28 de enero de 2024/Adiel Armando Bolio/Fotos: Emilio Méndez
Ante un lleno impresionante en la Monumental Plaza México, en tarde de agradable clima, se dio la histórica primera corrida de la Temporada de Reapertura del coso, tras casi dos años de no tener actividad taurina, es decir, 621 días), resultando los mejor librados, estando por encima de sus respectivos lotes, los espadas Joselito Adame y Diego Silveti. El otro en el cartel, el peruano Andrés Roca Rey, anduvo con el “santo de espaldas”, yéndosele vivo a los corrales su segundo astado.
Cabe señalar que, previo a la corrida, en el ruedo de la plaza, la orquesta del enorme embudo taurómaco, dirigida por el maestro Reynaldo Vázquez Martínez, amenizó la escena interpretando emotivos y sentidos pasodobles, mismos que emocionaron a la gente que, poco a poco, iban poblando los tendidos del coso. Además de estar adornado el centro del ruedo con un colorido arreglo que indicaba “Libertad #Toros Cultura Viva”, así como apreciarse el desfile de niñas amazonas y jóvenes charros, en una hermandad entre la Tauromaquia y la Charrería, que lucían banderas que mostraban frases como “Viva la Libertad”, “Viva la Tolerancia” y “Viva México”.
De manera anecdótica, habrá que mencionar que el festejo empezó 14 minutos tarde después de la hora pactada, 16:30 horas, debido a que en los alrededores de la plaza se dieron algunos grupos de antitaurinos, que eran minoría, impidiendo el paso de los aficionados.
Una vez hecho el paseíllo, los tres diestros, Joselito Adame, Diego Silveti y el sudamericano Andrés Roca Rey, quienes por cierto lo hicieron desmonterados, en señal de respeto por la Fiesta Brava dadas las circunstancias, fueron sacados al tercio para recibir fuerte ovación.
Se lidiaron seis toros de la dehesa hidalguense de Tequisquiapan, de Fernando de la Mora, siendo el primero falto de fuerza, pero noble y con calidad; el segundo acusó buena movilidad, pero, con tendencia a las tablas, terminando rajado; el tercero fue reservón y aplomado, el cuarto tuvo nobleza, pero, acusó falta de fuerza; el quinto tenía brusca embestida y se rajó y, el sexto, tuvo descompuestas y cortas embestidas, yéndose vivo a los corrales.
En el toro que abrió plaza, el de la reapertura, llamado “Aceituno”, marcado con el número 30 y con 589 kilos, el aguascalentense Joselito Adame dio al hilo de las tablas una larga cambiada de rodillas y, de pie, lanceó con soltura a pies juntos. Con la muleta, a un ejemplar falto de fuerza, pero noble y con calidad, empezó caminándole toreramente del tercio a los medios para seguir en el centro del redondel por derechazos, pero, un extraño del toro le hizo rectificar los terrenos y replantear la faena por el mismo pitón en dos lucidas tandas. Largó, luego, tela de la buena por naturales en otros dos ramilletes. Vino una magnífica serie diestra y girando sobre su propio eje, con temple y evidente dimensión. Siguió otro capitulo brillante de toreo en redondo y uno más con derechazos y naturales de buen trazo. Tres dosantinas para abrochar la faena y, lamentablemente, falló al matar para ser aplaudido tras un aviso.
A su primero, el guanajuatense Diego Silveti lo veroniqueó con clase a pies juntos para después quitar valiente y estético por ceñidas gaoneras. Buen puyazo del piquero Ángel Juárez. Con la sarga, a este ejemplar que acusó buena movilidad, pero, con tendencia a las tablas, terminando rajado, Diego comenzó en los medios con un cambiado por la espalda y el de pecho para continuar señorialmente por derechazos en dos tandas, sin embargo, su antagonista huía a los tableros. Persistió con la mano diestra, pero, el resultado fue el mismo, por lo que, en tablas, le sacó meritorios y valerosos pases en un palmo de terreno que le fueron jaleados. Terminó de certera estocada tendida, haciendo la suerte de recibir para escuchar ovación en el tercio debido al esfuerzo que desplegó.
