Durísima corrida de José Escolar en la que Gómez del Pilar se lleva un orejón de ley y una cornada

Gómez del Pilar cortó una merecida oreja del tercero y resultó herido a portagayola en el sexto; Octavio Chacón fue silenciado con los tres que tuvo que lidiar y ovacionado resultó en su primero Alberto Lamelas.

31 de mayo de 2022/Ángel Estévez/Fotos: Emilio Méndez

Seis toros de José Escolar se lidiaban este 31 de mayo en Las Ventas para la 24ª de San Isidro. Los diestros Octavio Chacón -que resultó silenciado en su lote-, Alberto Lamelas -que fue ovacionado en su primero- y Gómez del Pilar -que cortó una oreja de mucho peso al tercero y fue corneado a portagayola en el sexto- hicieron el paseíllo frente a un durísimo encierro del hierro abulense.

Octavio Chacón emborrona con los aceros una templada faena con el blando primero de José Escolar

Remató en los burladeros de salida primero de la tarde, un cinqueño negro entrepelado de capa, que blandeó en los lances de recibo de Octavio Chacón. El toro metió los riñones en el primer encuentro con el picador y lo puso largo Octavio Chacón en el segundo, yéndose con buen tranco a la jurisdicción de Santiago Pérez, que hizo muy bien la suerte. Perdió las manos el animal en el quite de Alberto Lamelas, que fue replicado por Chacón con templados delantales (ahí no se cayó) . Continuó templándole mucho Miguel Ángel Sánchez en banderillas, todo en favor del toro. Brindó a la concurrencia el torero gaditano, que se lo sacó más allá de las rayas echársela a la zurda. La falta de fuerzas agudizó la cortedad de viaje del toro, al que, de uno en uno, le sacó templados naturales Por el derecho no tenía esa humillada nobleza el de Escolar, haciendo hilo y quedándose debajo, y Chacón volvió a la zurda, logrando nuevos naturales de buen trazo, pero el toro iba cada vez a menos. Trató de someterle por el derecho ya en las postrimerías de la faena pero el toro echó la persiana. Tras varios pinchazos y media caída, echó mano del verduguillo, con el que Chacón se atascó , emborronando su labor y escuchando dos avisos, siendo silenciado. Leves pitos para el toro.

Alberto Lamelas da la cara con un segundo Escolar «alimañado»

Bien repartidos tenía los 601 un kilos el segundo de la tarde, al que Alberto Lamelas le dió fiesta en los lances de recibo. El de Escolar, que sacó pies de primeras, se dejó pegar en el caballo, haciendo sonar el estribo en la primera entrada. También lo lució Lamelas en el segundo puyazo, en el que el toro acudió con buen tranco, pero no mostró bravura ya en el peto. En el quite por chicuelinas de Gómez del Pilar, se quedó cortito pero si mostró más fuerza que su hermano, aunque perdiera las manos en el remate del quite. Tras una buena lidia, y breve, de Ramón Moya en banderillas, en la que el toro echó la cara arriba, brindó Alberto Lamelas al respetable. Tras doblarse con el toro en el inicio de faena, en el que el toro se quedó corto, Alberto se sacó el toro a los medios y le sacó unos templados derechazos, alguno jaleado por la parroquia, pero en la segunda tanda, el de Escolar no humilló igual. En el primer natural, el toro se fue directo al pecho del torero, y este se puso de verdad, sabiendo que por ahí, el morlaco era una prenda , logrando así trenzar naturales más que estimables. Volvió a la derecha, y con valor, temple y no dejando que viera mas que trapo, le enjaretó un par de series de mucho mérito, con muletazos realmente buenos. Con el acero en la mano, trató Lamelas de sacarle algo más, pero ya no transmitía nada el de Escolar. Enterró todo el acero a la primera, mientras sonaba un aviso, cayendo el estoque algo desprendido y un punto delantero. Tras las palmas para el toro en el arrastre, escuchó Alberto Lamelas una fuerte ovación.

Gómez del Pilar arranca una justísima oreja del peligroso tercero

A la puerta de chiqueros se fue Gómez del Pilar a recibir al tercero, un cárdeno de Escolar que salió dormido y midiendo, y que a punto estuvo de llevarse por delante al torero. Frenándose y sin humillar después, se dejó pegar en el peto, saliendo disimuladamente suelto de cada puyazo. Se puso gazapón en el capote de Ángel Otero y, tras dos pares arriesgados y de mucho mérito de Candelas y Cebadera, el toro dijo en el tercer par que no se dejaba banderillear más. Pareció tener humillación y recorrido en los dos primeros derechazos el toro, pero después empezó a cabecear con el viaje cortísimo. Continuó rebañando y metiéndose por dentro pero Gómez del Pilar no se amedrentó, buscándole las vueltas. Hizo el animal cosas parecidas por el lado izquierdo, pero Noé consiguió meterlo en vereda, especialmente en una tanda de mucho mérito. Con inteligencia y oficio le sacó unos muy meritorios derechazos, en una tanda en la que el toro empezaba a rebañar. Quiso, y consiguió, robarle unos excelentes naturales al final de faena, pero el pájaro cárdeno le echó mano, dándole una espectacular voltereta, afortunadamente sin consecuencias aparentes, y tras volverse a poner, muy de verdad, Gómez del Pilar, el toro cantó la gallina, y se fue a tablas descaradamente. Se tiró con la espada recto como una vela, y cobró una desprendida estocada (mientras sonaba un aviso) que tumbó a la alimaña. Oreja, sin discusión y palmas para el toro.

