Luis David Adame muestra oficio y gran nivel para cortar una oreja al igual que Molina en Móstoles

29 de junio de 2024/Mar Muñoz

La Plaza de Toros de Móstoles en su reapertura albergó la final a tres de la Copa Chenel, Luis David Adame, Molina y Víctor Hernández que se midieron a los de Adolfo Martín (1º, 5º y 6º) y Zacarías Moreno (2º, 3º y 4º). Toros encastados y de juego variable a los que tuvieron que tocar las teclas para lograr el lucimiento.  Luis David Adame saludó, tras una meritoria faena, a su primero y cortó una oreja con peticion de segunda a su segundo. Molina cortó una oreja de peso al segundo de la tarde y perdió el trofeo del cuarto con la espada. Víctor Hernández deslució sus dos faenas con el mal uso de los aceros.

Luis David Adame bregó a «Lagartijo» de Adolfo Martín, obligándole por abajo. Brindó al respetable y depósito la montera en la raya interna del tercio, allí le fue sacando genuflexo para seguir buscando el acople, pero el aire molestaba y bastante. Comenzó por el pitón derecho, con la muleta puesta y tirando de un animal que respondía. Cambió al natural, logrando pases largos en redondo, al ritmo que marcaba el astado. Le dio tiempo y el pecho para comenzar la siguiente por ese pitón, que fue aplaudida en el tendido. Lo llevó ya de uno en uno al natural, ya le iba costando. Retomó el derecho con un molinete ligando una tanda e ir a por la espada, Hizo su epílogo con cambio de mano y cerró con naturales profundos, lo cuadró y lo mató con acierto.

Molina, tras regar el ruedo, se fue a recibir a portagayola a «Bandolero» de Zacarías Moreno, después lo bregó. Se lució en el variado quite tras pasar por el tercio de varas. Molina brindó al público y en el tercio peleando contra el viento lo probó por ambos pitones. Le cambió los terrenos buscando el amparo para mitigar el viento y logró una tanda por el pitón derecho que cerró con el de pecho y llegó al tendido. Le fue bajando la mano pasándolo hasta que lo desarmó. Volvió a la cara, cruzándose y con voz y toque le gobernó enroscándose con el. Cambió al natural bajándole y obligándole le fue llevando en redondo con ligazón. El animal seguía el engaño y colocaba la cara. Retomó el derecho, pero se le metía por dentro, así que intentó adornarse con pases invertidos en redondo aguantando. Con quietud lo pasó por ambos pitones antes de ir a por la espada. Lo colocó en suerte y pinchó, logrando hundir el acero al segundo intento.

Víctor Hernández se fue a la puerta de toriles para recibir a «Pantanoso» de Zacarías Moreno. Tras brindar en los medios a pies juntos, totalmente, atalonado al piso lo pasó por ambos pitones. Montó la muleta y le citó a media distancia para aprovechar la inercia. Le perdía pasos para ligar los pases y llevarlo metido en su muleta. Le dio tiempo, cambió al natural y arqueado la cintura buscada dar amplitud al pase. El toro pasaba sin humillar. Tenía una embestida descompuesta, que iba ahormando con el uno a uno. Volvió al derecho y lo llevó a la altura que pedía el animal, ligando los pases hasta que lo cogió feamente, sin aparentes consecuencias. Se recompuso y volvió a la cara, le robó una tanda reconocida en el tendido y fue a por la espada, logrando un pinchazo hondo. Volvió a cuadrarse mientras escuchaba un aviso y dejó otro pinchazo, fue a la tercera cuando lograra hundirla.

Con una larga cambiada en rodillas recibió Luis David Adame a «Campero» de Zacarías Moreno. El tercio de varas no tuvo orden, le picaron ambos picadores. Con el capote a la espalda hizo su quite Adame. En los medios lo citó de lejos y muy quieto se lo pasó por la espalda para comenzar su faena. Siguió por el derecho, ligando muletazos en los medios, con un animal que era pronto y atendía al cite. Con la muleta puesta le fue llevando. Le dio tiempo y cambió al pitón izquierdo, donde le perdía pasos y tiraba de el de uno en uno, obligándolo por abajo, depurando la embestida. Retomó el derecho y bailó con el al ritmo del pasodoble, poniendo al respetable de acuerdo. Le dio tiempo y volvió a ligar pases y a adornarse con invertidos en redondo eternos. Tomó la espada e hizo su epílogo por ceñidas manoletinas. Al segundo intento, en la suerte de recibir dejó un buen espadazo.

Molina paró en su capote a «Comadrón» de Adolfo Martín, obligándolo. El tercio de banderillas se hizo cuesta arriba, siendo Rey y Sánchez los que solventaron. Tras un brindis particular, en el tercio y genuflexo lo fue sacando cerrando su comienzo con un pase de pecho. Siguió por el izquierdo, bajándole la mano. Sin embargo, el animal se quedaba muy corto por ese pitón y fue a base de tesón como logró alargarle el recorrido. Lo prendió feamente, pero sin aparentes consecuencias. Volvió a la cara por el pitón derecho, pero cada vez se quedaba más corto y avisaba. Molina insistió hasta que lo desarmó. Retomó su faena por el derecho y de uno a uno le robó los pases con torería y valor. Quiso volver al natural dejando pases de cartel de toros cerrando con el de pecho. Tomó la espada y falló, teniendo que descabellar.

Víctor Hernández bregó con «Horquillón» de Adolfo Martín. En el tercio por el derecho tiró de el, sacándolo hasta los medios y ponerse a torear, o al menos intentarlo, con el reservón cierraplaza. Logró meterle en una tanda reconocida en el tendido. Le dio tiempo y sitio y volvió por ese pitón hasta que lo desarmó. Retomó su faena al natural, perdiéndole pasos para aprovechar la inercia y llevarlo metido en la muleta de uno en uno. Ya con el paso atrás y citar se los fue robando. El animal entraba metiendo la cara pero la sacaba alta, aun así logró naturales con sabor. Retomó el derecho, se quedaba más corto por ese pitón, pero con el giro de muñeca y cintura daba amplitud al muletazo. Insistió por el izquierdo con una tanda que cerró con desplante antes de ir a por la espada. Cerró por bernardinas en las que casi le prende, pero volvió a la cara y a su epílogo mientras escuchaba un aviso. Lo cuadró y hundió el estoque de forma defectuosa, teniendo que descabellar.

Móstoles. Toros de Adolfo Martín (1º, 5º y 6º) y Zacarías Moreno (2º, 3º y 4º). Toros encastados y de juego variable a los que tuvieron que tocar las teclas para lograr el lucimiento. Luis David Adame, saludos y oreja; Molina, oreja tras aviso y ovación; Víctor Hernández, ovación tras aviso y vuelta al ruedo tras dos avisos.

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