Los cuatro utreros de las otras tantas divisas francesas puestas en liza no dieron facilidades -unos por exigentes y otros por deslucidos- a los dos actuantes
30 de marzo de 2024/Claudio San Nicolás/Foto: Daniel Chicot
Los trabajos de adecuación del ruedo y la retirada de la lona que la protegía de la lluvia hicieron que la novillada matinal arrancara con treinta minutos de retraso. Un utrero de Blohorn abrió un encierro que anunciaba a cuatro divisas francesas. Nino Julian se sacó toreando a la verónica hasta los medios al novillo antes de banderillear con espectacularidad. El novillo fue brusco, desentendiéndose al final de cada muletazo. Si complicado fue por el pitón derecho, por el izquierdo desarrolló peligro. Lo avisó en repetidas ocasiones, sufriendo una dura voltereta cuando volvió a la mano derecha. Pedía los papeles el utrero. La disposición del espada galo quedó patente en un trasteo mal rematado con los aceros.
Samuel Navalón manejó con soltura el capote frente al segundo, de La Golosina. Buen juego de brazo en las verónicas de saludo y un quite por chicuelinas. Brindó su faena a Juan Bautista, propietario del utrero que estoqueó y empresario del coso arlesiano. Fue un novillo con bondad, que se dejó, aunque llevó la carita alta siempre. Navalón se entregó en todo momento frente a un animal que iba y venía sin clase, y que terminó rajándose. Mató de una gran estocada y dio una vuelta al ruedo.
El tercero de Turquay blandeó y le faltó chispa en sus embestidas, parándose en mitad del muletazo. Nino Julian de nuevo estuvo con muchas ganas de agradar pero se encontró con un novillo sin poder. Intentó mantenerlo en pie en una faena de pocos logros. Alto el novillo, le costó al galo meterle la espada, acabando de media trasera y un golpe de descabello.
Como en su anterior, Samuel Navalón le endilgó al cuarto, con el hierro de Tardieu, un ramillete de verónicas muy aplaudidas mezcladas con chicuelinas y la revolera de remate. De rodillas abrió la faena ante un utrero exigente. Sobre la diestra su actuación alcanzó los momentos de mayor redondez. Molestó el viento, pero se impuso Navalón con determinación, seguridad y aplomo. Finalizó por manoletinas y tras una estocada caída, paseó la única oreja de la mañana.
Arles (Francia), sábado 30 de marzo de 2024. Matinal. Novillos de Blohorn (1º, exigente, duro), La Golosina (2º, sin entrega), Turquay (3º, blando) y Tardieu Freres (4º, exigente). Nino Julian, palmas tras dos avisos y silencio; Samuel Navalón, vuelta al ruedo y oreja tras aviso. Entrada: Un cuarto de plaza. El festejo comenzó con treinta minutos de retraso sobre la hora prevista por los trabajos de adecuación del ruedo.