Guillermo Hermoso cortó cuatro y un rabo en la matinal de Jaén, pero antes también pudo dejar su sello en Logroño en la Gira de Reconstrucción. Nos cuenta cómo ha vivido el año más duro para el toreo.

22 de octubre de 2020/Javier Fernández-Caballero

Fue protagonista del domingo en una de las últimas citas de la temorada del COVID: Guillermo Hermoso cortó cuatro y un rabo en la matinal, pero antes también pudo dejar su sello en Logroño, paseando una oreja y dando una gran imagen. Sobre él recae el futuro del toreo a caballo por su juventud y su forma de interpretar el rejoneo. Lo entrevistamos.

Enhorabuena, torero.

Muchas gracias.

Gran nivel en Logroño con dos toros exigentes y en Jaén cuatro orejas y reafirmación del trabajo que has llevado en casa a cabo durante la pandemia.

Tuve mala suerte con los aceros en Logroño, pero en casa no matamos nunca, por lo que al final eso es cogerle el aire en la plaza. En Logroño le vi un sitio en mi segundo toro al caballo gracias al cual pude matar los dos toros bien en Jaén.

Cuatro toros de Capea en cuatro días que ayudaron y mucho.

Los diez toros que vi a Capea esos días tuvieron un muy alto porcentaje de bravura. Tanto los de Logroño como mi lote de Jaén fueron grandes toros.

¿Cómo viviste aquella mañana tan especial de principio a fin?

Fue una mañana muy bonita. Estas dos corridas ha sido lo más parecido a otras temporadas en cuanto a continuidad. Iba muy tranquilo porque en Logroño salieron las cosas bien y, después de llevar tanto tiempo sin torear, me dio impresión hacerlo en cuatro días. La competencia de los compañeros te hace venirte arriba. Mi primer toro tenía mucha querencia a toriles, pero caballos como Berlín me hicieron sujetarlo. Mi segundo toro fue un animal con calidad pero exigente, y conseguí hacer una faena muy completa en cuanto a lidia. Los dos remates de faena, con caballos nuevos del hierro de casa, fueron fundamentales, y la verdad que puse dos pares a dos manos en los que me sentí muy a gusto y los pude matar muy bien.

¿Les ha costado volver de cara al público a los caballos? ¿Les afecta eso a los caballos, en especial a las estrellas, que están acostumbradas a torear mucho?

Claro que les afecta. Si le afecta a una persona no torear después de sumar y sumar festejos otras temporadas, a los caballos igual. Quieras o no, cuando a los caballos les das la rutina de torear y los viajes, cogen más ritmo. Ahora les cuesta al no haber viajado ni toreado.

Es tradición de los Hermoso ir a América, a México, este año, ¿qué pasará en estos meses?

Tenemos la suerte de que tenemos una cuadra en México. Cuando saltó la pandemia, nos pilló allí, pero yo me vine para torear en Fallas y mi padre se quedó allí. Luego se vino él, entonces si saliera algún tipo de festejo se podría estudiar.