Ferrera sella una obra histórica en la Plaza México al quinto bis, un animal que brindó a El Soro y al que incluso picó. Sin opciones Morante, sí pasearon orejas Silveti y San Román en su alternativa.
12 de diciembre de 2021/Emilio Méndez
Antonio Ferrera, Morante de la Puebla, Diego Silveti y el novillero Diego San Román, que tomaba la alternativa después de un amplio periplo novilleril, trenzaban el paseíllo este domingo, 12 de diciembre, con un ambientazo en la Monumental Plaza de Toros México. Unas 35.000 personas en los tendidos clamaban por la tauromaquia en el arranque de una función en la que se lidiaban toros de Fernando de la Mora y Bernaldo de Quirós. Tras el paseíllo, se cantó el himno nacional de México y se rindió un minuto de aplausos en memoria del picador Benigno Carmona y el cantante Vicente Fernández, recientemente fallecidos. Además, los toreros fueron obligados a saludar.
San Román, oreja del octavo el día de su alternativa
Negro bragado el primero de Bernaldo de Quirós, un animal bien hecho al que le jugó bien los brazos a la verónica Diego San Román. También airosas fueron las chicuelinas al paso para acercar al toro al caballo. Emotiva fue una ceremonia de alternativa en la que Antonio Ferrera, como padrino de ésta, le dedicó un largo discurso. Tras ella, y el preceptivo brindis familiar, San Román acortó las tandas y midió mucho las series en redondo para cuidar las fuerzas de un animal flojo pero con calidad. Especialmente una serie por derechazos destacó en la faena del torero queretano. Le aguantó hasta siete series con el denominador común de la ligazón y limpieza, matando de estocada arriba y siendo ovacionado tras aviso por el fallo con el descabello. De nuevo se gustó el queretano en el saludo capotero del cierraplaza, un animal al que quitó por gaoneras y al que dejó buen gusto en su toreo por ambos lados, dejado momentos de riesgo cmo cambiados. Una estocada entera y paseó una oreja.
Ferrera: lidia total -tercio de varas incluido- al bravo quinto bis
No tuvo suerte Antonio Ferrera ante su primero, un animal al que dejó momentos personales de capote, incluso acercándolo al caballo, pero que luego echó la cara arriba cuando le plantó la muleta. Se desquitó de ese mal sabor con el segundo de su lote, un toro con el que incluso se le llegó a pedir el rabo. Paseó dos orejas de ese ejemplar bis de Bernaldo de Quirós, en sustitución del lastimado titular, al que hizo el toreo caro el extremeño: enjundia capotera, emoción cuando se subió al caballo a picarlo, conexión con los rehiletes -que en esta ocasión sí puso- y vibración con la muleta en una obra a más por la actitud del torero y la condición de su oponente. Brindó el toro a El Soro y la obra fue un compendio de torería que llegó con mucha fuerza a la Plaza México por ambos lados. Mató en todo lo alto y paseó el doble premio.
Morante, sin opciones con su lote
No tuvo opciones Morante de la Puebla con las pocas fuerzas que tenía el primero de su lote, un animal con el que dejó detalles toreros y, sobre todo, dos verónicas de eterno trazo. Algún cambio de mano destacó en el trasteo. Frente a su segundo, con el que de nuevo fue silenciado por la condición de su oponente, José Antonio dejó momentos toreros como alguna trinchera y muletazos de rodillas, pero el animal cada vez acortaba más su viaje y no pudo sino matarlo con dignidad.
Diego Silveti, oreja del cuarto
Diego Silveti se ajustó en las gaoneras frente al cuarto, se lo cambió por la espalda para iniciar su faena y ligó con buen trazo que llegó arriba al animal, sobre todo por la mano diestra, el mejor pitón del astado, ya que por la izquierda se quedaba más corto. Se pegó un arrimón final y mató de estocada y descabello. No tuvo opciones frente al segundo de su lote, un séptimo que no transmitía nada y con el que solamente pudo pegarse un arrimón y matarlo con dignidad.
FICHA DEL FESTEJO
Monumental Plaza de Toros México. Corrida de toros de la festividad de La Guadalupana dentro de la primera parte de la Temporada Grande Internacional. Unas 35.000 personas en los tendidos.
Ocho toros con los hierros de Fernando de la Mora y Bernaldo de Quirós -el quinto como bis-.
Antonio Ferrera, silencio y dos orejas.
Morante de la Puebla, silencio en ambos.
Diego Silveti, oreja y silencio.
Diego San Román, que tomaba la alternativa, ovación tras aviso y oreja.