
La cita ferial emeritense se nutre de una variedad de nombres de toreros de primer nivel, así como las ganaderías más llamativas del limitado campo bravo nacional.
1 de marzo de 2025/Rubén Darío Villafraz
Nuevamente la gran feria de los andes venezolanos como lo es la Feria del Sol hace gala de una variedad prolífica de nombres y ganaderías en la conformación de sus carteles. No acostumbran los Hermanos Rodríguez Jauregui (este año en sociedad con los Hermanos Manfredi López) repetir nombres de toreros, de alli que nuevamente hagan gala de una lista selecta de grandes exponentes del toreo mundial, que le dan categoría de acontecimiento, a pesa de lo corto y sintetizado que se ha convertido en el curso de los últimos años dicho serial.
La primera corrida se puede decir que es el plato fuerte y selecto para el taurino y aficionado entendido, con la inclusión en el mismo de los veteranos espadas, el galo Sebastián Castella y el extremeño Miguel Angel Perera, ambos los toreros en activo con más puertas grandes de Madrid, con once, lo que da a entender el nivel y categoría de par de veteranos coletas que se han visto en un gran nivel en las ultimas temporadas ibéricas, lo que hace que sean una garantía que aprovechen al máximo las opciones que ofrezcan los astados del hierro a lidiarse, de San Antonio. Remata terna la novedad del diestro tachirense Antonio Suarez, uno de los toreros de más clase y torería que cuenta el escaso escalafón de espadas venezolanos, quien en la pasada Feria de San Sebastián coronó uno de los triunfos más legítimos que se vieron en la generosa edición de este año en Pueblo Nuevo, donde lo demostrado por el mencionado coleta fue filigrana de altos kilates, como ha había apuntado en tardes anteriores, sin el refrendo de la espada.
Los toros en la primera de feria son de la ya mencionada ganadería falconiana de San Antonio, propiedad del joven ganadero Edgar Varela, quien este año vuelve a Merida con el firme propósito de quitarse el “sabor amargo” que supuso en la edición del 2023 el limitado juego que ofrecieron sus pupilos, la tarde donde la primerísima figura, Roca Rey, no tuvo de donde echar mano ante lo limitado del lote. En esta ocasión Varela viene con la ilusión de ver el ensayo de los primeros productos fruto de sementales origen Victoriano del Rio, que son la gran apuesta de refresco que ha optado esta vacada tras ese descalabro que supuso esa tarde para muchos que apostábamos por el éxito rotundo. Asi son los toros, diría el gran Pepe Alameda, «no tiene palabra de honor».
La noche del domingo es una policromía de tauromaquias. Corrida mixta pues reúne el arte del rejoneo con el toreo heterodoxo a pie. El regreso del rejoneador José Luis Rodríguez a la plaza emeritense, doce años después de su ultimo paseíllo, marcan el reencuentro del mayor exponente del toreo a caballo de las últimas dos décadas en nuestros, y lo hace por afición y amor propio, pues ya todo lo ha dicho con una hoja de vida donde ha llevado a un nivel muy alto el toreo a caballo. méritos sobrados los tiene, además de esta tarde, en el marco de la procesión de la Virgen del Rocío, José Luis se nutra de un decorado musical en sus actuaciones que va llamar la atención, a quienes este domingo dispongan darse cita en los tendidos del redondel emeritense.
A pie, regresa un veterano como lo es el extremeño Antonio Ferrera, la heterodoxia y variedad hecha expresión en el ruedo, espada que le hemos visto en todas sus facetas desde aquella eléctrica y explosiva de sus comienzos a comienzos de los ’90 a la actual, toda maestría y reposo en aras de lucimiento delante del toro. Complementa la presentación en esta plaza del matador de toros carabobeño Manolo Muñoz, quien tiene en su mérito el haberse curtido durante este último lustro como uno de los toreros nacionales con más presencia en los ruedos peruanos, donde se ha hecho un nombre de importancia, de alli que los empresarios de turno de este año, hayan determinado darle esa gran oportunidad de dejarse ver ante la afición “torerista” merideña para su conquista. Ya queda de parte del torero con la suerte que le embista los toros hacerse con ella.
Los toros serán, a pie, de la familia Molina Colmenares, los famosos “molineros” de Las Porqueras, que con tanta sapiencia les dio personalidad propia y éxito don Hugo Domingo Molina, tal y como lo dejaron en evidencia en la arena de San Cristobal, donde arrasaron los premios a mejor toro (indultado por Manuel Escribano) y mejor encierro, al que le cortaron la bicoca de 10 orejas.
La última tarde es la gran traca de la feria, es la fecha señalada para llenar “hasta la bandera” con el cartel más mediático y más llamativo para el publico y aficionado en general. El regreso del novillero salmantino Marco Pérez tras lo hecho el año pasado, algo histórico en esta plaza, como lo fue el indulto de sus dos bravos novillos, es el caldo de cultivo para que todo aquel que estuvo aquella tarde de febrero pasado recuerde que estamos en presencia de un torero que va hacer historia en el futuro reciente. Su meteórico paso y en especial los retos que viene afrontando con la pasmosidad de quien se siente seguro y sobrado de sus condiciones no es más que garantía de éxito donde se presente, tal y como sucedió el año pasado, cuando muchos “villamelones” de oficio no sabían lo que ya don Pepe Rodríguez Jauregui avizoraba. Y asi fue…
La presencia de Jesus Enrique “Colombo” es otro aliciente a este cartel. El torero venezolano más importante del momento pisa con propiedad la arena emeritense, donde no sabe lo que es irse sin triunfar. Llegaría a Merida tras haber confirmado alternativa en la Plaza México, y tras su paso por los carnavales de Autlán de la Grana, es decir, viviendo en torero, como ha sido su anhelo y sueño desde que tiene razón de ser. Mucho más maduro y en especial con un rodaje marcado, “Colombo”, es una carta fija de éxito para cualquier empresa y aficionado en estos momentos, a poco que los toros embistan. Y sino, lo hará embestir él. Remata cartel el debut del matador valenciano Román Collado, torero de un angel y carisma sin igual, que seguro con su entrega y variedad de toreo no va dejar indiferente a nadie la tarde de gran cierre ferial.
Los toros para tan importante tarde corresponderán a la vacada caroreña de Los Aránguez, una ganadería de gran cartel y buen bajío en esta plaza merideña, a tenor de los éxitos que viene alcanzando desde hace un largo lustro a la fecha, varios indultos, toros de triunfo asi como tardes donde ha quedado en la retina gran parte de la historia taurina reciente en la arena emeritense.