24 de marzo de 2023/Texto y fotos: Emilio Méndez
Por lo general, el color azul suele relacionarse con elementos de la naturaleza, tales como el agua y el aire, formando asociaciones positivas de paz y tranquilidad. Además, inspira sentimientos de amistad, lealtad, seguridad y confianza, tal como este capote de seda especial del Maestro Antonio Ferrera que en estos últimos años ha sido su bandera. Este capote azul ha gustado a unos y a uno que otro purista le ha molestado, pero aquí lo único que vale es la forma en la que se unen las yemas de los dedos con la tela y cuando las muñecas se rompen en cada momento en ese vuelo con ese sentimiento especial que transmite el arte Ferreriano a veces con un toque “Apanado” queriendo hacer un tributo a la supremacía del toreo de capa e inventiva mexicana.
Y lo hizo Ferrera en la ganadería de Espíritu Santo, propiedad de Doña Paulina Gordoa Mercado e hijos, la cual se ubica en la Fracción de la Ex Hacienda de Santo Domingo en la localidad potosina de Santa María del Río, en un día especial en el campo bravo mexicano en la que se tentó una vaca que tuvo un temple y una clase espacial, la cual entendió muy bien el maestro para que el capote azul volara con suavidad y con la muleta, la altura y el temple fueron la clave para que cada muletazo fuera de pintura. Después salió un novillo para ponerlo a prueba para semental. Ferrera se abrió de capa para dejar las primeas pinceladas artísticas de color azul en el bonito tentadero “en esta casa en donde “se vive con el Toro para el Toro y por el Toro” y en donde siempre estará presente y recordamos con mucho cariño a Don Pablo Labastida.
Con la muleta pudimos ver la dimensión, el conocimiento y sobre todo la maestría de un torero que ha entendido y toreado prácticamente todos los encastes y con este ejemplar disfrutó e hizo disfrutar a los ahí presentes.
Durante la jornada campera, acompañaron al maestro Ferrera, los matadores de toros, los hermanos Juan Pablo y Juan Pedro Llaguno, quienes también pudieron disfrutar de la clase y calidad de Espíritu Santo.
Al final del tentadero el maestro Antonio Ferrera tuvo el gran detalle de obsequiar ese capote azul a Doña Paulina Gordoa y a sus hijos Pablo y Álvaro y de la misma manera Juan Pablo Llaguno le obsequió un capote de paseo que fue confeccionado y pintado por su Señora Madre.
