La espada roba los triunfos en la primera de Kilómetro Cero en el Palacio de Vistalegre

23 de febrero de 2024/Mar Muñoz

El Palacio de Vistalegre acogió la primera novillada de la segunda edición del Certamen de Kilómetro Cero, con novillos de Cerro Longo y El Retamar para Álvaro Serrano de la E.T. de Navas del Rey; Pepe Burdiel de la E.T. Yiyo; Simón Andreu de la E.T. de Valencia; Andreo Sánchez  de la E.T. de Valdemorillo; Javier Cuartero de la E.T. de Alicante y Miguel Delgado de la E.T. de Colmenar Viejo. En cuanto a los novillos, el primero y segundo excelentes los demás de juego variable. Álvaro Serrano tuvo una gran petición desantendida y dio una merecida vuelta al ruedo. Javier Cuartero también dio la vuelta al ruedo tras una buena actuación. Todos los participantes dejaron detalles de clase y torería. Mostraron ganas, pero la espada les robó los trofeos.

Álvaro de la Escuela Taurina de Navas del Rey, se lució por verónicas con el de Sanlúcar de El Retamar. Inició la faena por abajo, genuflexo, probándolo y obligándolo hasta sacarlo a los medios para seguir por el derecho. Ligó los muletazos en el mismo centro del ruedo, con un animal que tenía fijeza y repetía en la tela. Siguió enreoscándose con el por el piton derecho. Bajándole la mano, le llevaba en redondo, con despaciosidad. Sería al natural donde encontrará mayor longitud en el trazo, dotando los muletazos de profundidad, alcanzando a ligar una lucida tanda que fue aplaudida en el tendido. Continuó en redondo, pero el animal ya iba acusando la faena. Retomó el piton derecho, pero terminó alternando pitones para ligar. Culminó por manoletinas antes de cuadrarle, pero falló en la suerte suprema.

Pepe Burdiel, de la E.T. Yiyo, paró genuflexo en su capote a «Dormido» para después estirarse por verónicas. Genuflexo le fue probando antes de ponerse a torear al natural, girándole la muleta y dándole amplitud a los muletazos. Continuó por el derecho, bajándole la mano con cadencia, ligando los muletazos. Interrumpió la faena el desarme del novillero, que no tardó en volver a la cara del animal por el mismo pitón, llevandole en redondo. El astado seguía el engaño y colocaba la cara. Alternó tandas ligadas por ambos pitones, luciéndose. Fue a por el estoque y por ayudados en pie y genuflexo quiso hacer su epílogo, pero lo prendió sin consecuencias. Lo cuadró y hundió a la primera.

Simón Andreu, E.T. Valencia, se estiró por verónicas en el saludo capotero con «Pincesito» del hierro de Cerro Longo. En el tercio lo fue pasando por ambos pitones, intentando comenzar entre probaturas su faena. El animal caía, por lo que decidió darle tiempo y sitio antes de volver a intentarlo, ahora ya por el pitón derecho, pero se volvió a caer. No tenía fuerza, por lo que no había forma de ligar una tanda y que le aguantara. Sobre el mismo pitón logró una tanda llevándole a media altura al natural, siempre con mucho cuidado. De uno en uno le fue robando las embestidas, por lo que siguió con despaciosidad y mucho poso. Siguió, pero el animal volvió a caer, era una faena de cuidados intensivos, de querer más que poder, pues el de Cerro Longo obedecía y seguia el engaño, pero sin fuerza. Puso el lucimiento con su paciencia y torería, pero no le quedaba más opción que pasaportarlo.

Andreo Sánchez, ET, Valdemorillo, recibió a «Artista», también de Cerro Longo, a portagayola. Brindó al respetable y de rodillas en el centro se lo pasó por la espalda, quedando a merced del novillo, aunque sin aparentes consecuencias. Le dio distancia, intentando llevarlo por el derecho, pero el animal no le sobraban las fuerzas, a pesar de que seguía el engaño con alguna que otra mirada. Intentó ir poniendo el lucimiento que le faltaba a «Artista», robando pases pero sin ligazón en la faena. Al natural se le colaba y a punto estuvo de prenderlo. Le mostraba la muleta y tiraba, pero le costaba atender al cite. Le fue llevando por el derecho tirando de el en cada pase, obligándolo. Le cambió los terrenos e insistió al natural logrando ligar una tanda. Fue a por el estoque y en el epílogo casi le prende nuevamente.

Javier Cuartero, E.T. Alicante, enceló y bregó con gusto a «Tabaquero» de la ganadería de Cerrro Longo. En el tercio, con la derecha, le pasó por ambos pitones hasta decidirse por la mano derecha. Le dio tiempo y volvió a enroscarse con el al natural. Logró una tanda de mérito, llevándole muy tapadito. Alternó su faena por ambos pitones, con ligazón, llevándole en largo y calando en los tendidos, con pases invertido en redondo y pases de pecho con desplante. Lo mató.

Miguel Delgado, E.T. Colmenar Viejo, saludó con dos largas cambiadas de rodillas a «Coronel» de El Retamar. Tras brindar al respetable en los medios, se dispuso de rodillas para citarlo en la larga distancia. Poco a poco fue recortando el animal, que no acudía, pero le toreó en redondo por el derecho cerrando con el de pecho también en rodillas. Siguió en pie sobre ese pitón, ligando tandas a un animal que seguía la franela con ritmo. Cambió al natural llevándolo lejos, pero le faltaba algo de temple. Insistió sobre ese pitón con pases de gusto y cadencia. Se adornó incluso con manoletinas antes de ir a por el estoque. Sin epílogo lo cuadró y lo prendió al matar sin aparentes consecuencias. Falló con la espada, escuchando los tres avisos

Ficha del festejo:

Palacio Vistalegre. Primera novillada del Certamen sin caballos Kilómetro Cero. Novillos de Cerro Longo y El Retamar, el primero y segundo excelentes, los demás de juego variable.  Álvaro Serrano de la E.T. de Navas del Rey, vuelta al ruedo; Pepe Burdiel de la E.T. Yiyo, ovación; Simón Andreu de la E.T. de Valencia, ovación; Andreo Sánchez  de la E.T. de Valdemorillo,  ovación; Javier Cuartero de la E.T. de Alicante, vuelta al ruedo; Miguel Delgado de la E.T. de Colmenar Viejo, tres avisos.

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