Emoción y una terna a hombros en una gran corrida de Victorino

Diez orejas se repartió la terna en una buena corrida de Victorino, en la que la mayoría de los animales se dejaron. Rubén Pinar firmó los mejores muletazos de la tarde, Rafaelillo puso la casta y Joselito Adame dejó una seria imagen en una buena tarde de toros en Daimiel.

3 de septiembre de 2022/Ignacio Rubio

Rafaelillo, Joselito Adame y Rubén Pinar trenzaban, este sábado, el paseíllo en el municipio ciudadrealeño de Daimiel para hacerle frente a un serísimo encierro de Victorino Martín.

Rafaelillo desoreja al primer Victorino de la tarde

Al primero, serio por delante y cuajado, lo recibió Rafaelillo en el tercio, intentándolo llevar por abajo. Recibió el animal un largo y trasero puyazo y pareó la cuadrilla con eficacia antes de dejar al astado a solas con el murciano. Lo probó por el pitón derecho, por donde viajaba el toro a media altura sin terminarse de entregar. Más cierta era la embestida por el izquierdo, pitón que aprovechó el murciano para recetarle las mejores series de la faena, llevando al animal muy toreado hasta el final, siempre por abajo. Tras un desarme, cerró por una tanda al natural de frente y cobró una estocada caída para cortar las dos orejas.

Faena de valor y exposición de Adame con el segundo, al que le corta una oreja

Serio por delante también fue el segundo, un animal más en el tipo de encaste que su hermano que saltó en primer lugar. Recibió un puyazo trasero y fue banderilleado con exposición por Fernando Sánchez y Sin probaturas, se puso con él al natural Joselito Adame, ante un animal con genio, con el que había que tragar y llevarlo por abajo, pues buscaba las zapatillas a la salida del muletazo. Lo intentó meter en el canasto en una faena a zurdas en la que hubo valor y mucha exposición. Sólo apostó por el derecho en una tanda a final de faena y cobró media estocada tras pinchar, teniendo que recurrir al descabello.

Rubén Pinar se deja el premio gordo con la espada con el tercero de Victorino

Inteligente fue el recibo capotero de Rubén Pinar al tercero, que mostró mejores maneras que sus compañeros anteriores. Lo toreó Rubén Pinar por verónicas en el quite y lo cuidó Joselito Rus en la brega. Tras brindar a Emilio de Justo, le abrió los caminos doblándose con él por el derecho en el inicio de faena. Después, le firmó una tanda muy templada por el derecho, que abrochó con un pase de pecho hasta la hombrera contraria. Se fue viniendo a menos el animal a lo largo de la faena, aunque pudo Rubén Pinar sellar algún natural muy largo, que llegó mucho al tendido. Se pegó el arrimón antes de irse a por la espada, con la que perdió un triunfo mayor cobrando una estocada a la tercera.

Rafaelillo desoreja al serio cuarto de Victorino en otra faena de raza y poder

Un auténtico pavo fue el cuarto, digno de cualquier plaza de primera por la seriedad de su cara. Dos puyazos recibió el animal, que puso complicaciones a la hora de banderillear. Confió Rafaelillo en las posibilidades del animal, tardo y reservón siempre en el primer muletazo. Lo metió en las telas en murciano a base de provocarle la embestida, y alargarlo para rematar por abajo, firmando series muy importantes por el pitón derecho a base de raza y poder. Cerró faena al natural y se tiró a matar de verdad para cobrar una estocada tendida que fue suficiente.

Joselito Adame le corta una oreja al potable quinto

Por abajo obligó Joselito Adame al quinto en el saludo capotero, que recibió dos varas, la primera de ellas trasera. En banderillas, brilló Fernando Sánchez con un par que puso en pie al tendido. Se salió a los medios el hidrocálido con el de Victorino, y se los dio uno a uno, siempre colocado, pues al animal había que llegarle pisando esos terrenos. En una faena de valor y poder lo fue metiendo en el canasto Joselito Adame, que cerró con una buena serie a pies juntos. La media estocada algo caída fue suficiente.

Rubén Pinar, faena templada al buen sexto, al que desoreja

Incierto fue el sexto en los primeros tercios, impidiendo el lucimiento con la capa y poniéndolo difícil con los palos. Brindó Rubén Pinar al público para ponerse a torear por el pitón izquierdo, dejando dos series muy templadas ante un animal que humillaba persiguiendo los engaños. Lo cambió al derecho, y por allí se encontró otro buen pitón, explotándolo en muletazos profundos y templados, sellando una gran faena con un gran toro. Lo mató de una estocada arriba y lo desorejó.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Daimiel, Ciudad Real. Corrida de toros. Más de media entrada.

Toros de Victorino Martín. Más cierta fue la embestida del serio primero por el pitón izquierdo; áspero y con genio el complicado segundo; quiso humillar el buen tercero, que se apagó pronto; tardo fue el cuarto, que se dejó por momentos en la muleta; tardo fue el quinto, que se dejó en la muleta; umillador, persiguió las telas con fijeza el buen sexto.

Rafaelillo, dos orejas y dos orejas.

Joselito Adame, oreja y oreja.

Rubén Pinar, oreja y dos orejas.

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