Tarde de gran sabiduría y temple de ‘El Juli’, que se lleva el gato al agua de la salida en hombros de una interesante pero desigual corrida del hierro salmantino. Dávila Miura y Roca Rey cortan una oreja cada uno y se quedan a un paso de la tan ansiada Puerta Grande.
27 de julio de 2022/Pablo López Rioobo/Foto: Arjona – Lances del Futuro
Eduardo Dávila Miura, Julián López ‘El Juli’ y Andrés Roca Rey, trenzaban el paseíllo este miércoles en la quinta de la Feria de Santiago de Santander con un encierro de El Puerto de San Lorenzo y La Ventana del Puerto.
Dávila Miura se sobrepone a una feísima voltereta y le corta la oreja al primero
Tuvo cierta nobleza el primero de la tarde al que Dávila toreó con templanza a derechas en un trasteo que caló en los tendidos de Santander. A izquierdas el astado siempre embistió más por dentro y sin humillar. Vimos al sevillano muy centrado, buscando siempre pulsear a un animal que la tomó con calidad a derechas. Pese a estar justito de fuerzas se fue afianzando en una faena marcada por el buen gusto. En la última tanda a zurdas Eduardo perdió piel al ser zancadilleado por el animal, viviéndose momentos de angustia al hacer presa el toro, por suerte todo quedó en un susto. El capote de Macarena evitó lo peor. Volvió a la cara del toro con la taleguilla rota y el labio ensangrentado para dejar una tanda que finiquitó su labor. Tras pinchazo y estocada paseó la oreja del abreplaza. Pasó posteriomente a la enfermería.
El poder y el temple del Juli le cortan la oreja al encastado y ovacionado sobrero de La Ventana
Tras devolverse el segundo de la tarde salió en su logar un sobrero con el hierro de La Ventana del Puerto que sacó movilidad y transmisión en la muleta. Derribó en el único puyazo que tomó, llegando a la muleta con muchos pies. Julián le planteó faena a derechas, por ahí llevó largo el animal en tandas de mucho poder. Humilló siempre el astado, aprovechando esa virtud Julián para apretarle por abajo. Tandas de hasta seis muletazos con el toro buscando las telas con profundad, sin embargo, a zurdas, el astado no tuvo la misma condición, embistiendo con la carita a media altura y soltando esta cuando se sentía sometido. Le buscó las vueltas el madrileño, llegando a pulirle dicho defecto en algún muletazo. Tras una estocada trasera y tendida cortó una oreja con petición de la segunda. Ovacionado ‘Huracán’ en el arrastre.
Silenciado Roca Rey con un tercero que tuvo que ser apuntillado tras afligirse en tablas
No tuvo opciones Roca Rey con el deslucido que hizo tercero, un astado que salió afligido de chiqueros, amagando varias veces con echarse. Un animal bajo y armónico de hechuras que tuvo nobleza pero que se paró pronto. Nunca le apretó el peruano en una faena basada con la mano derecha, por ahí dibujó algún derechazo suelto, pero sin continuidad. Como a sus hermanos le costó más empalarse a zurdas. A base del buen trato dado por Roca al astado la faena pareció remontar en una serie ligada y de templada ejecución, pero el toro se volvió a doler, se afligió y se aculó en tablas. El astado fue apuntillado y todo quedó en silencio.
Dávila Miura sujeta al enclasado pero mansurrón cuarto hasta que se raja pero todo queda en vuelta al ruedo
El cuarto de la tarde fue un toro frío de salida, un animal que manseó en los primeros tercios y al que no le gustó el caballo. Esa condición de querer irse suelto no fue óbice para que metiera la cara en las telas con clase. Ya en la muleta el sevillano intentó sujetar al astado en una faena que tuvo intensidad en las primeras series. Ligó los muletazos en redondo, siempre dejándosela en la cara y tirando del nobilísimo animal, pero el astado acusó su condición y a mitad de faena tiró la toalla. Pese a intentar quitarle las querencias el toro ya no quería irse tras los vuelos, quedándose más corto y saliendo suelto a tablas. Por el izquierdo no lo vio del todo claro ante un burel que más que embestir arrollaba, por lo que volvió a derechas para dejar una última tanda antes de irse a por la espada. Faena a menos que de mantener la intensidad del inicio hubiera acabado seguramente en premio, pero pinchó en una primera ocasión, y pese a dejar una buena estocada la presidencia no tuvo en cuenta la petición de oreja. El respetable mostró su cariño en una vuelta al ruedo que sacó la sonrisa de un dolido Dávila Miura.
El Juli le mide los tiempos y la exigencia al noble pero desrazado quinto y le corta otra oreja
Muy justito de raza fue el quinto, un animal bajo de agujas que tuvo nobleza en las telas pero que acabó apagándose poco a poco. Lo recibió de capa sin obligarlo de salida, una vez pasado por el caballo quitó por Lopecionas que llegaron a los tendidos. Inteligente el madrileño, el cual fue dosificando a un animal que quiso más que pudo pese a embestir con la cara a media altura. Fue poco a poco afianzando a un astado que fue agarrando cierto celo y calidad gracias a que Julián no le exigió en las primeras tandas. El punto álgido vino en una tanda de un torero más enroscado y encajado, ahí si le apretó por bajo, pero el toro lo notó, pese a ello supo sujetar esa embestida con tendencia a tablas al dejársela siempre en la cara, consiguiendo que su trasteo no se diluyera. Tras una estocada casi entera el toro cayó y paseó la oreja que le abría la puerta grande.
Roca Rey le arranca la oreja al temperamental y desigual sexto en una faena de gran compromiso
Cerró plaza otro toro mansurrón de Puerto de San Lorenzo, un cinqueño bajo y de bonitas hechuras que tuvo prontitud, galope y transmisión en las telas, pero al que había que llevar siempre muy sometido, de lo contrario soltaba la cara y protestaba. Roca estuvo valentísimo ante un toro de cambiante embestida, un burel que no embistió con franqueza salvo en los muletazos iniciales. Inició faena de hinojos junto a tablas en un recibo de muleta de gran compromiso. Acertó jugando con las querencias y las alturas, así el toro tendía a embestir pese a su irregularidad. Un toro nada claro, el cual en cuanto perdió el disparo enseñó su verdadera cara. Se arrimó en una fase de la faena de gran exposición. Circulares por la espalda con el pitón rozándole la taleguilla. El público se puso en pie, Roca Rey estaba jugándose literalmente la vida ante un toro que en cualquier momento podía hacerle saltar por los aires. Lástima que fallara con la espada, tenía ganada la salida en hombros, pese a ello paseó una oreja tras dos pinchazos y una estocada.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Cuatro Caminos, Santander. Quinta de abono. Corrida de toros. Lleno.
Toros El Puerto de San Lorenzo y La ventana del Puerto (2ºbis-5º). Bien presentados y de juego desigual. Destacó el importante segundo ovacionado en el arrastre.
Eduardo Dávila Miura (Verde Esperanza y oro): Oreja y vuelta al ruedo tras petición
Julián López ‘El Juli’ (Azul Rey y oro): Oreja tras petición y oreja
Andrés Roca Rey (Tabaco y oro): Silencio y oreja
INCIDENCIAS: Tras finalizar el paseíllo saludó Eduardo Dávila Miura tras petición unánime del respetable, ovación que compartió con sus dos compañeros de cartel.