El peruano pasea tres orejas y se lleva una tarde de quietud y toreo en la que Morante y Aguado hicieron un esfuerzo con sus lotes de José Vázquez
12 de marzo de 2022/Javier Fernández-Caballero/Fotos: Pablo Ramos
Llegaba el momento de la Feria del Milagro, un acontecimiento siempre en la localidad toledana de Illescas, que recibía este sábado a Morante de la Puebla, Andrés Roca Rey y Pablo Aguado -que reaparecía de su grave lesión de rodilla– para enfrentarse a un encierro de José Vázquez.
Morante pincha su obra al primero, que tuvo un sublime inicio de faena
Huidizo salió el primero de José Vázquez, de 503 kilos y al que Morante dejó tres verónicas de bello trazo y una chicuelina y cuatro delantales de embrujo ante la mansurrona condición del toro. Buenos pares de Trujillo y Sánchez Araujo ante la lidia de Lili. Excelso fue el inicio de faena de José Antonio, que llenó la escena con tres trincheras para recordar y un cierre de prólogo sublime. Dos series al natural con momentos aislados pero de trazo eterno -cuando llegó- prosiguieron la obra. Y más continua una serie por la diestra. Una nueva en redondo por la zurda y a por el acero. Y pinchó la obra en el primer encuentro, enterrando a la segunda el acero. Tuvo que usar el descabello. Ovación.
Roca Rey impone la ley del impacto y del toreo ante el segundo
Airoso el saludo de Roca Rey al segundo, al que quitó por saltilleras y se llevó de su mano al tendido. Tenía boyantía el animal, al que dejó su cuadrilla un brillante tercio de banderillas por el que tuvo que saludar. Espeluznante el inicio de faena del peruano, que se pasó de rodillas por detrás y por delante al animal y puso a la plaza en pie. Tenía más vida y viaje el animal a diestras y por ahí ahondó en su concepto Andrés, llevando largo, embebido y toreado al animal en todo momento. Más parado a zurdas el toro, pero el final fue de nuevo de impacto por bernadinas. Un cambio de mano al lado de tablas caló también en un epílogo de obra previo al pinchazo y a la estocada. Oreja.
Aguado tira de arrebato con el manso tercero, con el que lo bordó de capa
De 482 kilos era el «Olivarero» tercero, con el que salió a relucir el naturalísimo concepto de Pablo Aguado en la media docena de verónicas que le recetó. Fue picado en la querencia y luego recibió otra vara en el caballo correspondiente. Era un manso de libro el animal, con el que tuvo que inventarse la obra al hilo de tablas. Momentos de arrebato que calaron en el tendido toledano. Tras una estocada un punto caída y descabello, fue ovacionado.
Ovación a la porfía de Morante con el deslucido cuarto
Faena de porfía de Morante en el cuarto, un animal parado y que no prestó opciones. Toro con el que tuvo que poner voluntad José Antonio para sostenerlo al hilo de tablas y sonsacó momentos de interés. Tras pasaportarlo con el acero, fue ovacionado.
Roca Rey, quietud y toreo de mano baja ante el quinto, al que desoreja
Roca Rey puso muy cara de nuevo la tarde en el quinto, un animal mansurrón de inicio al que dejó detalles a la verónica y con el que se arrimó de verdad en el quite con el capote a la espalda. Toreo muy caro llegó tras el inicio de faena por estatuarios: le bajó la mano Andrés al animal y llegó con fuerza al tendido, en una obra in crescendo a un toro que le ofreció su calidad. Derechazos sublimes y naturales de trazo bajo se mezclaron antes de la estocada y el doble premio para el peruano.
Pablo Aguado termina ovacionado con el deslucido sexto
Salió suelto el sexto, animal con el que Pablo Aguado no pudo lucirse a la verónica y con el que sí brilló su subalterno Iván García, teniendo que saludar palos en mano. El animal no se sostenía y tuvo que hacer un esfuerzo el sevillano porque, además, levantaba la cara en mitad del viaje. No fue fácil. Por ambos lados lo intentó el hispalense, que mató de espadazo entero y fue ovacionado.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Illescas, Toledo. Feria del Milagro, primera de abono. No hay billetes.
Toros de José Vázquez, correctos de presencia. De inicio huidizo pero que al final sacó la calidad el primero; con calidad y boyante por la diestra el segundo; manso de libro el tercero; con duración y calidad la del buen quinto; flojo y a menos un sexto que levantaba la cara a mitad de viaje.
Morante de la Puebla: ovación y ovación.
Roca Rey: oreja y dos orejas.
Pablo Aguado: ovación y ovación.