El limeño Andrés Roca Rey al primero de su lote, lo bregó de manera oficiosa ante la poca respuesta del animal. Con la pañosa, ante la molestia del respetable por el poco juego del reservón toro, Andrés, luego de cuatro pases de tanteo, citó por el pitón derecho para sacarle algunos lances, uno a uno, sin mucho provecho puesto que el astado se aplomó por completo. Optó entonces por abreviar y fallar tanto con la espada como con el descabello para ser protestado.
En su segundo, Joselito ejecutó una larga cambiada de hinojos cerrado en tablas y, ya de pie, tras intentar veroniquear, terminó bregando de manera solvente pues el toro no le respondió lo que él hubiera querido y, aun así, realizó un vistoso quite por chicuelinas. Cubrió el propio Adame el segundo tercio para hacerse ovacionar, sobre todo, por los dos últimos pares. Con la franela, a un ejemplar que tuvo nobleza, pero, que acusó falta de fuerza, Joselito inició de rodillas por alto para, luego de pie, engarzar de manera estética y artística en un par de series diestras. Al natural lo hizo con reposo, aunque, la buena vereda era por el derecho y lo hizo atemperado, intercalando un cambiado por la espalda. Insistió por el izquierdo con asentamiento y torería a pesar del poco “gas” del toro. Sin embargo, todavía se dio el lujo de dar dos ralentizadas tandas derechistas, intercalando adornos oportunos. Joselillinas, la arrucina y el de pecho para cerrar. No atinó al matar y recibió aplausos.
Diego a su segundo, que no se empleó de inicio, lo bregó con buen oficio y en los medios le ejecutó un valiente quite por saltilleras, rematando con la brionesa. Buena vara del picador Efrén Acosta. Con el trapo engranado, previo brindis a los hermanos Bailleres, Juan Pablo y Alejandro, a un astado de brusca embestida y rajado, Silveti empezó doblándose toreramente y continuar con la mano derecha empeñoso en dos capítulos. Con la siniestra y contra el viento, le logró sacar pases de importancia al instrumentar otras dos series. Otras tres esmeradas tandas derechistas y corriendo bien la mano para cerrar con joselillinas sin ayudado. Finiquitó al segundo viaje de estocada entera tendida y desprendida para escuchar aplausos.
Y en el toro que cerró el festejo, Roca Rey le echó voluntad con el capote de inicio y mejor se vio en un vistoso quite por chicuelinas. Aplausos para el varilarguero Alfredo Ruiz “El Miura” por su puyazo. Con el lienzo rojo, Andrés comenzó en los medios, a pesar del viento, ligando tres cambiados por la espalda y cuatro de pecho emocionando al público. Siguió por derechazos empeñoso, no obstante, las descompuestas y cortas embestidas, en dos tandas. Por naturales también evidenció ganas, pero, el burel no le ayudó. Desatinó al matar para terminar por ser abroncado al escuchar los tres avisos e írsele vivo el toro.
FICHA
LUGAR: Ciudad de México, CDMX.
EVENTO: Primera corrida de la Temporada de Reapertura de la plaza 2024.
PLAZA: Monumental México. ENTRADA: Lleno impresionante en tarde de agradable clima.
GANADO: Seis toros de Tequisquiapan, de Fernando de la Mora, siendo el primero falto de fuerza, pero, noble y con calidad; el segundo acusó buena movilidad, pero, con tendencia a las tablas, terminando rajado; el tercero fue reservón y aplomado, el cuarto tuvo nobleza, pero, acusó falta de fuerza; el quinto tenía brusca embestida y se rajó y, el sexto, tuvo descompuestas y cortas embestidas, yéndose vivo a los corrales.
CARTEL: Joselito Adame: Palmas tras un aviso y palmas. Diego Silveti: Al tercio y palmas. El peruano Andrés Roca Rey: Protestas y bronca tras tres avisos (toro vivo).