Extraordinaria corrida de La Palmosilla en Pamplona que encumbra a una ganadería de gran presente y mejor futuro. Rafaealillo pasea tres orejas mientras que Escribano y Valadez lo hacen con dos.
10 de julio de 2022/Pablo López Rioboo/Fotos: Emilio Méndez
Volvían los toros de La Palmosilla a Pamplona tras el gran encierro de 2019, una ganadería con sangre Juan Pedro Domecq y Núñez del Cuvillo que durante estos años ha conseguido asentarse en las ferias. Ante ella una terna que conjuga vetearía y juventud, un cartel en el que se premia a tres toreros que se han batido el cobre con las ganaderías más duras. Ahora tienen el premio de verse con un hierro muy del gusto de las figuras y que ya ha lidiado toros importantes en plazas como Madrid, Sevilla, Valencia, Pamplona o Málaga. Rafaelillo, Escribano y Leo Valadez pisaban el ruedo de la Monumental en su único cartucho de la feria.
Dos orejas para Rafaelillo del exigente y emotivo ‘Arrumbadito’ ovacionado en el arrastre
Se fue a la puerta de chiqueros Escribano para recibir al segundo de la tarde, un toro que salió con muchos pies, el cual no dejó nunca de galopar. Compartieron tercio de banderillas Escribano y Valadez antes de llegar a un tercio de muleta en el que Escribano apostó desde el principio por el animal. Inició por alto en los medios en un inicio que llegó rápidamente a los tendidos. A derechas templó Manuel a un toro que lo quiso todo por abajo, colocando la cara y ralentizándose en cada muletazo. Toro al que había que llevar siempre pulseado y sin toques. Toro con prontitud, galope y fijeza al que quiso torear el de Gerena siempre con los vuelos. Por el izquierdo le faltó un puntito más de emotividad y de humillación. Exigía ir enganchado, de lo contrario pegaba un tornillacito que deslucía el muletazo. Toro para disfrutar. para torearlo despacio, algo que Escribano en una interesante faena, algo que no era fácil debido a la complejidad de cogerle siempre el ritmo al animal por lo despacio que embestía. Tras volcarse en la estocada paseó las dos orejas de un interesante animal de la Palmosilla
Escribano desoreja al amexicanado y humillador segundo de La Palmosilla
Se fue a la puerta de chiqueros Escribano para recibir al segundo de la tarde, un toro que salió con muchos pies, el cual no dejó nunca de galopar. Compartieron tercio de banderillas Escribano y Valadez antes de llegar a un tercio de muleta en el que Escribano apostó desde el principio por el animal. Inició por alto en los medios en un inicio que llegó rápidamente a los tendidos. A derechas templó Manuel a un toro que lo quiso todo por abajo, colocando la cara y ralentizándose en cada muletazo. Toro al que había que llevar siempre pulseado y sin toques. Toro con prontitud, galope y fijeza al que quiso torear el de Gerena siempre con los vuelos. Por el izquierdo le faltó un puntito más de emotividad y de humillación. Exigía ir enganchado, de lo contrario pegaba un tornillacito que deslucía el muletazo. Toro para disfrutar. para torearlo despacio, algo que Escribano en una interesante faena, algo que no era fácil debido a la complejidad de cogerle siempre el ritmo al animal por lo despacio que embestía. Tras volcarse en la estocada paseó las dos orejas de uno de los animales de clase de la feria.
Dos orejas para Leo Valadez del noble y pronto tercero
Embistió con templanza también el tercero, toro con el que jugó bien los brazos el mexicano. Un toro que no se definió tanto de salida y con el que dejó un vistoso quite por Zapopinas antes de compartir tercio de banderillas con Manuel Escribano en el que el sevillano quitó a cuerpo limpio a Valadez tras apretar el toro hacia tablas. Tuvo repetición este tercero, pero le costó humillar algo más que a sus hermanos. Trasmitió un toro al que poco a poco se fue acoplando el torero azteca. Conforme fue avanzando el trasteo fue humillando cada vez más un toro que cuando perdió las inercias embistió más y mejor. Estuvo correcto Valadez, al cual le faltó apretar de verdad a un toro que tenía mejor condición cuando venía desde la media distancia. Pese a ello acortó las distancias en un final de faena con muletazos accesorios en el que le dio aire a un animal con virtudes. Cerro con manoletinas de rodillas antes de dejar una buena estocada y pasear las orejas -generosas- del animal venido de tierras gaditanas.
