24 de diciembre de 2022/Adiel Armando Bolio
El novillero regiomontano Guillermo Guerra anda más que contento porque va cerrar 2022 toreando y empezará el Año Nuevo haciendo igualmente lo que más le gusta y le llena el alma y el espíritu, que es torear, por lo que, para ello, se ha venido alistando a conciencia y con el enorme deseo de que, 2023, le resulte mucho mejor que los 365 días que están por pasar.
Y es que en estas 53 semanas que están por cumplirse a Guillermo no le han redituado un número importante de novilladas pues con el compromiso que tiene este domingo en la Navidad llegará a tan solo tres paseíllos cumplidos.
Sin embargo, para el espada neoleonés no todo fue negativo ya que a pesar de que no vistió mucho de luces, 2022 si le ha servido de un enorme aprendizaje y maduración tanto como hombre, como ser humano y como torero.
Dentro de esa importante asimilación y crecimiento que ha vivido, sobre todo, tras haber sorteado las secuelas anímicas y la poca actividad novilleril que dejó la terrible pandemia, Guerra se siente entero, renovado y, una muestra de ello, reiteramos, aunque poco vistió de luces, es que se mantuvo a lo largo de este año metido de lleno en una veintena de tentaderos, además de lidiar y pasaportar varios toros a puerta cerrada en el campo bravo, sobre todo en el de las dehesas de El Vergel, El Charco, Golondrinas y La Playa.
Guillermo Guerra debutó formalmente como novillero el viernes 25 de diciembre de 2015 en el coso de Cosío, Aguascalientes, con ganado zacatecano de la divisa de Real de Canoas y, a la fecha, ha sumado poco más de 21 novilladas
Por ello, ahora es que el torero de Monterrey está más que ilusionado por volver a calzarse el terno de luces este domingo 25 de diciembre, en festejo navideño, en el coso neoleonés de Cadereyta Jiménez, cerrando así un complicado 2022.
Y con la firme esperanza de que 2023 sea su año, Guillermo tiene para abrir el Año Nuevo el domingo 1 de enero en el coso “Alberto Balderas” de Ciudad Lerdo, Durango. ¡Enhorabuena y suerte matador!