El de la Puebla corta dos orejas tras tirar de arte y corazón frente al cuarto, mientras que Cayetano cuaja a placer a sus dos oponentes. Mientars que Aguado pierde la sallida en hombros por la espada
9 de abril de 2022/José Joaquín Diago
Morante de la Puebla, Cayetano y Pablo Aguado trenzaban el paseíllo, en la tarde de este sábado, en la plaza de toros de la localidad toledana de Añover de Tajo. Se lidiaba un encierro de Luis Algarra.
El primero fue un animal burraco con el que no acabó de estar a gusto el torero de la Puebla. El de Algarra, muy medido de raza embistió siempre sin entrega y con la cara a media altura. Esbozó algún lance a la Verónica y muletazos sueltos, pero no había agua de donde sacar. Abrevió viendo que la faena no iba a romper. Tras pasaportar al toro escuchó algunos pitos.
El segundo fue un noble y manejable astado de Algarra, un toro que si quiso irse tras los vuelos pero el cual también estuvo medido en su casta. Faena lucida y templada de Cayetano, el cual conectó con rapidez con el tendido. Cierto es que las tandas no fueron muy largas, pero cada muletazo llevó su sello. El toro venido de La Capitana tuvo nobleza y ritmo, lo que ayudó a un Cayetano muy metido en la tarde a realizar una labor compacta por la que paseó un apéndice.
Ovacionado resultó Pablo Aguado con el tercero, un toro noble de Algarra con el que el sevillano realizó una faena preciosa por su templanza y su sentido de la medida. Faena llena de armonía y sabor la que dejó Pablo en Añover. Labor que siguió la senda marcada en este inicio de temporada ante un toro con clase y cierto ritmo. Pero todo quedó emborronado por el mal uso de los aceros, cambiando un triunfo por la ovación cariñosa del público toledano.
Morante expuso frente al cuarto, un toro noble al que puso creatividad y entrega. Fue volteado de manera espectacular mediada la faena, sin consecuencias, para volver a la cara del toro y exprimir a su oponente a base de molinetes de rodillas que fueron pura genialidad. Una faena cargada de emotividad vivida de forma intensa por un respetable que disfrutó de una faena difícilmente catalogable. El animal mantuvo la intensidad de sus embestidas hasta bien avanzada la faena, venido a menos dejó a relucir esa buena clase que atesora esta divisa. Buena estocada. Dos orejas.
Dos orejas más fueron a parar a manos de Cayetano por su templada y limia faena al buen quinto de Algarra, un toro que la tomó con nobleza y prontitud. Labor de buen son y ritmo la realizada por Cayetano, siempre toreando a favor de un astado que pese a su buena condición no estaba sobrado de raza. Combinó muletazos a media altura en linea recta con otros tras la cadera apretando más al toro. Tras dejar una buena estocada paseó el doble trofeo.
Aguado volvió a torear con mucho pulso y tacto al noble sexto, un toro medido de fuerzas y al que no le sobró las casta. Lo templó a la perfección tanto a la verónica como con la muleta. Muy torero el sevillano en un trasteo marca de la casa. Aprovechó el sevillano las virtudes del astado para dejar bellos pasajes. Un trasteo al que le volvió a faltar refrendo con la espada. Oreja.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Añover de Tajo, Toledo. Corrida de toros. Más de tres cuartos de entrada.
Toros de Luis Algarra.
Morante de la Puebla: División y dos orejas
Cayetano: Oreja y dos orejas
Pablo Aguado: Ovación y oreja
INCIDENCIAS: Morante de la Puebla no acompañó a su compañero Cayetano en la salida en hombros tras resentirse de la voltereta en el cuarto toro de la tarde.