La espada roba a Sergio Serrano una oreja de ley al natural en el cierre de la Feria de San Isidro en Las Ventas de Madrid

El albaceteño sella una obra al natural de mucho mérito y despaciosidad en una tarde en la que se fue en dos ocasiones a portagayola. Ferrera dejó momentos pintureros ante el cuarto y Román se entregó con deslucido lote.

5 de junio de 2022/Javier Fernández Caballero/Fotos: Emilio Méndez

Una corrida de Victorino Martín ponía el broche al San Ide 2022. En chiqueros seis astados de Victorino Martín para una terna compuesta por Antonio Ferrera, Sergio Serrano y Román

Ferrera, silenciado con el noble primero de Victorino

De 533 kilos era el Mitorero primero de Victorino, animal que se arrancó emotivo en las dos varas de Luca y al que luego dejaron arriesgados pares José Chacón y Fernando Sánchez, que tuvieron que saludar. Noble pero con tranco a media altura fue el animal, al que Ferrera dejó muletazos sin conexión y por el que no apostó tampoco el pacense. Silencio tras despacharlo de pinchazo y media.

Serrano sella una obra al natural pero falla con la espada

De 562 kilos era el segundo, primero del lote de Sergio Serrano, que se fue al portón de los sustos a saludarlo y se llevó una tremenda voltereta por fortuna sin cornada aparente. Tras ella, se repuso y le anduvo hacia atrás al animal, llevándose consigo a la plaza por su emotividad. Dio emoción en la primera vara pero le costó arrancarse en la segunda y se vino soberanamente abajo el animal en ésta. En banderillas perdió pie Fernando Casanova en el tercer par e incluso le arrancó la taleguilla el animal. Por bajo domeñando al animal fue el prólogo de la obra, en el que dejó instantes de mucha plasticidad y torería. Le robó momentos por abajo a un toro que no regalaba nada pero que, si te entregabas, te ofrecía su humillación. Y se cruzó también por la diestra e albaceteño en la siguiente serie… pero donde de verdad llegó el toreo fue por la zurda. Con la bamba de la muleta, proponiendoel corazón y entregando el alma al rito en el trazo le llegó Serrano a Madrid en tres series de templado viaje. Ese es el toreo. Vibró el tendido con su natural, con su concepto de verdad, con su reposo, con su parsimonia en los embroques… y la maldita espada que hizo que tuviese tres pinchazos previos a la estocada. Ovación al toro y a la calidad y humillación del buen animal de Victorino.

Román emborrona con el acero su porfía ante el viaje corto del tercero

Milenario llevaba por nombre el tercero, al que Román dejó voluntariedad en las verónicas de salida, quedándose corto el animal en la embestida. Tras el brindis a la presidenta madrileña, le fue haciendo frente a la corta embestida del animal a base de porfía y querer. Pero emborronó su actitud con el acero, dejando varios pinchazos y teniendo que hacer uso del descabello. Silencio tras aviso.

Ferrera deja momentos pintureros ante el viaje humillado del cuarto

Bolsisto llevaba por nombre el cuarto, animal al que picó Antonio Prieto y que cortó a Javier Valdeoro y Fernando Sánchez en banderillas. Enorme Sánchez en el último de los palos, asomándose al balcón, ya que debió entrar tres veces porque tenía solamente tres palos el animal. Fue componiendo una obra basada primero en la diestra y luego en los naturales por ambas manos en la que dibujó momentos intermitentes ante la humillada condición de un victorino con clase. Más entonado en el final de la obra, en e que selló momentos pintureros y un arrimón. Finiquitó de estocada baja y fue ovacionado tras aviso.

Serrano recibe de nuevo en chiqueros a un quinto reponedor y que no le da opciones

Al portón de los sustos se fue de nuevo Serrano a saludar al quinto, animal al que luego dejó tres verónicas de calado arriba. Tras las varas y banderillas, emotivo fue el brindis al tendido, pero el toro no tenía la calidad del anterior. No se entregaba ni terminaba de romper hacia adelante un animal con el que no pudo conectar el manchego, y con el que se cruzó ante la falta de posibilidades de su oponente. Palmas.

Román se estrella contra otro reponedor sexto

Un tío en toda regla era el sexto, aplaudido por su serísima presencia y que se mostró complejo en los primeros compases de la lidia. Al público fue el brindis del valenciano, que se topó con un animal también reponedor y deslucido. No hubo opción. Finiquitó de estocada y descabellos y fue silenciado.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. última de la Feria de San Isidro. Corrida de toros.

Toros de Victorino Martín. Noble pero de embestida a media altura el primero; con calidad y humillación el buen segundo; de viaje muy corto el complicado tercero; con humillación y calidad hasta que aguantó el cuarto; sin entrega el también reponedor quinto; reponedor también el sexto..

Antonio Ferrera: Silencio y ovación tras aviso

Sergio Serrano: Ovación y

Román: Silencio tras aviso y silencio

 

 

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