Una corrida de nobleza sin raza de Montalvo lo pone difícil a los de a pie y un pinchazo en su primero impide una puerta grande de Ventura a caballo
13 de mayo de 2023/Marco A. Hierro/Fotos: Emilio Méndez
Llegaba la tarde de este sábado la corrida mixta de la Feria, ideada para complacer a una figura a caballo, Diego Ventura, que regresaba a Madrid en el 25 aniversario de su alternativa con toros de María Guiomar Cortés de Moura. A su lado, dos toreros con tres puertas grandes en esta plaza, Paco Ureña y Ginés Marín, se las veían con un encierro con el hierro de Montalvo, primero de los que se lidia en este San Isidro expuesto en El Batán.
‘Fabuloso’ consigue cautivar al público de Las Ventas con su toreo en el tercio de banderillas
Diego Ventura abrió la tarde en Madrid con “Giraldino”, de María Guiomar Cortés de Moura. Desde el primer momento de salida Diego recogió y toreó al toro. Clavó su primer rejón al quiebro. Diego cautivó al público toreando a lomos de ‘Fabuloso’, con una espalda adentro interminable alrededor de toda la plaza. Destacó su par de banderillas con ‘Lío’, llamando a la res con paso atrás desde los medios hasta tablas y ajustando el par de banderillas. Como de costumbre, terminó el tercio de banderillas clavando tres rosas y clavando a dos manos el último par. El portugués clavó a la segunda el rejón de muerte y su actuación no fue más allá que con una fuerte ovación.
Un impecable Paco Ureña marra con la espada una faena impecable en lo técnico
El primero con el hierro de Montalvo fue también el del regreso de Ureña a Madrid, y las ceñidas verónicas del saludo, aderezadas con una media de gran fuste, mostraban las intenciones del torero de Lorca. Ginés apostó por calentar el tercio de quites con unas ceñidísimas chicuelinas y respondió Ureña con raza y con cuatro gaoneras de toro por la faja con una revolera de remate. Aquello tenía interés. Mucho más cuando Paco inició faena con unos estatuarios de infarto adornados con dos trincherazos de mucha pureza que conectaron con un tendido ya a favor. Pero fue distinto cuando llegó la exigencia, y el trapo por abajo le hizo daño a la movilidad del de Montalvo, que ya comenzó a pensarse más las cosas. Aunque las hacía bien cuando Paco lograba provocarlo lo suficiente para que arrancase dos o tres veces seguidas. Pocas veces lo hizo, porque a la clase que mostraba le faltaba raza para mantener en alto una faena de técnica impecable y mucho sitio de Ureña. Lástima que se fuera baja la espada y arruinase cualquier posibilidad de trofeos.
Ni la facilidad de Ginés Marín es capaz de tomar vuelo con el muy soso tercero de Montalvo
Cuando salió el tercero auguró su seria estampa un Montalvo de los de empuje y repetición, que tomó, sin embargo, bien el capote, con nobleza y hasta calidad, pero le costó volver después de cada lance, todos más que solventes en el extremeño. Pero en la muleta le faltó raza al animal para repetir con entrega los muletazos obligados a que lo sometió Ginés. Muy fácil anduvo el torero con la pañosa, pero se le vino muy abajo demasiado pronto, dejando al tendido con las ganas de ver a un torero que nunca escamoteó ni un esfuerzo. Aunque sólo fuese para justificarse. Un punto tendida y un punto trasera cayó la espada, pero no había alcanzado la faena el vuelo requerido en una plaza como esta.
Diego Ventura cierra su actuación cortando una oreja al cuarto de la tarde
Cuarto de la tarde de nombre ‘Giraldito’ de la ganadería de María Guiomar Cortés de Moura, que salió por chiqueros y Diego Ventura lo recogió para clavar sus primeros rejones. Una vez más, el portugués se lució con su cuadra de caballos, y en concreto, en el tercio de banderillas que junto con ‘Nómada’ donde destacó su passage, piaffe, piruetas y lució la doma del ejemplar. ‘Bronce’ tampoco pasó desapercibido con sus banderillas al quiebro, donde llamó la atención del toro quedándose quieto en la cara del toro. De nuevo, a lomos de ‘Guadiana’, su yegua de confianza, volvió a entrar a matar donde el toro murió de inmediato. El público, muy contento de su actuación pidió la oreja al presidente que finalmente se la concedió.
El pegajoso quinto impide que Ureña tome terrenos ni distancias para ligar el toreo
Mira que tenía ganas Paco Ureña de estirarse a la verónica con el soberbio quinto de Montalvo, toro por donde lo mirases, pero se mostró desordenado y sin fijeza en el primer tercio, impidiendo cualquier intento del murciano. Un trámite fue el encuentro con el caballo de Juan Melgar, donde se dejó pegar sin más el animal, ante las protestas del público. Muchos apuros pasaron en banderillas los hombres de plata, porque esperaba y cortaba el toro, y sólo arrancaba cuando sabía que hacía presa. Una papeleta para el murciano. Intentó imponerse sin exigir en un inicio de doblones muy empujados, pero no tiró hacia adelante el de Montalvo, que se fue quedando cada vez más corto. Gazapón, pegajoso e incómodo, no te dejaba ni colocar para ligarle el toreo, ni quedarte a la distancia para pegárselos de uno en uno. Había que matarlo, y lo hizo de una estocada tan certera como el pitonazo que le propinó el de Montalvo en el pecho, pero en silencio.
Ginés Marín se inventa una faena de oreja con la media virtud del sexto
El tren de Montalvo que salió sexto fue y vino mientras Ginés Marín se iba poniendo en su camino para que embistiese en el lance –bien compuesto- y luego se desentendiese y recorriese la plaza sin mucho sentido hasta encontrarse con una media de Ginés que se la pefó como si embistiese. Pero no lo hacía con entrega, y cuando quería perdía las manos. Por eso lo cuidó mucho hasta que llegó la faena de muleta y se la fue echando con la mano izquierda con matemática precisión para que acudiese. Pero anduvo tan variado, tan convencido y tan dispuesto que llegaron al tendido los derechazos –algunos sueltos de gran brillo- y la forma de andar por la plaza y llenar el escenario con el medio toro de Montalvo. Incluso en el final, con las dos manos y para adentro, tuvo empaque. La estocada fue de las mejor ejecutadas de la feria, que le puso una oreja en el esportón.
FICHA DEL FESTEJO
Sábado, 13 de mayo de 2023. Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Feria de San Isidro, cuarta de abono. Festejo mixto. Lleno.
Dos toros de María Guiomar Cortés de Moura (primero y cuarto) para rejones, y cuatro de Montalvo para la lidia a pie. Impecables de presencia.( Deslucido pero noble el primero de M. G. Cortés de Moura; De buena clase y escasa raza el segundo;noble y con calidad pero sin raza el sosísimo tercero;manso pero con clase el de M. G. Cortés de Moura en cuarto lugar; gazapón, pegajoso y deslucido el quinto;obediente y con cierto fondo el soso sexto.)
El rejoneador Diego Ventura: fuerte ovación y oreja
Paco Ureña (Ciruela y Oro): silencio y silencio
Ginés Marín (Fucsia y Oro): silencio y oreja