Digna confirmación de Christian Parejo en una tarde de pinceladas de la terna y escasez ganadera en Madrid (Fotos y Video)

25 de mayo de 2024/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos Emilio Méndez

Las Ventas continuaba la expectación con una nueva tarde de «No hay billetes» en la que Sebastián Castella, Daniel Luque y Christian Parejo, que confirmaba alternativa, se midieron a los ejemplares de la ganadería de La Ventana del Puerto y El Puerto de San Lorenzo (4°). Los animales salieron sin fuerza ni clase, yendo a menos en las faenas, sin nada que decir ni aportar a los diestros, que les impidieron los triunfos. Destacó el primero de la tarde, un toro que salió con más movilidad, pero que duró poco.  Quizá lo más destacado de la tarde fueron los quites de Castella y Parejo en el primer toro. Sebastián Castella se excedió de tiempo en una faena en la que le buscó las teclas a un toro justo. No tuvo opciones en el cuarto un toro que le soltaba la cara, con una embestida en la que no hubo orden ni armonía. Daniel Luque tuvo pocas opciones con un toro escaso sin clase ni movilidad. Llevó con suavidad y despaciosidad a un quinto sin fuerza con el que tuvo que ponerlo todo. Christian Parejo confirmó alternativa con una faena de más a menos en la que ni terminó de romper, pero que gustó y el público se lo reconoció. Lo intentó con el sexto, alargando en exceso algo con lo que no se podía hacer más por muchas ganas y empeño que le pusiera.

Abría la tarde Christian Parejo quien saludó al primero de la tarde, un toro que se fue llevando a los medios hasta rematarlo. Un animal justo al que le exigieron en exceso en los quites, primero Castella por Gaoneras y después Parejo por Tafaelleras. En banderillas se desmonteraron saludando una ovación Antonio Chacón y Vicente Herrera. Se llevó a cabo la ceremonia de confirmación, para que después brindara en los medios y lo esperara justo ahí para pasárselo en un pase cambiado por la espada. Le dio emoción al inicio. Siguió por el derecho con un toro que arrancaba en largo y que después seguía la tela, por lo que le permitió aprovechar la inercia para llevarlo metido. El de La Venta del Puerto entraba con suavidad, siguiendo con nobleza, prontitud y buen ritmo la tela. Cada vez fue acortando más el cite con un toro que seguía entrando, eso sí, con muchos parones. Le dio tiempo y continuó al natural con un toro que se había agotado. Siguió insistiendo, alargando innecesariamente la faena.

Castella saludó al segundo de la tarde, un toro que de salida resultó suelto, pero al que logró meter el francés en los vuelos, bregándolo con suavidad y muy despacio. José Chacón y Julio López saludaron una ovación por el tercio de banderillas. Se culminó con la ceremonia de confirmación y Castella lo recibió en la tela genuflexo, pasándolo por ambos pitones, bajándole en exceso la mano. Se levantó y continuó con las probaturas. Cambió los terrenos y siguió por el derecho, insistiendo en la cara y dejándosela puesta, tratando de tirar a base de toques y mucha voz de una embestida mermada. Se echó la muleta a la mano izquierda, abriéndolo a base de vuelos, dejando algún que otro natural asentado y lento. Las tandas fueron cortas, siguiendo con aquel pitón izquierdo que la gente corroboraba con un «bien» en cada pase. El animal se movía despacio, le faltaba fuerza, colocando la cara pero llevándola a media altura. Recuperó la mano derecha y, a pesar de las propuestas, fue cuando más se entendió con el toro. Siguió alternando pitones en el uno a uno, cruzándose y buscándolo en las distancias cortas. Acabó por tirar la muleta en aquel desplante con el que culminaba la faena, añadiendo unas manoletinas marcadas por el aviso y lo ceñidas que fueron. Mató tirándose con todo.

Salió Daniel Luque para saludar al tercero, al que llevó y metió. También se desmonteraron Iván García y El Maño antes de que se alcanzara el tercio de muleta. Luque lo recibió por abajo, llevándolo genuflexo, obligándolo muy despacio junto a las tablas. Tiró de el y lo sacó de aquellos terrenos y montó la muleta sobre la mano derecha. El toro era incierto y reservón, buscaba, soltando alguna que otra embestida defensiva. No había clase en su embestida, pero insistió por aquel pitón, por el que ya le había avisado, cruzándose, adelantándole la mano toreándolo a su alrededor. Cambió al natural, pero no pasaba, por mucho que le echaba los vuelos al hocico y tirase de la embestida hacia adelante. Le metió la mano sin acierto, teniendo que descabellar.

Sebastián Castella llevó y saludó en su capote al segundo de su lote. Brindó y se fue a la raya para meterlo en la franela por abajo, aguantando los gañafones que le fue soltando a su salida. Se fue a los medios para seguirle sobre el pitón derecho, dándole distancia, aguantándolo para después intentar hilar una tanda con ritmo y ligazón. No había armonía ni uniformidad en las embestisas del cuarto, que iba soltando la cara sin ningún orden. Seguía la tela en las demandas del francés, que no le permitió limpiar el muletazo. Quiso mostrarlo también al natural, a sabiendas de que no había embestida posible ni aprovechable. Falló con los aceros.

Luque aprovechó la movilidad del quinto para desarrollar su saludo capotero. Salió y brindó en los medios al respetable, para después irse a los terrenos del tendido cinco para empezar a pasarlo por abajo, probándolo por ambos pitones. Le fue sacando con clase y torería más allá del tercio, teniendo que sujetar a un toro sin fuerza. Le dio tiempo y sitio para meterlo  en la tela a base de suavidad, cadencia y despaciosidad. Aquello metió a los tendidos en la faena. Continuó, siempre dosificando y dejando que se recuperase entre tandas. Lo toreó sobre el pitón derecho, en largo, llevándoselo a la cadera. Le costó mucho dar forma a aquellas embestidas, consiguiendo llevarlo humillado, muy metido en el toreo encajado y asentado de Luque. No pudo excederse, ya que con facilidad perdía las manos. También soltaba algún que otro arreón, unas embestidas de querer y no poder. Le tuvo que robar los pases.

Al cierraplaza lo frenó en su capote el confirmante Christian Parejo, que recogió su embestida y la bregó, ganándole terreno hasta sacarlo de las tablas. Comenzó su faena de muleta pasándolo por alto, a pies juntos, para después ir sacándolo poco a poco hasta completar un inicio ovacionado. Tiró del animal y se lo llevó más allá del tercio, allí, sobre el pitón izquierdo lo tocó con firmeza y mucha voz, pasándolo uno a uno. Cambió de mano y por el derecho, a pesar de que salía con la intención de irse, algo ajeno a lo que tenía delante, trató de sujetarlo y llevarlo. No tomó vuelo aquella faena, de buenas maneras de Parejo, pero sin materia prima que exprimir. Le soltaba la cara, punteando la tela, algo que trató de limar el matador de toros. Le metió la mano con aseo.

Madrid. Toros de La Ventana del Puerto y El Puerto de San Lorenzo (4º). Los animales salieron sin fuerza ni clase, yendo a menos en las faenas, sin nada que decir ni aportar a los diestros, que les impidieron los triunfos. Destacó el primero de la tarde, un toro que salió con más movilidad, pero que duró poco. Sebastián Castella, ovación y silencio tras aviso; Daniel Luque, silencio y silencio; Christian Parejo, saludos tras aviso y silencio tras aviso.

 

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