Octavio Chacón no se confía del peligro sordo del cuarto

Apretó en el recibo capotero de Octavio Chacón, el cuarto, al que se lo sacó para afuera, con mucho oficio, el torero gaditano.
Se dejó pegar, el toro, en el caballo de Manuel Jesús Ruiz, con la cara arriba y sonando el estribo, tercio en el que evidenció que le gustaban más las tablas que los medios y no dando apenas facilidades en banderillas, además de mostrar endeblez de remos.
Soso, sin humillar, y mirando más a la taleguilla que al torero; así se comportó el cárdeno por el lado izquierdo, y por el derecho fue igual, además de rebañador. Cada vez más rebañador y cada vez más soso, mostrando un peligro sordo que no se transmitió a los tendidos. Y con este material no insistió Octavio Chacón, viendo que la faena no cogía vuelo, yéndose a por el acero. Tras un pinchazo, cobró una estocada corta y baja, y tras un certero golpe de verduguillo, finiquito su labor. Silencio para toro y torero.

Lamelas, silenciado con el quinto

Fue ovacionado de salida el quinto, un toro muy rematado y con mucha seriedad, que no dejo torear, ni en los lances de salids, ni llevándolo al caballo, dejándose pegar y torando cornadas al peto, yendo de largo en el segundo encuentro. Por este puyazo fue aplaudido Antonio Prieto. No se confiaron en banderillas los banderilleros de la cuadrilla de Alberto Lamelas ante la cortante y esperada embestida del burel que, ya de primeras, mostró que sabía perfectamente donde estaban los muslos del torero. Se «tragaba» los dos primeros el de Escolar por el lado derecho, pero al tercer muletazo, se iba directo a los machos de la taleguilla.
Por el izquierdo fue peor; listo, mirón, rebañando… Y Lamelas lo intentó, pero era imposible. Al volver al pitón derecho, el toro ya no se «tragaba» dos, ni uno; ya ni se dejaba ni uno, y Lamelas se puso, pero no podía hacer más. Media estocada, otra más, y atasco c9n el verduguillo, hicieron olvidar al público la buena actitud del torero jienense, que, a la última, acabó con la vida de otra alimaña más. Tras las palmas en el arrastre el toro (con cara de estupor de varios aficionados) Alberto Lamelas fue silenciado, habiendo escuchado un aviso durante la lidia.

La alimaña sexta, que hiere a Gómez del Pilar, no da opciones a Chacón

Recibió Noé Gómez del Pilar al sexto de la tarde, en la que hirió al torero cuando, tras esquivar la recta embestida del toro, se echó al suelo y ahí, fue herido el torero. El grito del torero al entrar en el burladero a su mozo de espadas, diciendo claramente «me la ha pegao», despejó cualquier duda del percance, que, esperemos, no sea de mucha gravedad. Ya en el percal de Octavio Chacón, el toro le hizo hilo cada vez que lo dejaba colocado para la suerte de picar, poniéndole en mas de un apuro, suerte en la que se dejó pegar sin apretar. Tras un buen par de Ángel Otero, el toro empezó a cortar y a esperar a Pedro José Cebadera. Se jugó la vida Ángel Otero en el tercer par, clavando un gran par que levantó al público de los asientos, obligando a saludar al banderillero.
Brindó Chacón a su compañero herido. En el primer muletazo se fue directo el de Escolar al pecho del torero, quedándose cortísimo por el lado zurdo. El toro era un auténtico hijo de puta, no teniendo ni medio viaje por ningún lado. El irse a por la espada fue lo mejor que pudo hacer Chacón, y lo único, ante tal prenda. Hasta para matarlo era malintencionado el toro, cerrándole todas las salidas posibles al torero de Prado del Rey. El gaditano dejó un pichazo hondo finalmente y se fue a por el estoque de cruceta, con el que no fue breve, desesperando al personal por su falta de acierto, que estaba deseando ver camino del desolladero a tal demonio. Finalmente acertó Chacón, finiquitando la vida de «Vinatero». Pitos para el toro y silencio para Octavio Chacón.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. 24ª de San Isidro. Corrida de toros. Dos tercios de entrada.

Toros de José Escolar. Soso, flojo y noblón el primero; humillador por el derecho el segundo y peligroso por el izquierdo; listo y complicado el tercero; soso y con peligro sordo el cuarto; muy complicado y peligroso el quinto; complejo y nada pasador el peligrosísimo sexto.

Octavio Chacón, silencio tras dos avisos, silencio y silencio en el que lidió por Gómez del Pilar.

Alberto Lamelas, ovación y silencio tras aviso.

Gómez del Pilar, oreja y herido.

Incidentes: El matador de toros Gómez del Pilar fue intervenido en la enfermería de Las Ventas de Madrid tras haber sufrido una cornada en el glúteo izquierdo y un fuerte golpe en la cabeza después de ser arrollado a portagayola por el sexto toro de José Escolar en la vigesimocuarta de la Feria de San Isidro.

 

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