En su visita a Puerto Vallarta se reencontró con la plaza y su dueño, José Manuel Gómez, y surgió la idea para que se uniera a “Conoce al Toro Bravo”
16 de octubre de 2020/Adiel Armando Bolio
El matador de toros aguascalentense retirado Jorge Mora, quien ahora se desempeña de manera activa y entusiasta en el ramo turístico, andando precisamente atendiendo ese rubro al frente de “Toros y Turismo”, hace casi un par de semanas, se tuvo que desplazar al bello y paradisiaco Puerto Vallarta, Jalisco, y ubicado allá no tuvo más remedio que tener un emotivo encuentro con un sitio que le recordó una de las partes más interesantes e importantes en su vida como torero.
Fue entonces para Jorge, sin duda, una gran emoción el haber entrado a la ahora inactiva plaza de toros “La Paloma”, ruedo en el que, en sus cuatro años como novillero, concretamente en los años 1990 y 1991, cuando llegó a torear entre 20 y 25 tardes de miércoles y en las que cosechó muchos triunfos pues lo que pasaba en el coso vallartense repercutía de verdad para ir a otras plazas del país pues dicho coso daba entre noviembre y junio hasta 30 festejos.
Además de volver a estar en esa plaza “La Paloma” que le dio mucho como torero a Jorge, ello implicó que viviera un más que agradable reencuentro lleno de amistad, cariño, cordialidad y hasta nostalgia con José Manuel Gómez Canobbio, dueño de la plaza, empresario taurino e integrante de los herederos de la afamada ganadería queretana de Teófilo Gómez, además de quien siempre ha sido su brazo derecho en Puerto Vallarta, el sin igual e inseparable “Negro”.
Así que luego de ingresar juntos a las instalaciones de la plaza de toros y de recordar pasajes y anécdotas del inmueble taurino “La Paloma”, surgió la idea en Jorge, en el marco de la rama que se desprende de “Toros y Turismo”, la de “Conoce al Toro Bravo”, de sugerirle a José Manuel Gómez la idea de que la mencionada ganadería enclavada en San Juan del Río, Querétaro, sea parte próximamente de este novedoso circuito turístico taurino.
En fin, que tras agolparse los recuerdos de una etapa maravillosa para los que fueron novilleros en los años noventa el siglo pasado, no le quedó a Jorge Mora más que agradecerle por siempre todas sus atenciones a la familia Gómez Canobbio.