Un heroico Juan de Castilla y un digno Castaño escriben sobre la tarde con faenas de pundonor y valentía ante una compleja corrida de Dolores Aguirre en Madrid (Fotos y Video)

27 de mayo de 2025/Patricia Prudencio Muñoz/Fotos: Emilio Méndez

La plaza de toros de Las Ventas ha celebrado una corrida de toros en la que los diestros Fernando Robleño, Damián Castaño y Juan de Castilla se midieron a los ejemplares de la ganadería de Dolores Aguirre. Los animales fueron de lo más duro que saltó al coso venteño en lo que va de Feria, siendo ásperos, mansos y buscones. No brindaron opciones a una terna entregada. Fernando Robleño se midió a un complejo primero de peligro sordo, al que llevó y metió en un tira y afloja de poder a poder sobre el que se impuso. El cuarto no ayudó y Robleño decidió abreviar con aquel ejemplar buscón y de mirada continuada. Castaño alargó y se entregó en una faena con la que no estaba llegando a los tendidos, ante un toro soso al que llevó por el pitón derecho, bajándole la mano. Después de probar al quinto, hizo su faena sobre el derecho, con emoción y movilidad hasta que el toro aprendió y las tandas se volvieron más intermitentes y medidas. Juan de Castilla desarrolló una faena firme de una valentía absoluta ante un tercero que no pasaba, que lo prendió y al que siguió toreando como si nada. No tuvo ninguna opción con el sexto, un toro manso que no le permitió ni un pase.

Laboriosa faena de Robleño ante el primero, que desluce con el acero

Salió el primero de la tarde al que recibió el madrileño Fernando Robleño como pudo, pues no se prestó, saliendo ajeno de la tela. Inició la faena tirando de un animal que salía suelto, que pasaba a base de arreones, quedándose corto, sin clase ni entrega. Se dispuso por el derecho en una tanda de rabia y ganas, robando las embestidas con oficio. Cambió al natural, buscando las distancias, abriéndolo, pero sujetándolo en las salidas para que no se fuera, marcando siempre con la ayuda el trazo, arrancando cada natural. Despacio y dándole tiempo cambió al derecho, sometiendo a aquel toro de peligro sordo. Toreó en los terrenos que el animal marcaba, en tablas, llegando a los tendidos y convenciendo de la laboriosa faena que había desarrollado. Falló con el acero.

Damián Castaño, faena larga y sin calado ante un escaso segundo

Saludó Damián Castaño, sin demasiadas florituras al segundo de la tarde y primero de su lote. Se echó Juan de Castilla el capote a la espalda para desarrollar un ajustado quite por gaoneras. Inició la faena por abajo, pero rápidamente cambió los terrenos y le levantó la mano evitando que el animal cayera. Siguió sobre el derecho, en una tanda intermitente en la que lo pasó uno a uno midiendo mucho la fuerza. Le tocó con firmeza y mucha voz, pues le costaba atender a los cites y aunque seguía el engaño, también miraba. Le buscó llevándoselo a la cadera, en pases con cierta profundidad, pero sin calado en los tendidos, pues el de Dolores Aguirre no ofrecía continuidad. Al natural, con los extremos se lo fue envolviendo sin pena ni gloria, a pesar de llevarlo por abajo y de una meritoria labor intrascendente. Mató con acierto.

Verdad y valentía de Juan de Castilla ante un imposible Dolores Aguirre

Bregó Juan de Castilla al tercero de la tarde al que se fue llevando a los medios con habilidad, bregándolo por abajo. Se cambió el tercio e inició la faena de muleta por abajo, genuflexo, midiendo mucho las condiciones de un adversario que le estaba viendo y midiendo hasta que lo prendió bruscamente. El colombiano con coraje y mucha verdad, se puso un pantalón encima de la taleguilla y siguió toreando a aquel ejemplar de Dolores Aguirre que se quedaba más que corto. Le dio tiempo y distancia para seguir sobre el pitón derecho, uno a uno, adelantándole el engaño, en un tira y afloja por mantener el sitio y las distancias. Cambió al natural, encontrando una media arrancada defensiva en la que le echaba la cara arriba, quedándose a medio viaje para buscar lo que deja atrás. Le metió bien el acero pero el animal se resistía a doblar.

