10 de junio de 2022/Texto y fotos: Emilio Méndez
Durante la pasada feria de San Isidro en Las Ventas de Madrid, el escultor Puente Jerez, en esta ocasión hizo el reto de realizar un toro de tamaño natural, dentro de los pasillos de la plaza y a la vista de los aficionados que durante 20 días pudieron ver el proceso y la transformación de esta magna escultura hasta que quedó terminada en su primera etapa.
El toro lleva por nombre «Manolito», y es una réplica fiel del semental que se encuentra en el rancho queretano «El Raspiño», de la ganadería mexicana de Barralva, propiedad de los sucesores de don Luis Ángel Álvarez Bilbao.
La historia de este toro de un encaste puro de Atanasio y la descendencia que ha dado es muy buena, es interesante y conmovedora ya que al nacer su madre murió y a las demás vacas no les interesó alimentarlo, por lo que los vaqueros decidieron cuidar al becerro y alimentarlo con biberón.
La escultura estuvo en exhibición en los alrededores de Las Ventas de Madrid y llegó hasta el ruedo del coso más importante del mundo en un momento emotivo para el arte de la tauromaquia y para el artista al ver su obra en este magno escenario y siendo aplaudido. Una vez terminada la escultura de “Manolito” viajará a México a su nueva casa para estar cerca del auténtico que le dio vida en el proceso.