Oreja para Rafaelillo que se sobrepone a un volteretón en una faena de gran inteligencia
De menos cuello y más alzada fue el cuarto, un animal que no no acabó de emplearse ni en el capote ni en el caballo. Brindó Rafaelillo al público una faena que comenzó en el tercio a media altura. Un toro que obedeció a los toques pese a no humillar. Le volvió a dejar la muleta siempre puesta, tirando del animal y jugando con las alturas, algo que fue fundamental para que el toro repitiera. Hubo muletazos de torero encajados y con mucha torería. Pero por el izquierdo en un natural el toro hizo por él y se lo echó a los lomos. Ya sin la chaquetilla se puso delante de la cara del toro para aprovechar las inercias a derechas del astado. Muy decidido el murciano en una fase de faena que metió al respetable en la faena. Toro que pese a sus virtudes y defecto duró mucho. Toro con nobleza a derechas y viaje corto a zurdas. Tras la estocada paseó una nueva oreja en una tarde especial para él.
El poso y la cadencia de Escribano cuajan al extraordinario ‘Pueblerino’ de La Palmosilla con el que da una rotunda vuelta al ruedo
Tuvo también nobleza el quinto, un toro al que Escribano le dejó alguna verónica suelta de buen trazo tras recibirlo con una larga. Ya en banderillas volvió a formar un lío con un toro que tuvo prontitud y movilidad, aunque apretara hacia los adentros. Brindó al público una faena en la que intentó no apretar al astado desde el inicio. Siempre buscando los vuelos este ejemplar de La Palmosilla, un toro de una excelsa clase que todo lo hizo ralentizándose. Le apretó Manuel a un astado al que cuanto más le exigías más se entregaba. Toro de gran humillación que buscó siempre los belfos de la muleta el sevillano. Escribano lo pulseó a la perfección en muletazos largos y profundos. Lo toreó con el compás abierto en muletazos en los que se sintió ante la magnífica embestida del toro. A zurdas no acabó de acoplarse ante un toro que por ese pitón venía menos entregado. Volvió a derechas para seguir construyendo una faena de gran poso, pero ya el toro venía acusando tanta entrega. Quiso más que pudo ‘Pueblerino’ un astado de nota al que Escribano disfrutó en una faena de altos vuelos. Tras dejar un pinchazo previo a la estocada se le pidió la oreja, no siendo otorgada por la presidencia, esta vez pecó de exigencia la señora presidenta. La vuelta al ruedo fue clamorosa en una faena en la que toreó para él.
La espada le quita la oreja a Valadez con otro sexto de buen fondo
Cerró plaza el serio y ofensivo sexto, un ejemplar de la Palmosilla que denotaba su procedencia Osborne. Toro al que le costó definirse de salida, apretando y quedándose cortito en el capote. Empujó en el caballo en un gran tercio de varas de Óscar Bernal, su segundo puyazo fue de premio. Anduvo solvente el mexicano en todos los tercios ante un toro que tenía movilidad pero el cual se le atisbaba una menor entrega. Otro toro que tuvo movilidad en el comienzo de la faena y al que Valadez no le exigió en su comienzo de faena. Se vio muy firme al torero hidrocálido ante un toro complejo, al que si le bajabas la mano las perdía este, pero si lo llevabas a media altura tendía a embestir con cierto carácter. Por el izquierdo dejó una faena de buen pulso, jugando con las alturas y consiguiendo que no le tocara la muleta. Poco a poco fue construyendo una faena en la que hizo mejor al toro. El toro pese a su condición y su fondo de nobleza no consentía que se quedara cerca el torero, de ahí que protestara e hiciera hilo. Otro toro que duró mucho y con el que Valadez dejó los naturales de mejor trazo de su actuación. No se dejó nada en el hotel un torero que emborronó su actuación con el descabello siendo finalmente silenciado tras sonar un aviso.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros monumental de Pamplona. Feria de San Fermín. sexta de abono. Casi lleno en los tendidos.
Seis torosa de La Palmosilla, bien presentados y en el tipo de la casa. Con un comportamiento uniforme el emotivo y exigente primero ovacionado en el arrastre; de gran clase y ritmo el amexicanado segundo ovacionado en el arrastre; con nobleza y prontitud el noble y obediente tercero ovacionado en el arrastre; con nobleza a derechas el manejable cuarto; de gran profundidad, clase y ritmo el entregado quinto ovacionado en el arrastre; con movilidad a media altura el noble manejable sexto.
Rafaelillo (Malva y azabache): Dos orejas y oreja tras petición de la segunda
Manuel Escribano (Blanco y oro): Dos orejas y vuelta al ruedo tras aviso
Leo Valadez (Aguamarina y oro): Dos orejas y silencio tras aviso
INCIDENCIAS: Ovacionado Óscar Bernal en el tercio de varas al sexto. Salió a saludar el mayoral tars finalizar el festejo.