Robleño abrevia ante un complejo y peligroso cuarto

El cuarto no se enceló en el capote de Fernando Robleño, que lo pasó sin estirarse. Inició la faena bajo los tendidos del siete, con pase largo, tratando de sujetar en aquel tanteo a un ejemplar manso y suelto. Se dispuso sobre el derecho, uno a uno perpendicular a tablas, buscando y mirando, arremetiendo con violencia. No tenía un pase y aunque el madrileño lo intentó y mostró al público, este protestó su decisión de abreviar.

Mérito y determinación de Castaño ante el quinto

Bregó Castaño con el quinto en un saludo capotero llevado. Tras un buen tercio de banderillas desarrollado por Juan Sierra y Alberto Carrero, se alcanzó la faena de muleta. El diestro decidió comenzar bajo los terrenos del siete, dándole tiempo y sitio para disponerse sobre el pitón izquierdo, entre muchos parones. El animal salía con la cara alta, mostrando una embestida corta. Cambió al derecho, por donde hizo rugir a los tendidos en una serie ligada y llevada a base de movilidad y mucho ritmo, echándole el engaño abajo. Le dio tiempo y continuó sobre aquel pitón, aunque con un toro que había aprendido. Perpendicular a tablas y buscándolo a pitón contrario logrando emoción. Cada vez había más peligro y el toro ya sólo se tragaba los dos primeros. Volvió a darle distancia, citándolo para después aprovechar la inercia, sin poder ligar más allá del tercero. Se quedaba parado y el toro no tenía nada más que ofrecer. Se tiró con verdad, pero falló con el acero.

Entrega de Juan Castilla ante un sexto vacío

Se fue directo a toriles para recibir al sexto a portagayola con una larga cambiada ante un ejemplar que salió andando y que se le quedó a medio viaje. Brindó desde los medios e inició la faena al hilo de las tablas, pasando por abajo a un toro que se fue suelto y al que rápidamente se llevó más allá del tercio para definirse por el pitón izquierdo. El de Dolores Aguirre era incierto y el colombiano trataba de moverlo y pasarlo. Quiso seguir al natural, pero montó la muleta y trató de pasarlo. El toro, ajeno a cualquier demanda, hizo que el diestro volviera al toreo al natural sin poder darle ni un pase. Salía suelto, buscando las tablas, imposibilitando cualquier opción, ya no de faena, sino de poder hacer una serie completa. El colombiano insistió al hilo de las tablas, bajo los terrenos del tendido siete, sin poder sacarlo de allí. Fue en aquellos terrenos donde el diestro logró pasarlo por el derecho, no sin que el de Dolores Aguirre midiera y mirara, sabiendo lo que dejaba atrás. Falló con el acero.

Ficha del festejo:

Las Ventas. Toros de Dolores Aguirre. Los animales fueron de lo más duro que saltó al coso venteño en lo que va de Feria, siendo ásperos, mansos y buscones. No brindaron opciones a una terna entregada. Fernando Robleño, silencio y silencio; Damián Castaño, silencio y ovación; Juan de Castilla, vuelta al ruedo y silencio.

Incidencias: El público venteño sacó a saludar a Fernando Robleño después de que se hiciera el paseíllo.

Parte médico de Juan de Castilla: Dos heridas por asta de toro. Una sobre cresta iliáca posterior con una trayectoria de 15 cm. hacia delante que rodea cresta iliáca y alcanza espina iliáca antero superior y otra trayectoria superficial de 5 cm. Hacia línea media. Otra en pene con desgarro superficial. Es intervenido bajo anestesia local en la Enfermería de la plaza de toros. Pronóstico: Reservado que no le impide continuar la lidia.

Fdo. Dr. Máximo García Padrós / Máximo García Leirado.


 

 

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