Entre espectáculos y empaques le voló el capote a Juan Ortega en Sevilla

Manzanares dio la dimensión de la figura que es, con un Fandi empeñado en torear y la inmensa torería conceptual de Ortega

19 de septiembre de 2021/Pablo López Rioboo / Fotos: Emilio Méndez

El Fandi, José María Manzanares y Juan Ortega trenzaban el paseíllo en la segunda del abono del histórico San Miguel maestrante de este 2021. Se lidiaba un encierro de Jandilla para esta segunda de Feria. Una ovación de gala sirvió para dar la bienvenida a los actuantes.

Silenciado Fandi con el noble y manejable, aunque medido de fuerzas, primero

4 Fandi Maestranza Sevilla Banderillas

Medido de fuerza pero de buena condición fue el cinqueño de Jandilla que abrió plaza. Un animal que fue agarrando celo conforme aprendió a moverse con las fuerzas que tenía. Un animal al que pedía suavidad y pocas brusquedades, sino se violentaba. Dentro de la desigualdad de la faena destacaron muletazos por ambas manos cuando acertó a cogerle la velocidad. Anduvo pulcro y aseado un Fandi que nunca pudo apretarle de verdad al animal. Toro de buena condición pero a media altura. Tras dejar una buena estocada fue silenciado.

Oreja a la elegancia y el empaque de Manzanares con el segundo de Jandilla
12 Manzanares Maestranza Sevilla Natural

El segundo de la tarde fue un animal de Jandilla con la virtud principal de la humillación. Un animal al que Manzanares fue haciendo poco a poco, primero llevándolo a media altura y línea recta para más tarde apretarlo por abajo. Tuvo fijeza y prontitud un animal que transmitía en sus embestidas. Acertó Manzanares en darle la media distancia para acrecentar sus ganas de embestir. Por el izquierdo le costó tomarle en una primera serie algo desigual, para dejar una posterior muy arrebatada llevándose al animal tras la cadera. Fue una faena de series cortas marcadas por el sello de la elegancia. Porfió Manzanares con el toro ya a menos viendo que la faena perdía vuelo. Tras una estocada que tiró al toro sin puntilla paseó la primera oreja de la tarde.

El poco fondo y la justeza de fuerzas del Jandilla dejan en ovación la inmensa torería de Ortega

14 Juan Ortega Maestranza Sevilla Veronica

Durmió las embestidas de salida con su capote Ortega, meció a la verónica al rebrincado Jandilla para regalarle a Sevilla su toreo de capa. Verónicas al ralentí en las que sobresalieron tres verónicas de auténtico escándalo, por trazo, expresión y compás. Verónicas de muñecas rotas ante un toro al que le faltó mayor calidad y fuerza para corresponder a tan magno recibo de capa. Sonó la música, Sevilla estaba ya rendida al toreo de Juan. Ese toreo que volvió a salir de sus muñecas en un gran quite por chicuelinas, ¡qué garbo!, ¡qué torería!. Ya en la muleta el sevillano vio como la condición agria del animal se hacía patente. Pudo eso si dejar un inicio de faena por bajo de indudable torería, las trincheras y el cambio de mano se quedan ya en la retina de los buenos aficionados. Pero ahí quedó todo, el toro se puso a la defensiva y la faena se diluyó pese a la porfía del sevillano, el cual siempre le dio las ventajas al animal para que fuera prendido en las telas. Tras dejar media estocada y atascarse con el verduguillo saludó una ovación desde el tercio tras sonar un aviso.

Silenciado Fandi con el cuatro de Jandilla

25 Fandi Maestranza Sevilla Derechazo

El cuarto Jandilla tuvo la virtud de la movilidad pero le faltó mayor empuje y entrega para romper de verdad. Ante este Jandilla vimos un pulcro y aseado Fandi, pero al que le faltó sin embargo mayor fibra ante el astado venido de tierras extremeñas. Cierto es que se deslizó mejor a zurdas, por ahí si la tomó con mayor calidad, pero no sin embargo no conectaron toro ni torero. Faena plana en la que el respetable tomó parte por el astado. Tras pasaportar al animal fue silenciado.

Un firme Manzanares es ovacionado con el descastado y agrio quinto

26 Manzanares Maestranza Sevilla Media

Muy por encima del agrio quinto estuvo Manzanares, un toro que nunca fue metido en los trastos y con el que hizo y gran esfuerzo el alicantino. Siempre soltando la cara y metiéndose por dentro. Muy firme estuvo Manzanares para ir poco a poco puliendo los defectos de un animal con movilidad pero exento de entrega. A base de exponerle consiguió robarle muletazos por ambos pitones. Trató al animal como si fuera bueno, dándole las ventajas y poniéndose donde el animal podía hacer por él. Faena para aficionados la realizada por un Manzanares al que se le ve el buen momento por el que pasa. Tras pasaportarlo de una estocada saludó desde el tercio.

Ortega se queda sin toro por la nula condición del último Jandilla

Ninguna opción le dio el colorao que hizo sexto. Un toro con el que solo pudo esbozar alguna verónica de buen trazo ante un toro sin fijeza. Ya en el posterior quite por delantales dejó patente el animal que sus embestidas iba a ser desiguales y a media altura. Esa media altura que intentó aprovechar Juan en un inicio de faena en la que intentó bajarle los humos al astado. Por bajo y abriéndole los caminos, pero ni por esas. El Jandilla bajó la persiana y dejó inedito a un Ortega que se vio obligado a abreviar. ¡Para qué más!. Una media estocada fue suficiente para acabar con los huesos del descastado animal en el albero. Saludó desde el tercio en reconocimiento de su firme y torera actuación.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Segunda de abono. Corrida de toros. Lleno en el aforo permitido.

Toros de Jandilla y Vegahermosa, apretados de carnes y con buena hechura. Noble, pronto y franco el flojo primero; galopón y a más el enfondado y agradecido segundo, aplaudido en el arrastre; repetidor y entregado de escasa duración el tercero; con movilidad pero sin orden el cuarto; arisco, berreón e informal el desagradecido quinto; desordenado, topón y de cara suelta el imposible castaño sexto.

El Fandi, silencio y silencio.

José María Manzanares, oreja y ovación.

Juan Ortega, ovación y ovación.

 

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