2 de noviembre de 2021/Luis Ramón Carazo
El 30 de octubre después de 21 meses, La México abrió sus puertas a quienes estaban ávidos por presenciar una corrida de toros en la capital del País y así se demuestra que la llama del toreo sigue encendida.
La empresa organizó una emotiva ceremonia previa a la Corrida de las Luces, en las que con fervor religioso para creyentes o no, se paseó en andas a la Virgen del Rosario. El 12 de diciembre en lo que se espera sea un magno festejo, será en honor de la de Guadalupe en recuerdo y nostalgia, así como pedimento por los efectos de la pandemia, sin olvidar agradecimiento al personal de salud.
El coso con las limitaciones previstas por las autoridades, en cuanto al cupo, lució una gran entrada en la que desatacaría mucha juventud y aficionados que no son los habituales, además de aquellos consuetudinarios, lo cual es una buena noticia, el toreo a pesar de lo que algunos afirman, interesa.
En lo del festejo lo más destacado lo realizó Juan Pablo Sánchez, con un astado de Jaral de Peñas, de pinta burraco -esto es, con pintas negras y blancas- como así se le denomina en España, con muy buen estilo en su lidia.
Hace años en España, el recordado Don Pablo Lozano –su maestro por mucho tiempo- me dijo cuando era aún novillero y en Extremadura tentaba una becerra Sánchez: “si éste quisiera sería el mejor” El sábado mostró además de conocimiento y temple, actitud; que no siempre lo acompaña en sus actuaciones y que le permitió llevarse el único trofeo que se concedió en el festejo, ese sería el camino, Juan Pablo.
El Zapata, El Calita tuvieron con los astados buen principio con los toros de Rancho Seco y La Joya, pero, incluso como el de Jaral de Peñas, les faltó más fuelle hacia el final.
Sergio Flores con un ejemplar de los Encinos y Leo Valadez con uno de Pozo Hondo, que francamente fueron esaboríos, pusieron voluntad pero sin lograr sacar agua de un pozo seco.
Que, decir del quinto de José María Arturo Huerta que le tocó a Luis David y fue ruidosamente protestado toda su lidia, por su fenotipo y que reglamentariamente debió ser devuelto, pero el juez hizo mutis y el pato lo pagó el desconcertado torero, que apechugó la ira popular y salió contrito de la plaza.
Es el primer festejo, seguramente la empresa como diría Juncal, tomó nota, reitero, la entrada fue un éxito, pero habría que cuidar todos los detalles.
En Aguascalientes el 31 de octubre en el Festejo de Calaveras, ratificó el gran sitio con su toreo reposado y clásico el extremeño Emilio de Justo, del cuarto “Siempre Alegre” de Begoña, supo extraer lo bueno del astado y con dos trofeos logró la puerta grande en su debut en México y ahora irá a Guadalajara, donde seguramente causará expectación su actuación.
Leo Valadez en el segundo, “Vivaracho”, por una faena variada obtuvo un trofeo y Luis David habiendo toreado muy bien, sobre todo al sexto de la tarde “Teruquín” lo bordó, pero como con su primero, la suerte suprema no la ejecutó bien y perdió los trofeos que le hubieran permitido salir en hombros con el torero español.
Así las cosas, buen fin de semana taurino que, seguirá con corridas y novilladas estos días festivos y por dar dos lugares, el 2 de noviembre en Tlaxcala por la tarde, toros de Piedras Negras para Jerónimo, José Mauricio y Angelino de Arriaga y por la noche en Morelia: toros de San Miguel de Mimiahuápam para El Payo, Diego Silveti y Luis David.
Para cerrar el sábado tuve conversación telefónica, con el maestro Carlos Miguel Prieto y me dijo:” Luis Ramón, estoy en Nueva York -ahí con gran éxito dirigió un concierto cerrando con el Huapango de Moncayo- y por tanto no podré asistir”
Me relató que desde niño y hasta los 18 años con su bicicleta, se trasladaba al coso, tenía un derecho de apartado en segundo tendido de sombra y vivió grandes momentos con Manolo, Armilla por supuesto con Valente, Mejía y Belmont, su voz sonaba emocionada a los recuerdos.
Mi esposa Lorena escuchó la conversación y dijo: “yo prefiero ir al concierto” Escuchó Carlos Miguel y me dijo: “Salúdala. Dile que la invito a dirigir para que yo pueda ir a La México” Mi esposa se sonrojó y reflexioné por eso, el toreo es tan especial cuando le cala a uno los huesos y en época de calaveras al pelo, he ahí un relato querido maestro: sigue dando brillo a México, como lo haces en todos los foros del mundo y que nuestra afición nos una, aunque muchos no acaban de comprenderlo y lo denuesten.