Daniel Luque corta tres orejas en su regreso como si nunca existiera el percance de El Puerto

Manzanares corta una oreja y pincha después su faena del año y Talavante hace lo propio con un quinto al que cuajó por completo

9 de septiembre de 2023/Stephan Guin/Foto: Muriel Haaz

José María Manzanares, Alejandro Talavante y Daniel Luque, que reaparecía, hacían el paseíllo este sábado en la Goyesca de Arles, un festejo que acogía un entradón en el que se lidiaban toros de Jandilla. El ruedo y los burladeros estaban decorados en homenajes a Picasso, con pinturas del artista español.

Un serio Manzanares cuaja el pitón derecho del primero y pasea una oreja de mucho peso

Serio y astifino fue el castaño primero, que tuvo mobilidad pero se entregó poco de salida y soltó la cara, pero aún le dio a Manzanares para dejarle dos verónicas y una revolera con mucha gracia. No empeoró el toro en los dos puyazos, y mantuvo sus virtudes del gran recorrido y la prontitud, material con el que Manzanares supo cimentar su obra con la mano derecha. Fue exigiendo poco a poco el alicantino, que sólo dejó una serie al natural y comprendió que debía apretar a diestras. Lo hizo en dos series cumbres de compromiso y mano baja a un toro con ritmo y humillación. Tras la estocada, en el sitio, paseó la primera oreja de la tarde, de mucho peso.

Un horrible uso de los aceros cambia el premio por los pitos a Talavante en el segundo

El segundo fue un castaño listó, un poco cuesta arriba y astifino de cara. Ya en los delantales iniciales del saludo de Talavante se metió por dentro, con una embestida que siempre fue desordenada. Muy complicado fue en banderillas, cortando siempre los terrenos de los banderilleros. En la muleta la labor del torero fue siempre limpiar embestidas ásperas, con muchas aristas, lo que le daba mucho mérito a todo lo que se le hacía. Sobre todo a las series limpias que consiguió dejar el extremeño con el animal. Pero su horrible forma de matar al animal cambió el premio a la faena por los pitos que valoraron su actuación.

Daniel Luque regresa del hule desorejando a un noble pero endeble tercero de Jandilla

Antes de que saliera el tercero, el público ovacionó a Daniel Luque, que reaparecía hoy de la horrible cornada de El Puerto de Santa María. Y no se notó secuela alguna del percance durante la lidia del negro toro de Jandilla, con la cara cerrada y de muy bella estampa. Sin embargo también este se metió por dentro en el capote, que a punto estuvo de darle un susto a Luque. Un tercio de varas sin pena ni gloria, como el tercio de banderillas, dejaron solo a Daniel con el toro. Y allí se comprobó el buen ritmo del animal, pero también su endeblez, porque perdía las manos cada vez que trataba de exigirle un poco Luque. Eso provocó que la faena tuviese que ser de oficio, con mucho temple en la media altura, con sabiduría y mucha ligazón. Y también con mucha conexión con el tendido, porque lo mató de un espadazo fulminante y cortó dos orejascon todala plaza en pie.

Manzanares marra con la espada una de sus mejores faenas del año al buen cuarto

El melocotón que hizo cuarto tenía un enorme corpachón, pero era muy bonito de cara. Con el capote no tuvo ritmo para que se estirase Manzanares a la verónica y en varas empujó sobre un pitón en el primer encuentro y se entregó aún menos en el segundo. Pero fue, hasta el momento, el toro de mejores cualidades de la tarde, lo que le permitió a Manzanares exhibir un toreo ralentizado y de mano baja que caló mucho en los tendidos de Arles. Vigiló mucho los tiempos y el sitio y le sopló varias tandas de auténtico brillo en una de sus mejores faenas del año. Pero la espada funcionó tan mal que todo quedó en un escueto silencio.

Talavante vuelve a perder con la espada lo ganado con las telas y queda en vuelta con el quinto

Saludó Talavante al astifino quinto, que cerraba la cara, con faroles que metieron rápidamente al tendido en la faena. Pero fue con la muleta, con un inicio en los medios de rodillas y templando magistralmente la arrancada del toro, como puso de pie al Coliseo de Arles. Sin embargo, se quiso ir el animal y bajó la intensidad de la faena, sobre todo porque le costaba mucho salir por debajo del muletazo. Con la mano izquierda volvió a tomar intensidad un trasteo muy sólido que llevaba camino de premio, pero que se quedó en vuelta al ruedo por el pinchazo previo a la estocada.

Daniel Luque pone a embestir a un sexto sin ritmo, recorrido ni clase y le corta otra oreja

También el sexto, un toro más altito, pero igual de astifino, se negó a embestir con ritmo en el capote de Luque, en una tarde en la que casi ninguno de los actuaantes pudieron dejar nada brillante con el percal. Empujó el toro en el caballo, pero le faltó ritmo, recorrido y clase, por lo que nunca terminó de romper en la muleta de Daniel. La medicina del sevillano fue irse al ataque, llegándole siempre muy adelante para lograr que se le viniera con cierto interés. Lo hizo el animal, pero animado por el de Gerena, que logró dejar tandas interesantes, impensables en el incio de faena. Lo mató de un espadazo muy solvente y paseó su tercera oreja de la tarde de su reaparición.

FICHA DEL FESTEJO

Coliseo de Arles, Francia. Primera de la Feria del Arroz. Corrida de toros goyesca. Más de tres cuartos de entrada.

Toros de Jandilla. Con recorrido, fijeza y humillación el primero; sin fijeza ni entrega el áspero y exigente segundo; noble y con ritmo pero endeble el tercero; con recorrido, temple y ritmo el buen cuarto; de movilidad acusada pero un punto de mansedumbre el interesante quinto; sin ritmo, recorrido ni clase, pero sí fondo el sexto.

José María Manzanares, oreja y silencio.

Alejandro Talavante, pitos y vuelta al ruedo.

Daniel Luque, dos orejas y oreja.

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