Actuaron con ocho toros de El Charco los matadores Eduardo Gallo, Ernesto Javier “Calita” y Juan Pablo Sánchez, así como el novillero Arturo Gilio

2 de febrero de 2021/Adiel Armando Bolio

El reciente fin de semana, concretamente el sábado 30 de enero, en la ganadería de La Playa, casa de la divisa en verde, guinda y amarillo, propiedad de don Luis Fernando Quijano Domínguez, vecino del municipio de Lampazos de Naranjo, Nuevo León, tuvo lugar un brillante festival taurino internacional, con aforo limitado en la plaza de tienta y en tarde de agradable clima.

Se lidiaron entonces ocho toros bien presentados procedentes del municipio estatal de Vallecillo, donde se encuentra la dehesa de El Charco, que luce listones en naranja, blanco y verde, propiedad de don Gerardo Garza, de los cuales siete fueron buenos en su juego y uno resultó complicado.

Por delante fue el espada salmantino Eduardo Gallo, quien fue largamente ovacionado en su lote.

Le siguió el diestro mexiquense Ernesto Javier “Calita”, quien le logró cortar una oreja al primero de sus astados y fue ovacionado en el otro.

En tanto, el espada aguascalentense Juan Pablo Sánchez, tras ser ovacionado en uno, en el otro se superó para cortar meritoria oreja.

Y el novillero lagunero Arturo Gilio no se dejó ganar la “pelea” en el ruedo alcanzando a cortar un apéndice a su primero y hacerse ovacionar en el que cerró el festejo.

Cabe señalar que, para la celebración de esta función taurina, se cumplieron con todas las medidas sanitarias correspondientes del uso de cubre bocas, la sana distancia y toma de temperatura corporal.