Ponce su primero a Don Juan Carlos, en un palco, muy aplaudido, con el tendido en pie y algunos pitos rabiosos: «Por una España unida». Con maestría, a media altura, va alargando la corta embestida. Cuando el toro se le para, en el pecho, hace alardes de valor sereno, como si fuera un debutante. ¡Vaya marmolillo! Ni siquiera Ponce, con toda su sabiduría, puede lucirse, con un toro de Guisando. Sale blandeando el cuarto. Por bajo, le enseña a embestir; aunque protesta, dibuja excelentes muletazos. (Se oyó una voz: «¡El número uno!»). Con maestría y valor, le saca lo que el toro, muy irregular de embestidas, parecía no tener. Unir, así, el mando con la suavidad es privilegio de muy pocos. Con la gente puesta de pie, prolonga mucho, como suele, en una demostración de magisterio inapelable. Tira al toro patas arriba con una gran estocada: faena clara de dos orejas, que se conceden.

Sustituyendo a Manzanares, debutó este año en Bilbao como matador Cayetano. El segundo fue manejable, aun que flojeo. Cayetano le da los palos con la bandera española, entre una fuerte división, a Iván García, que lo borda, en dos grandes pares. (Ya Paquirri lo hizo, en esta Plaza). La fuerte ovación acalla algunos pitos. También brinda a Don Juan Carlos: «Por una ciudad que ha sufrido mucho el dolor y el miedo del terrorismo». Oigo un clamor y algún grito de «¡Viva el Rey!» De rodillas, con majeza, liga una serie emocionante. Se muestra reposado y valiente, cuando el toro se apaga. Mata con entrega, después de pinchar en hueso, y la petición no cuaja: debió dar la vuelta al ruedo.

Recibe con una larga cambiada al quinto, que también flaquea. Brinda al público: algunos, contumaces, pitan, recordando las banderillas, pero son muy pocos. El toro protesta, echa la cara arriba al final de los muletazos. Cayetano demuestra su casta, no se aflige: ya es bastante. Con el toro rajado, en tablas, mata a la segunda. Ha estado más que digno, conjugando el arrojo con la estética, los dos genes de la casa. Y acertadísimo, en el gesto de las banderillas.

Se partió el pitón en el burladero el tercero, siendo devuelto. Se corre turno. Flojea pero desmonta al picador, el padre del torero. Ginés Marín, brinda también a Don Juan Carlos. El toro es «Pudoroso», oculta su fuerza… o no la tiene pero sí nobleza. Ginés muletea con cabeza clara, gran facilidad, desparpajo y buen estilo; liga naturales lentos y remata con torería. Ha visto claro al toro pero falla, al matar (su punto flaco). En el último, complicado, tiene el gesto de brindárselo a Ponce. Tragando mucho, logra buenos naturales. Después de varios sustos, es arrollado, sufre un varetazo en la cara. Mata bien, esta vez: justa oreja. Ha mostrado sus evidentes cualidades y su ambición.

Ponce sale triunfalmente a hombros, continúa en la cumbre: su sabiduría es magistral y torea cada vez con más gusto. Cumbre, también, ha sido su brindis: «Por una España unida».

FICHA

PLAZA DE TOROS DE VISTA ALEGRE. Viernes, 25 de agosto de 2017. Séptima de las Corridas Generales. Alrededor de tres cuartos de entrada. Toros de la ganadería de Victoriano del Río (incluido el sobrero, lidiado en sexto lugar), con más casta que fuerzas, parado el 1º, complicados los dos últimos.

ENRIQUE PONCE, de marfil y oro. Media atravesada (silencio). En el cuarto, buena estocada (dos orejas). Sale a hombros.

CAYETANO, de tabaco y oro. Pinchazo y gran estocada (saludos tras petición). En el quinto, pinchazo y estocada (silencio).

GINÉS MARÍN, de turquesa y azabache. Tres pinchazos y dos descabellos. Aviso (saludos). En el sexto, estocada (oreja).

 

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